Almafuerte, una ciudad con responsabilidad en el cuidado del ambiente

Un sistema diferenciado de recolección de residuos, un ambicioso proyecto de red cloacal en todo el radio urbano y un complejo programa de forestación son algunas de las acciones que confirman ese compromiso.

Un sistema diferenciado de recolección de residuos, un ambicioso proyecto de red cloacal en todo el radio urbano y un complejo programa de forestación son algunas de las acciones que confirman ese compromiso.

La ciudad de Almafuerte, ubicada en el centro de la provincia de Córdoba, 100 kilómetros al sur de la capital provincial, es una comunidad comprometida firmemente con el cuidado del ambiente.

Haber implementado un sistema diferenciado de recolección de residuos sólidos urbanos, estar próximos a comenzar a ejecutar el sistema de red cloacal en todo el radio urbano o llevar adelante un programa de forestación para la preservación, recuperación y reposición del arbolado público son algunas de las acciones que dan muestra de ese compromiso.

Porque en la ciudad del lago Piedras Moras (uno de los espejos de agua mejor preservados de la provincia), que está atravesada por el río Ctalamochita y rodeada por los montes serranos donde comienzan a elevarse las Sierras Chicas cordobesas, el cuidado de esos recursos naturales se convirtió en prioridad.

Se entiende que preservarlos es un compromiso con el ambiente que se debe asumir como ciudad para cuidar la calidad de vida de futuras generaciones y para seguir potenciando el desarrollo turístico que viene creciendo año tras año.

Esa importante responsabilidad se pudo llevar a la práctica a partir del sostenimiento y mejoramiento de programas creados por la Subsecretaría de Ambiente de la Municipalidad de Almafuerte.

Esos programas forman parte de un proyecto global de planificación de desarrollo estratégico de la ciudad denominado Plan Ordenador Urbano Ambiental, conocido por su sigla Poua. La elaboración del Poua comenzó a principios de 2012, hace cinco años, en atención a la demanda creciente de resolución de problemas ambientales realizados por los vecinos, a partir de un diagnóstico ambiental del ejido municipal.

Inicialmente, desde el comienzo de la intendencia de Adrián Scorza, se delinearon políticas ambientales, se implementó un programa de capacitación interna dentro de la Municipalidad y se conformó un cuerpo de inspectores y promotores ambientales.

Para convertir todas las acciones que se comenzaron a implementar, el Poua fue convertido en ordenanza y luego se aprobaron otras normas relacionadas con el tratamiento de residuos peligrosos, la limpieza de terrenos baldíos, la tenencia y propiedad de diversos animales, el control de ruidos excesivos e innecesarios, el arbolado urbano y el tratamiento de residuos sólidos urbanos, entre otras más.

Basura domiciliaria

Desde hace poco más de tres años, los vecinos de Almafuerte realizan en sus viviendas la separación de residuos en reciclables y no reciclables, adecuándose a un sistema diferenciado de recolección. Pero, además de esta diferenciación, los almafuertenses disponen de puntos limpios para los Raees (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos), las pilas y baterías de teléfonos celulares, el aceite vegetal usado y los restos de materiales de construcción y muebles en desuso, estos últimos dentro de un programa solidario llevado adelante junto con la Secretaría de Desarrollo Humano y Acción Social para el mejoramiento habitacional de familias con necesidades.

Gracias a ese hábito que paulatinamente los vecinos fueron incorporando, se logró recuperar una importante cantidad de desechos en la planta de acopio y tratamiento de residuos que se creó con ese objetivo. Así, papel, cartón, plásticos, vidrios, metales y otros materiales se venden a plantas recicladoras, lo que genera un ingreso para los trabajadores de la planta, quienes pasaron de ser recuperadores informales a tener un trabajo formal con condiciones de higiene y seguridad.

Por su parte, el plan Girsu (Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos) logró que se redujera sensiblemente la cantidad de basura que se lleva al basural a cielo abierto, un predio que ahora cuenta con guardia de ingreso y está con control permanente de vectores y otros.

Además, como parte del Girsu, se lleva adelante el Programa de Erradicación de Microbasurales, una problemática constante debido a la basura que arrojan algunos vecinos en espacios públicos o terrenos baldíos, que tiene como eje principal la toma de conciencia y cambio de conducta.

Arbolado

Desde el año 2012 funciona también el Vivero Municipal, un vivero forestal donde se producen árboles autóctonos para forestar espacios públicos y veredas a través del Programa de Recuperación de Espacios Verdes y el Plan de Forestación Vivamos Almafuerte Más Verde, con el que cada primavera se entregan gratuitamente cientos de ejemplares a los vecinos interesados en forestar el frente de sus viviendas. El vivero está instalado en el predio del Ipea 210 mediante un convenio firmado con esa escuela.

Cloacas

El año pasado, el municipio compró un predio de 11,5 hectáreas, con la ayuda de aportes provinciales, donde se construirán las lagunas de tratamiento del sistema cloacal. Se proyecta que la obra se comience a ejecutar este año y que este servicio tan anhelado desde hace décadas se comience a brindar a los vecinos.

Sensibilización, comunicación y difusión

Los vecinos cumplen un papel fundamental en el resultado de cada una de estas acciones. Para ello es que continuamente se buscan nuevos recursos para informar y sensibilizar a los ciudadanos, redoblando el desafío cada temporada con la llegada de turistas.

En ese sentido se lleva adelante Arte Urbano 2017, una propuesta en la que, a través de diferentes expresiones artísticas, se busca hacer reflexionar sobre el cuidado del ambiente. La presencia de tres coloridos personajes que recorren sorpresivamente las playas del lago y río con un mensaje simple sobre cómo disponer los residuos es una de ellas.

Aunque queda mucho camino por recorrer, Almafuerte ya se reconoce como una ciudad comprometida con el ambiente y un modelo para seguir.

Fuente: La Voz