El obispo de Río Cuarto alertó que en los barrios crecen los pedidos de comida
Monseñor Adolfo Uriona aseguró que en los distintos lugares que trabaja la Iglesia católica, la gente les solicita ayuda para comer. Consideró que “el sinceramiento de los precios lo pagan los más pobres”
10/05/2016 MUNICIPIOSMonseñor Adolfo Uriona aseguró que en los distintos lugares que trabaja la Iglesia católica, la gente les solicita ayuda para comer. Consideró que “el sinceramiento de los precios lo pagan los más pobres”
Para el obispo de la Diócesis de Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona, está creciendo la demanda de comida en los barrios, ya que los representantes de la Iglesia Católica que trabajan socialmente en distintos lugares le comentan que la gente les pide ayuda para comer, más que otras cosas.
En el marco de los festejos realizados ayer a la tarde por las Bodas de Oro de la Parroquia Nuestra Señora de Luján y San Martín de Porres, Uriona consideró que con respecto a la ayuda social que realizan “se nota que el sinceramiento de la economía y los precios, lo pagan los más pobres. Por ello está creciendo el pedido de comida, por encima de cualquier otra cosa”.
“Se nota en los centros de apoyo escolar, los merenderos y comedores comunitarios, donde ya nada alcanza. Cada vez piden más para comer”, detalló.
Uriona señaló: “Esperemos que las promesas de mayor trabajo se cumplan, porque hasta ahora no se ven”.
El obispo participó ayer de los festejos por los 50 años de creación de la iglesia de calle Mendoza y Saint Remy.
Encabezó, junto al párroco Jorge Luis Basso, la procesión desde la capilla La Gruta hasta San Martín de Porres, que fue acompañada por una multitud de fieles que ocupaban más de una cuadra completa.
Durante el trayecto a pie fueron rezando el rosario y cantando por medio de un altavoz.
Luego se realizó la misa a las 18.30 horas, con un templo colmado que obligó a ocupar también el salón parroquial anexo.
En la homilía instó a “dar testimonio y ejemplo de la evangelización como lo hizo Jesús, pero no se les pide que sean mártires, sino sólo misericordiosos”.
Destacó que “el Evangelio cuenta hoy (por ayer) la ascención de Jesús al cielo y lo debemos recordar con alegría y consuelo en el corazón”.
Al terminar la misa se realizó un abrazo de todas las personas a la cuadra donde está la iglesia San Martín de Porres y posteriormente se sirvió un chocolae caliente con facturas en el salón parroquial.