Nuevos secretos pueden salir a la luz
18/03/2016 El País
A cinco días de la visita de Barack Obama, la consejera para la Seguridad Nacional de la Casa Blanca anunció que darían respuesta al pedido de los organismos de derechos humanos. El proceso puede ser largo e incluir información de inteligencia.
El gobierno de los Estados Unidos anunció que desclasificará documentos militares y de inteligencia sobre la dictadura argentina. La decisión fue anunciada por la consejera para la Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Susan Rice, quien también indicó que “la visita del presidente (Barack Obama) cae en el aniversario del golpe de Estado militar de 1976 y para demostrar nuestro compromiso con los derechos humanos, el presidente visitará el Parque de la Memoria para honrar la memoria de las víctimas de la guerra sucia de la Argentina”. En 2002, Estados Unidos ya había desclasificado 4700 documentos del Departamento de Estado. La decisión de ampliarlo a documentos militares y de inteligencia fue celebrada por el gobierno de Mauricio Macri y por los organismos de derechos humanos. El proceso hasta que los documentos estén disponibles será largo.
Es sabido que la dictadura argentina tuvo un fuerte respaldo de las autoridades del gobierno de los Estados Unidos, algo de lo que ayer se ocupó una editorial del diario The New York Times que habla de la “historia vergonzosa” de ese país (ver recuadro). Allí se menciona el rol que jugó el secretario de Estado Henry Kissinger, quien apoyó a las diversas dictaduras del cono sur, tuvo un papel central en el golpe de Augusto Pinochet en Chile y en la Argentina, como prueban los documentos desclasificados, además del respaldo político dio luz verde a la represión.
La decisión de Obama busca darle un giro a su visita y colocarlo en la línea del gobierno de Jimmy Carter y su secretaria de Derechos Humanos, Patricia Derian, que condenaron la dictadura argentina. El gobierno de Ronald Reagan terminó con ese período de denuncia.
Habida cuenta de esa estrecha relación entre Estados Unidos y la dictadura argentina, los documentos secretos que pudieran arrojar luz sobre el terrorismo de Estado siempre fueron un objetivo. El primer pedido para que se desclasificaran documentos estadounidenses lo hicieron el CELS, Abuelas y Madres de Plaza de Mayo línea fundadora en 1999. En agosto de 2000, la entonces secretaria de Estado, Madeleine Albright –del gobierno de Bill Clinton– se reunió con la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, Carmen Lapacó de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, y con el presidente del CELS, Horacio Verbitsky. Allí la funcionaria les prometió la desclasificación de los documentos.
La medida se concretó tras un extenso proceso que finalizó en 2002, ya durante el gobierno de George W. Bush. Sin embargo, no se incluyeron los documentos de las agencias de inteligencia y militares. “La revisión y desclasificación de 4700 documentos del Departamento de Estado sobre Argentina en 2002, se comenzó en 1999 y ya estaba lista para mediados del 2001”, relata Carlos Osorio, del Archivo Nacional de Seguridad, que depende de la Universidad George Washington y trabajó con los documentos desclasificados. “No se liberó en ese entonces por la tragedia del 11 de septiembre y luego por la crisis económica Argentina. Una reciente desclasificación muy focalizada de unos 500 documentos en respuesta a la Comisión de la Verdad de Brasil, llevo un año y medio aproximadamente. Estos procesos son largos”, explicó.
La nueva decisión de desclasificar documentos se suma a ese proceso y se enmarca en la visita de Obama a la Argentina. La encargada de anunciarlo fue Rice en una conferencia de prensa: “Además de los más de cuatro mil documentos que Estados Unidos ya liberó de ese período oscuro, el presidente Obama, por pedido del gobierno argentino, anunciará un esfuerzo para desclasificar documentos adicionales, incluyendo, por primera vez, documentos militares y de inteligencia”. “En este aniversario, y de ahora en más, tenemos la determinación de hacer nuestra parte para que Argentina continúe sanando y avanzando como una nación. Así que creemos que este viaje será una histórica y poderosa demostración del acercamiento de nuestra nación a América Latina. El presidente está comprometido en apoyar los esfuerzos para enfrentar las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la guerra sucia y remarcará ese compromiso durante su visita a la Argentina la semana próxima”, señaló la funcionaria.
Desde el gobierno nacional celebraron la decisión y la enmarcaron en un giro en la política exterior. “Es un hecho histórico”, consideró el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien aseguró “hay mucho más para ganar teniendo una relación madura con Estados Unidos”. El secretario de Derechos Humanos nacional, Claudio Avruj, sostuvo: “Tomamos la inquietud que los organismos de derechos humanos le hicieron al presidente Macri. Es un triunfo de todos los argentinos. Asumimos que abriendo esos archivos vamos a saber más, por ejemplo, sobre el Plan Cóndor y la Escuela de las Américas”, indicó. “Esta desclasificación es una demostración que mediante el diálogo estamos construyendo un nuevo vínculo con los países del mundo”, señaló el funcionario macrista.
Entre los documentos a desclasificar, se incluyen los de las agencias de seguridad (FBI), el Departamento de Defensa, el Departamento de Estado, los Archivos Nacionales y la librería presidencial. Osorio consideró que “es un buen signo que sea la consejera para la Seguridad Nacional la que lo anuncia. Bajo la administración Clinton, fue una oficina dentro del Consejo de Seguridad Nacional (CSN) que alentó y orquestó el proceso para que cada agencia desclasificara. Esto no sucedió con la Argentina y por eso sólo el Departamento de Estado desclasificó unilateralmente. Pero no hubo nadie que acicateara a las otras agencias”. “Nosotros pensamos que las agencias deben ser la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA), la CIA, el FBI e incluso el área analítica de inteligencia dentro del Departamento de Estado”, afirmó.
El número de documentos a desclasificar todavía no se determinó y dependerá de la profundidad de la búsqueda. “Lo que puede haber ahí son informes sobre operaciones de contrainsurgencia argentinos, descripción de estructura y de mando de servicios de inteligencia y posiciones de comando de militares argentinos”, indicó Osorio.
“Es una respuesta más que significativa, porque podremos acceder a la información más secreta en relación a la última dictadura militar. Nos referimos a la inteligencia de las Fuerzas Armadas, la inteligencia de las fuerzas de seguridad y del cuerpo de abogados: un equipo jurídico que estaba en la Embajada de Estados Unidos en la Argentina y que producía información sobre lo que ocurría en la Argentina”, indicó Diego Morales, director de Litigio del CELS, quien señaló que el proceso de desclasificación que comenzó en 1999 con el pedido de los organismos de derechos humanos “muestra una continuidad importante: aquella información nos permitió discutir cuando los juicios estaban cerrados. Esperemos que ahora nos permita avanzar con situaciones que todavía no se esclarecieron”.