En la ciudad de Córdoba, los barrios laten fuerte

No caben dudas de que la comunidad se fortalece en los centros vecinales. Este año, se realizarán 122 procesos electorales para ejercitar la democracia barrial y la solidaridad.

No caben dudas de que la comunidad se fortalece en los centros vecinales. Este año, se realizarán 122 procesos electorales para ejercitar la democracia barrial y la solidaridad.

Es cierto que la ciudad late en los barrios y es allí donde hay que tomarle el pulso. Ese significativo ritmo que la hace movilizarse parece encontrar un cauce en las calles más alejadas del microcentro, en aquellos lugares de pertenencia donde dejamos el corazón cuando crecemos: el club, la escuela, la plaza.

En los barrios, donde la desconcentración administrativa supuso el surgimiento de nuevas centralidades que se fortalecieron con los centros de participación comunal (CPC), el municipio impulsa una ciudadanía activa. Un claro ejemplo de ello es el proyecto de Parques Educativos, que desde la idea involucra a los vecinos, en la planificación y en la obra concreta.

En ese sentido, los centros vecinales representan el primer espacio organizado donde reunir expectativas y gestionar más que esperanzas. Forman parte de los 2.600 nodos de la capital social, ocupan el lugar de la solidaridad y se han convertido en la mano tendida a la que el Estado municipal llega con más fuerza.

“Córdoba es la capital social y se fortalece todos los días con las organizaciones y los colectivos de vecinos en los barrios. La solidaridad, el compromiso, la voluntad y el trabajo colaborativo son esa valiosa herramienta que ponemos en práctica en cada uno de los 2.600 nodos de participación de la ciudad”, expresó el intendente Ramón Javier Mestre.

Centros vecinales para la participación

La ciudad de Córdoba sobresale a nivel mundial por la estructura orgánica de los centros vecinales que tiene y por la metodología de los procesos electorales en los que el propio vecino elige a sus autoridades. Además, por el uso de la boleta única de sufragio para su votación, un mecanismo más para la transparencia.

En cada uno de ellos, el vecino accede a los comicios. Las listas presentan sus fiscales, sus apoderados y el vecino vota con su DNI sobre la base de un padrón electoral general, es decir, no hay padrón acotado ni se tiene que empadronar únicamente para votar.

En la actualidad, se registran entre 120 a 130 procesos anuales. Durante 2017 serán, exactamente, 122 las elecciones vecinales. Los centros vecinales ayudan a sostener la infraestructura y los servicios públicos barriales merced al conocimiento profundo y la estandarización de sus necesidades. Pero, además, actúan en verdaderas tareas de promoción humana del lugar en el que nacieron y en el que quieren vivir.

Una que saben todos

En los centros vecinales, uno es como todos. Cada actividad que aporta e involucra a resolver lo cotidiano cobra una importancia fundamental. Un elemento clave es el Presupuesto Participativo, una herramienta real de decisión y de empoderamiento ciudadano.

Precisamente, los centros vecinales aportan oportunidades sociales que están dirigidas especialmente a los que menos tienen. Allí será posible encontrar guarderías propias, apoyo escolar, enseñanza de idiomas o las primeras herramientas para acceder a internet.

En 2011, los centros vecinales ascendían a 291, pero sólo el 38 por ciento estaban regularizados, es decir, con autoridades vigentes y sólo se realizaban 30 elecciones de autoridades al año. De esas 30 elecciones que había por año, entre un 80 y 90 por ciento terminaban en listas únicas. Es decir, se llamaba a convocatoria y se iniciaba un proceso en el cual entre el 80 y 90 por ciento terminaban en listas únicas.

Los cimientos de Córdoba como la capital social comienzan en los barrios. Desde ahí, el municipio construye la esperanza y la posibilidad de concretar muchos de los sueños de los vecinos.

Fuente: La Voz