La Nación distribuyó 772 millones de pesos en ATN a los Municipios
De las 162 partidas a localidades en todo el país que recibieron $ 772 millones en Aportes del Tesoro Nacional (ATN) durante los primeros 5 meses de 2017, la mayor parte fue a intendentes de Cambiemos: unos $ 513,9 millones.
01/09/2017 ECONOMÍADe las 162 partidas a localidades en todo el país que recibieron $ 772 millones en Aportes del Tesoro Nacional (ATN) durante los primeros 5 meses de 2017, la mayor parte fue a intendentes de Cambiemos: unos $ 513,9 millones. En cambio, a los alcaldes del peronismo, en todas sus variantes nacionales, se les transfirieron unos $ 207,7 millones. Finalmente, a “otros” que pueden ostentar la administración de su provincia, como los socialistas santafesinos o en Chubut apenas recibieron unos $ 50,6 millones.
Los datos surgen de un anexo entregado en su último informe al Congreso por el Jefe de Gabinete Marcos Peña, respondiendo a la pregunta 485, en las que se le requería el detalle del reparto de las asistencias financieras a los municipios. La respuesta apuntó la distribución de enero al 7 de julio de este año, sin especificar sus partidos políticos, categoría que agregó El Cronista, en un informe difundido esta semana.
Asistencia financiera
Desagregado el mapa de los ATN, justificando las asistencias como E (“emergencia”) o D (“desequilibrio financiero”), se tratan de 87 partidas dirigidas a municipios del oficialismo, 49 para el PJ y 26 para otros colores políticos. Para graficar, en la provincia de Buenos Aires (que el año pasado recibió $ 1927 millones de una torta de $ 4683 millones, según otro anexo oficial), se distribuyeron $ 144 millones en 23 partidas a municipios de Cambiemos.
Pero fue uno del PJ el que más dinero recibió: al Hurlingham de Juan Zabaleta (hoy en Cumplir) se le enviaron $ 25 millones el 14 de junio. El podio lo completan intendentes del oficialismo: el Morón de Ramiro Tagliaferro, ex esposo de María Eugenia Vidal, con dos transferencias (el 26 de abril y el 14 de junio) por $ 21 millones; y La Plata, de Julio Garro, que recibió un ATN de $ 20 millones.
Tres comunas peronistas (incluye FpV y randazzismo) recibieron $ 38 millones. En esta categoría está incluida San Nicolás, si bien unas semanas después de la transferencia del 9 de marzo, su intendente Ismael Passaglia asumió en el gabinete de Vidal. Los $ 6 millones a Villarino son el único aporte a un municipio del Frente Renovador.
Reparto discrecional
También, en el mismo documento oficial, se detallan transferencias a gobiernos provinciales (como marca la ley) por más de $ 1000 millones. Entre ellas, las más beneficiadas fueron Jujuy, controlada por el radical Gerardo Morales, con tres pagos por $ 300 millones (el 19 de enero, el 16 de febrero y el 5 de junio); y la Mendoza de su correligionario Alfredo Cornejo, con un abono de $ 200 millones el 16 de febrero. La otra cara de la moneda: Catamarca de la peronista Lucía Corpacci recibió un par de ayudas: una el 7 de abril por $ 2 millones y otra el 16 de mayo por $ 20 millones.
La ley 23.548 de Coparticipación Federal, de 1988, creó un fondo de ATN para que el Estado distribuyera ante “situaciones de emergencia y desequilibrios financieros “. Desde el menemismo hay denuncias de su uso discrecional. Por ejemplo, para saltear a los mandatarios provinciales, el ex presidente Néstor Kirchner supo dirigir las partidas directamente a las localidades, en lugar de enviarlas a las arcas provinciales.
Hay quienes denuncian que la práctica continúa hoy: desde el Frente Cívico y Social que gobierna Santa Fe, con Miguel Lifschitz, denuncian un reparto “a lo kirchnerista”. Sin contar un aporte por las inundaciones de enero, 11 municipios tanto de Cambiemos como del oficialismo local recibieron un ATN: aunque fueron $ 57,3 millones para los primeros, y $ 7,6 millones para los segundos.
El fin de impuesto al cheque se anunciaría antes de octubre
La reforma impositiva que tiene en mente el gobierno y se conocerá en sociedad después de las elecciones de octubre, tiene en la mira terminar con el impuesto al cheque y, al menos en parte, con ingresos brutos. En el caso del tributo a los “débitos y créditos bancarios”, no dejará de existir pero podrá ser tomado a cuenta de Ganancias o será devuelto por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en el caso, como los monotributistas, que no estén alcanzados por ese tributo o su pago exceda las liquidaciones mensuales de esa persona o empresa. Para ingresos brutos el gobierno tiene pensado un “Plan Canje”: parte de lo que las provincias perderán de recaudar por el posible fin del impuesto, será retribuido por la nación con el cumplimiento liso y llano del fallo de la Corte Suprema de Justicia que obliga a la Nación a aumentar en un 15% las transferencias por coparticipación. En ambos casos los cambios serán graduales y aplicados en diferentes etapas en cinco ejercicios fiscales que comenzarán en enero de 2019 y terminarán en diciembre de 2023.
Terminar con la presión del impuesto al cheque fue una de las muchas promesas de campaña de Mauricio Macri, que quiere tener el anuncio definido, en lo posible, antes de las elecciones de octubre de este año y como adelanto de la reforma impositiva que se viene. Como se trata de eliminar, de alguna manera, el tributo más odiado y distorsivo del sistema tributario, se descarta que algún que otro voto extra aportará. En términos de ingresos, no será fácil encontrarle un reemplazo al dinero que el sector público obtiene cada mes por este tributo. El año pasado, por esta vía, según anunció en enero pasado la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), se obtuvieron unos $131.669 millones con un aumento del 35% en forma interanual (más que el 27% anual de la recaudación total), con un promedio mensual de 10.970 millones. Este año el ritmo de crecimiento es aún mejor y superaría los 14.000 millones promedio por mes. Se trata, después de IVA y Ganancias, de la principal fuente de recaudación lo que lo hace difícil de eliminar. Además es coparticipado, lo que lo convirtió en casi intocable. El tributo podría tomarse a cuenta de Ganancias o Bienes Personales en el caso de los trabajadores autónomos; o en algún pago a cuenta por parte de los monotributistas. Sería la alternativa que menos costaría para el Gobierno, y que, en algunos casos, incluso ayudaría a blanquear la economía
La historia del impuesto es conocida. Fue creado por Domingo Cavallo en agosto de 2001 como rápida, fácil y diaria recaudación y como prenda a las presiones del FMI para garantizar ingresos públicos y evitar el default. La idea en esos tiempos era que su vigencia se extendiera no más allá de seis meses. O, como máximo, un año. Sin embargo aún está con nosotros, casi 15 años y medio después.
En el caso de Ingresos Brutos, la reforma pasaría por una adecuación paulatina con la nueva ley de responsabilidad fiscal y el fallo de la Corte Suprema de Justicia del año pasado del año pasado que le impone al gobierno un incremento del 15% en el monto de coparticipación; y que deberá ser negociado, más que por el ministro de hacienda Nicolás Dujovne, por el de Interior Rogelio Frigerio. Este dinero comenzará a retribuirse a partir del cumplimiento del compromiso de una reducción de los diferentes déficits provinciales.