Río Cuarto, entre las 8 ciudades con mayor trabajo en negro del país
La tasa bajó 10 por ciento en el último relevamiento del Indec. Pero hay más de 21.300 asalariados sin aportes sociales. Construcción, personal doméstico y servicios, los sectores más precarizados
Río Cuarto sigue siendo una de las ciudades con mayor empleo en negro del país, a pesar que en la última medición del Indec hubo una retracción del 10 por ciento en el número de asalariados sin aportes jubilatorios y de obra social.
Cuatro de cada diez trabajadores en Río Cuarto están en una situación irregular, según el relevamiento socieconómico del tercer trimestre del año pasado difundido por el Indec.
El Gran Río Cuarto se ubica entre las ocho ciudades del país con mayor informalidad laboral, registro que es encabezado por Santiago del Estero, con el 46,7 por ciento. La contracara es Usuahia, con apenas el 9 por ciento.
Los sectores donde se verifica la mayor precariedad laboral son construcción, personal doméstico y servicios.
El informe del cuarto trimestre de 2013 precisa que en Río Cuarto y Las Higueras, al 39,4 por ciento de los aslariados no le realizan aportes al sistema previsional. Un año atrás, la tasa era de 43,9 por ciento.
El promedio nacional de trabajadores sin registrar es del 33,5 por ciento.
En consecuencia, en Río Cuarto hay 21.309 trabajadores informales, 1.708 menos que un año atrás.
El 73,3 por ciento de los trabajadores en el Gran Río Cuarto son asalariados.
Históricamente, la ciudad se ubicó en los primeros lugares en precariedad laboral, llegando a superar el 55 por ciento cuando se desató la crisis socioeconómica más importante del país en el año 2001.
A partir de mayor control por parte de la Afip y el Ministerio de Trabajo provincial, ante los reclamos de los gremios, el empleo informal nunca pudo bajar la barrera del 30 por ciento.
Especialistas consultados señalaron que la característica de la economía local y del mercado laboral que no permite disminuar la franja de trabajadores en situación irregular.
La construcción sigue siendo uno de los rubros de mayor informalidad laboral, al margen que en la última década hubo un importante número de operarios registrados, a partir del boom edilicio y los mayores controles.
Frente a la ofensiva nacional para regularizar la situación de las empleadas domésticas, en la ciudad sigue siendo muy alto el número de trabajadoras no declaradas.
Vendedores de servicios, remiseros y taxistas también conforman un importante número de trabajadores que no tienen obra social y tampoco se encuentran registrados ante los organismos nacionales.
