Cómo lidian los cordobeses con las obras céntricas “interminables”

Vecinos, comerciantes, conductores y peatones padecen cinco obras útiles, aunque tortuosas, en el casco chico de la Capital. Calles Buenos Aires, Deán Funes, San Martín, San Luis y Humberto Primero, las afectadas.

Vecinos, comerciantes, conductores y peatones padecen cinco obras útiles, aunque tortuosas, en el casco chico de la Capital. Calles Buenos Aires, Deán Funes, San Martín, San Luis y Humberto Primero, las afectadas.

Dificultades para transitar en vehículos y a pie, imposibilidad de ingresar a cocheras, molestias para acceder a las viviendas, comerciantes indignados por la caída de ventas, trastornos respiratorios por el polvillo, calles cerradas, materiales de construcción que restan espacios, obstáculos que causan tropezones, ruidos infernales de máquinas, obradores en la calzada, contenedores repletos de escombros, suciedad. Todo este caos y más provocan las obras que se ejecutan en el Centro de la ciudad de Córdoba. Vecinos, comerciantes, peatones y conductores sufren las consecuencias.

A pedido de los afectados, para entrar en negocios y viviendas se dispusieron improvisadas tablas de madera. Comerciantes no se oponen a las obras, pero advierten una caída tremenda en las ventas por atrasos y mala planificación.

La Voz relevó cinco obras céntricas en marcha. Tres de la Municipalidad: Buenos Aires al 300 y al 100, Deán Funes al 200 y San Martín al 300; una de Epec, en Humberto Primero, entre Urquiza y Avellaneda; y la restante de la empresa Redex, en calle San Luis entre Vélez Sársfield e Yrigoyen.

Entre las obras municipales, la de Buenos Aires al 300 la realiza, desde mayo, la empresa AMG. Es una inversión de 65,6 millones de pesos que incluye la 9 de Julio, la Obispo Trejo y la Rivera Indarte. Se reemplazan veredas y se instalan sendas para ciegos y rampas para discapacitados. Se circula de a un vehículo por vez. Extrajeron árboles en Buenos Aires y pasaje Antún, pese a los pocos que hay.

Mayoristas enojados

La zona mayorista es un lío: cortes de tránsito, estacionamiento colapsado, vallados, cartoneros, obreros, negocios con mercaderías dañadas y otros padeceres. Hay mucho enojo por la demora de las obras y los perjuicios. Comerciantes reflejan pérdidas del 30 al 50 por ciento en la actualidad y superiores al arrancar la obra.

Desde la Cámara de Comerciantes e Industriales Mayoristas, Héctor Luna dijo que “en 45 días” la actividad comercial resultó “vapuleada”. Y criticó: “Era más lógico hacer la obra en enero”. Sin éxito, la Cámara pidió postergación del pago de la tasa de Comercio e Industria municipal y de Ingresos Brutos en la Provincia.

Leo Rey cuestiona: “Rompieron ambas veredas a la vez, la gente se cae, es una vergüenza; ¿por qué no trabajan de noche?”. Para Silvia Cabral, es “notoria” la merma de clientes. Según Carolina González, la gente “ni mira vidrieras”. Vanesa Garay remarca que aparecieron problemas respiratorios. Desde un cotillón, Natalia Ortiz dice que “no entra nadie”. Carolina Haber recuerda que influyó el paro del transporte urbano.

Objetan que las veredas de Buenos Aires al 100 “se hicieron rápido” por la inauguración del edificio de Bancor. “Hubo favoritismo y se nota que la Provincia pidió acelerar los trabajos en detrimento de Buenos Aires al 300”, fustigaron Carolina Álvarez y Rey.

El director de Arquitectura municipal, Daniel Mentesana, les respondió: “No hay preferencias por nadie”. Adelantó que “en no más de dos semanas” se habilitarán las veredas, aunque las esquinas insumirán una semana más.

La obra de Deán Funes al 200 largó el 3 de abril y está a cargo de la firma Roganti y Asociados, por convenio urbanístico. Amplían veredas y construyen dársenas y estacionamiento para bicicletas. Se semipeatonalizará, como en Rosario de Santa Fe al 200. La inversión es 3.776.796 pesos. Según Mentesana, la obra está avanzada. El lugar está repleto de materiales y vedado al tránsito. Los trabajos afectan a las primeras cuadras de Tucumán y Belgrano. Pusieron tablones para acceder a negocios.

Varios comerciantes opinaron sobre la obra. Agustín Casadei confesó: “Semanas atrás no pasaba nadie; los trabajos podrían haberse apurado; ahora están entrando más clientes”. Eduardo Moyano dijo: “En abril perdimos 50 por ciento de ventas, 40 en mayo y en junio actual 35 por ciento; y también nos afectó el paro de transporte”. Marcelo Roig estimó en 30 por ciento la merma. “Nos mató la obra y aún falta un mes”, lamentó. Y Martina Esparza comentó: “Bajaron hasta 50 por ciento las ventas; pedimos reducción impositiva, pero sin suerte”.

Según los comerciantes, la obra “se demora demasiado”, hubo deficiencias técnicas e inciden los trabajos de otras empresas.

En tanto, las obras en calle San Martín al 300 arrancaron a fines de abril y tienen un plazo de 90 días. Se ensanchan veredas, se reemplaza carpeta asfáltica por adoquinado y se colocan cordón cuneta y desagües. Es otro tramo céntrico por semipeatonalizar. El tránsito vehicular está restringido. La inversión ronda los cuatro millones de pesos. Es un convenio urbanístico con la empresa GNI.

Hay alrededor de 48 frentistas afectados por esta obra. Plantean que los inconvenientes son las demoras en los trabajos y la incidencia que esto tiene en las ventas.

Mentesana cree que, si el clima lo permite, se acelerará el ritmo de trabajos. “Las labores en las veredas son complicadas”, aclaró.

Molestias por trabajos de empresas

En la zona céntrica de la ciudad de Córdoba, dos empresas están ejecutando obras en las calles que causan molestias a la gente.

Epec trabaja sobre el lado izquierdo de avenida Humberto Primero, entre Urquiza y Avellaneda. Esta obra arrancó tiempo atrás a la altura de la Cañada (tramo listo) y ahora continúa por Avellaneda. Hay una zanja, cañerías, tierra, redes de protección, materiales constructivos, máquinas y pasos peatonales momentáneos.

Se trata de la instalación de cableado subterráneo. Tiene un plazo de 420 días y una inversión de 229.596.800 pesos. La contratista es la UTE Tel3, Estructuras e Ítem.

El tramo entre Fragueiro y Urquiza también ya está terminado.

Otra obra en marcha es en calle San Luis. Empezó a principios de mes. Es un aliviador cloacal para barrio Güemes. Lo construye la empresa Redex bajo la calzada de la calle. El tránsito está interrumpido en dos cuadras. Se observa una zanja, máquinas, tierra, cartelería, vallados y caños. Comerciantes acusan una reducción de clientes. “Nos dijeron que tienen para una semana más”, dijo Víctor Lizárraga. Según otros negocios, la reciente protesta de choferes también perjudicó las ventas.

Fuente: La Voz