El ARSAT-1 será puesto en órbita el 16 de octubre

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El satélite fabricado en Arsat estará en el espacio dentro de 10 días. La próxima semana simularán el lanzamiento.

Se palpita la cuenta regresiva. Ya están cargados los tanques de combustible del cohete que pondrá en órbita al primer satélite de telecomunicaciones argentino y los jefes de la misión ARSAT-1 arriban mañana a Guayana Francesa, para alistar todos los detalles en torno al lanzamiento.

El ingeniero Andrés Rodríguez, jefe del proyecto ARSAT-1 y uno de los tres argentinos que estarán en la sala de control de lanzamiento de Arianespace, contó a la Agencia CTyS que la semana que viene realizarán una preparación intensiva y, el viernes, se simulará la puesta en órbita del satélite.

Rodríguez relató que “el día 10 de octubre, todos los técnicos y la gente involucrada al lanzamiento escenificarán cada una de las tareas que se harán el 16 de octubre; se hará la cuenta regresiva, por ejemplo, pero también cada uno de los pasos en una jornada de trabajo que será muy ardua”.

“El lanzamiento está previsto para las 18 horas del jueves 16 de octubre, pero el procedimiento empezará diez horas antes, para realizar una serie de tareas y chequeos, que van desde encender el satélite y dejarlo en una configuración para el lanzamiento, lo cual ya demora unas cuatro horas”, describió el jefe del proyecto ARSAT-1.

En tanto, la empresa encargada del lanzador deberá verificar las condiciones climáticas, principalmente de los vientos, para cerciorarse de que no dificulten la tarea de puesta en órbita.

Al mismo tiempo, en las horas previas al lanzamiento, se deberá verificar permanentemente el estado del ARSAT-1 y del otro satélite que también estará ubicado en el mismo cohete. “Mientas el cohete está en tierra, se obtiene información en tiempo real del satélite por medio de un cable físico que va desde la parte superior del lanzador hasta la sala de control donde habrá cinco técnicos de INVAP”, detalló el ingeniero Rodríguez.

Además, se precisa asegurar que operen correctamente las cinco estaciones terrenas que, desde distintas partes del mundo, deberán aportar información imprescindible sobre el satélite durante sus primeras horas en el espacio. Si alguna de ellas fallara, hasta se podría postergar el lanzamiento.

Estas estaciones terrenas van a recibir señales del ARSAT-1 y las transmitirán a la Estación Terrena de Benavídez, que es desde donde se controlará el satélite. “Habrá cinco estaciones terrenas dispuestas y listas, a la espera de que, 20 minutos después de la liberación del satélite del cohete, a 200 kilómetros de la Tierra, se reciban las primeras señales”, comentó Rodríguez. Y agregó: “Si no estuvieran listas, el satélite no podría empezar a transmitir y no se lo podría controlar desde Benavídez”.

Con los tanques llenos

La carga de combustible se inició el viernes 27 de septiembre y culminó el 3 de octubre. Uno de los tanques se cargó con un componente oxidante y el otro, con hidracina.

Este viernes, se realizará un encendido para chequear que todo esté funcionando después de la carga y la semana próxima se trasladará al ARSAT-1 y a su copasajero (otro satélite) a la zona donde ya está el cohete y se harán la preparaciones para montarlos al mismo y efectuar los ensayos finales.

El día y la ventana del lanzamiento

La hora en Guayana Francesa es la misma que en Argentina. “Se prevé que el lanzamiento se realicé cerca de las 18 horas, siendo que la ventana óptima de lanzamiento del 16 de octubre será de 51 minutos”, mencionó Rodríguez.

“La ventana de lanzamiento óptima se establece en consideración de la energía solar que recibirán los satélites en sus primeras horas en el espacio, la cual será fundamental”, explicó el ingeniero. Y especificó: “La ventana óptima va variando ligeramente día a día y, si no se dieran las condiciones adecuadas para realizar el lanzamiento el 16 de octubre, al día siguiente, la ventana comienza unos dos minutos después”.

Fuera de la ventana óptima, el lanzamiento no se realiza. La puesta en órbita podría posponerse por vientos muy fuertes, aunque no se esperan para esta época del año, o por cuestiones técnicas del lanzador, de alguno de los dos satélites que será propulsados por el cohete o de las estaciones terrenas que estarán involucradas en la recepción de datos y control de ambos instrumentos a ser puestos en órbita.

Los jefes de la misión ARSAT-1 en la sala Júpiter 2

Además del ingeniero Andrés Rodríguez, en la sala de control de lanzamiento también estarán presentes el jefe del proyecto ARSAT-1 de INVAP, Ignacio Grossi, y la encargada de la ingeniería en sistemas del satélite, Ana Caumo.

Ellos viajan hoy a Guayana Francesa y, previamente, ya han realizado una visita de reconocimiento a dicha sala de control, para saber los sistemas de comunicaciones que dispondrán para comunicarse entre sí, con las personas responsables del lanzador y con las estaciones terrenas relacionadas a la puesta en órbita.

Rodríguez comentó que, para el lanzamiento, en la sala Júpiter 2, va a haber mucha gente que podrá observar en una pantalla las distintas fases del lanzamiento con la información proveniente del cohete, más la información que ellos provean del satélite.

El ingeniero Rodríguez explicó las funciones que realizará cada uno de ellos en la sala de control de lanzamiento. “Por un lado, la responsable de la ingeniería de sistema del satélite, Ana Caumo, recibirá la información que le pasarán los cinco técnicos del INVAP que estarán verificando en tiempo real el estado del ARSAT-1; y ella tendrá un contacto permanente con el ingeniero Ignacio Grossi, que es el responsable de la elaboración y puesta en órbita del satélite por parte del INVAP”.

En tanto, Andrés Rodríguez suministrará toda la información que requiera el jefe de la misión de lanzamiento de Arianespace. Además, deberá corroborar el estado de las cinco estaciones terrenas que serán claves para recibir la información del satélite durante sus primeras horas y días en el espacio.

Los jefes de la misión ARSAT-1 y los técnicos del INVAP arriban mañana a la estación espacial y estarán allí hasta días después del lanzamiento. “Los últimos días hay muchas actividades para hacer, tanto del lado de los encargados del lanzador, porque hay muchos procedimientos para poner en órbita un cohete enorme, como para nosotros, que además cargamos con la tensión de estar terminando toda la primera etapa de nuestro proyecto”, observó Rodríguez.

Fuente: Bariloche 2000