Los drones ya tienen su propia norma en la Argentina

 


Los «drones», Vehículos Aéreos No Tripulados, ya tienen su propia norma en el país, impulsada por la Administración Nacional de Aviación (ANAC) e implementada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, con acento por un lado en la seguridad y por el otro en el apoyo a las actividades productivas.

El Instiuto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), en su sección Aeronáutica, participó en la elaboración de la norma que ya fue publicada el 29 de mayo pasado en el Boletín Oficial con el número 20/2015. La norma, que se une a la que paulatinamente están regulando la actividad aérea no tripulada, contempla entre otros puntos la recomendación de que los aparatos tengan sistemas de seguridad para navegar en forma automática en caso de perder contacto con tierra con el fin de reducir la posibilidad de accidentes.

En cuanto a los drones, el director del Centro de Aeronáutica y Espacial del INTI, Raúl Mingo, explicó que hay múltiples usos, más allá de uno de los más conocidos, que es en filmaciones en estadios o en filmaciones de espectáculos de todo tipo.

«Estos dispositivos también son de gran utilidad en ámbitos tan variados como la agricultura de precisión para hacer fertilización selectiva; como apoyo de mantenimiento de plantas industriales petroquímicas donde se suele trabajar con equipamiento a 50 metros de altura; o en monitoreo ambiental y de seguridad en situaciones de catástrofe, entre otros usos posibles», explicó el experto en un comunicado oficial.

En cuanto a la seguridad, Mingo señaló que «se hace necesario que se contemple la necesidad de incorporar sistemas de seguridad y control de vuelo remoto desde la tecnología que permitan ampliar el campo de utilización de estos vehículos aéreos».

En ese ítem, remarcó la importancia de que los vehículos de ese tipo cuenten con sistemas de navegación autónomos, que puedan interactuar con las condiciones de vuelo, al perder por cualquier circunstancia el contacto con tierrra. «Esta posibilidad, con una justa y exhaustiva validación tecnológica del modelo, aumentaría sin lugar a dudas la promoción industrial de estas aeronaves con una adecuada seguridad de vuelo ya que permitiría la operación de estos dispositivos más allá del campo visual de quien lo opere», remarcó el funcionario.

En el plano de evitar el riesgo para otras aeronaves o personas, Fabián Schinca, jefe de Normativa Aeronáutica de la ANAC, establece que los drones operen en espacios aéreos segregados, de dimensiones especificadas asignados a usuarios determinados y que se encuentran alejados de los centros urbanos para realizar actividades recreativas o deportivas, como sucede en el caso del aeromodelismo. En el caso de los espacios aéreos no segregados, el reglamento establece «restricciones para el vuelo de drones, tanto en altura como distancia, que, de acuerdo al tipo de operación que pretenda efectuarse y de las medidas de seguridad con las que se cuente, se podrá evaluar excepcionalmente caso por caso la autorización de los vuelos con estos dispositivos», detalló.

En el caso de los espectáculos con aglomeraciones de personas, el drone, deberá contemplar un sistema de seguridad con retorno al punto de salida para el caso de pérdida de contacto con tierra o bien descienda a baja velocidad para evitar los accidentes.

Fuente: Uno, Santa Fe