Dos pueblos cordobeses ya midieron su “nivel de felicidad”
En Tránsito, un colegio entrevistó a los vecinos y obtuvo varias conclusiones. Laguna Larga fue la primera localidad en Córdoba y en el país que ensaya ese trabajo.
28/10/2016 MUNICIPIOSEn Tránsito, un colegio entrevistó a los vecinos y obtuvo varias conclusiones. Laguna Larga fue la primera localidad en Córdoba y en el país que ensaya ese trabajo.
“Nada de lo que es importante se puede medir”, le hacía decir Antoine de Saint Exupéry al Principito. Si fuese verdad, medir la felicidad sería una misión imposible. Sin embargo, varios intentos se han hecho en las últimas décadas en el mundo y en Córdoba también se suman ensayos.
En enero de 2014, publicamos un informe sobre la primera localidad cordobesa que se propuso medir la felicidad de sus vecinos y conocer qué elementos favorecían ese estado. Ese pueblo era Laguna Larga (en el departamento Río Segundo), primero en el país que se movía sobre esa compleja arena movediza. Ahora, una segunda localidad fue en esa dirección: en Tránsito, de 3.200 habitantes (en el departamento San Justo), también se consultó a los vecinos con preguntas que jamás imaginaron que un encuestador les haría.
Un dato clave: los resultados fueron similares en ambas localidades, lo que confirma cierta lógica y coherencia de los trabajos. En Laguna Larga, el municipio organizó el relevamiento junto con una firma especializada. En Tránsito, una escuela tomó como base el enfoque y el criterio técnico de los primeros, entre otros antecedentes.
“Medición de la percepción de felicidad” se titula el detallado informe coordinado por Fabián Ceballos, docente de Comunicación (TIC) del Cenma de Tránsito. Tras definir el cuestionario y la muestra con criterio técnico, sus alumnos encararon la recolección de datos en el pueblo y juntos tabularon los resultados.
Veamos
Cuando a los vecinos se les pidió que definan en una palabra a la felicidad, sin ofrecer opciones, la respuesta más repetida, por lejos, fue “familia” (el 45 por ciento), seguida por “amor” (10). Tercero quedó “hijos” (9) y luego otras. En Laguna Larga, hace tres años, las dos primeras opciones fueron idénticas, pero con porcentajes más parejos; y en tercer lugar, aparecía “salud”. Más lejos quedaron conceptos como “amistad”, “dinero”, “trabajo”, “vacaciones” y otros.
Frente a la consulta de si es posible alcanzar la felicidad en la vida, 97 de cada 100 vecinos de Tránsito consideraron que sí. En Laguna Larga, había sido muy similar: 94.
Respecto de si incide el lugar donde uno vive, un alto 67 por ciento en Tránsito así lo reconoció, mientras que en Laguna Larga ese porcentaje era del 40.
También se indagó sobre la “autopercepción de felicidad”. En ese caso, nueve de cada 10 personas dijeron, en ambas localidades, ser “de alguna manera felices”. Los que se mostraron convencidos de no serlo alcanzaron alrededor del 10 por ciento.
Entre tantas similitudes, una diferencia salta. En Tránsito, la encuesta mostró una mayor percepción de felicidad entre mujeres que entre hombres, al revés que lo relevado en Laguna Larga. También hay matices en las edades: en la primera, se percibió que era más alta entre los adultos mayores, mientras que en la segunda se anotó entre los más jóvenes.
Vuelven las coincidencias: “En general, estar en pareja, profesar una religión y tener trabajo son tres dimensiones que se asocian, más que otras, positivamente a la percepción de felicidad”, refería una conclusión en Laguna Larga. En Tránsito se midió igual.
Esos tres factores parecen pesar más que los ingresos económicos. Ese es otro dato saliente: las conclusiones en ambas localidades muestran que el dinero incide menos en los niveles de satisfacción personal que aspectos como las relaciones familiares, la amistad y la salud.
El informe de Tránsito muestra, puntualmente, que entre los vecinos con ingresos más bajos, del 9 al 15 por cientos se perciben más bien infelices, y entre los de ingresos más altos ese porcentaje va del 14 al 29.
El interrogante, si se le da credibilidad a los relevamientos, es cuán distintos serían en otras ciudades cordobesas. ¿Habría conclusiones homogéneas o más condicionadas al lugar en que se vive? ¿Serían similares en Carlos Paz, Quilino, Leones o la Capital? Que sean dos, y no una, las que ensayaron una búsqueda al menos arrima un principio de respuesta.
Cuesta esquivar una duda clásica: si los encuestados tienden a responder lo que suponen que el encuestador quiere escuchar.
Cómo se hizo
Buscando respuestas. Ficha técnica de la encuesta realizada este año en Tránsito.
Localidad: Tránsito (departamento San Justo), de 3.185 habitantes (según censo nacional 2010).
Encuesta: personal, a mayores de 18 años, domiciliaria, estratificada en cuotas por sexo y edad.
215 casos como muestra probabilística (43 por ciento varones; 57 por ciento mujeres). Error estadístico estimado: +/-6%.
Trabajo de campo: realizado en junio de 2016.
Responsable: licenciado Fabián Ceballos, docente del Cenma 60.
En números
Los vecinos dicen. Algunos de los resultados de la encuesta realizada en Tránsito.
12 % dijo ser poco o nada feliz. Un 41 se autodeclaró “bastante feliz” y un 47 por ciento “muy feliz”. Mujeres, algo más felices que hombres.
38 % de los solteros o de viudos encuestados se calificaron como “muy felices”, frente a un 52 por ciento que dio esa repuesta y vive en pareja.
9 % de los vecinos con menores ingresos económicos se percibieron como “poco felices”. Entre los de mayores ingresos, se elevó al 14%.