Córdoba: Un puñado de escuelas serranas luchan contra el desarraigo y el olvido
Son colegios ubicados entre la pedanía de Río de los Sauces y el departamento Río Cuarto. Entre todos suman unos 25 alumnos.
06/09/2017 MUNICIPIOSSon colegios ubicados entre la pedanía de Río de los Sauces y el departamento Río Cuarto. Entre todos suman unos 25 alumnos. Para revalorizar la educación rural llevan adelante un proyecto literario a través del cual los chicos escriben historias y leyendas que luego comparten con sus pares
Lejos de darse por vencidas, aunque alejadas y olvidadas por momentos, las escuelas rurales serranas siguen en pie. Resistiendo al polvo, al viento y al paso del tiempo, y sacudidas por la baja en sus matrículas, renuevan su compromiso y prometen que mientras un guardapolvos blanco se asome en el horizonte seguirán abriendo sus puertas.
Para ello incluso, entre tantos cambios que se producen y algunos que sólo ven pasar, utilizan la tecnología a la que pueden tener acceso para revalorizar su cultura nativa y originaria, dando sumo valor a las leyendas, historias, respeto y profundizando lazos que, lejos de perderse, siguen más estrechos que nunca.
En un relevamiento hecho por el docente rural José Gómez, en la pedanía de Río de los Sauces y el departamento Río Cuarto cerraron sus puertas nueve escuelas rurales, tres de Río Cuarto y seis de Calamuchita en ese reducido espacio geográfico.
Este docente que sigue trabajando y pensando propuestas innovadoras admite que hay que repensar la escuela rural y sus comunidades. Y en ese sentido es que este año pusieron en marcha un proyecto literario denominado «Abriendo caminos con la palabra». Mes a mes intercambian el material logrado por sus alumnos con otras escuelas a través de diversos medios: desde libros, cuadernos y obras literarias filmadas con un celular hasta títeres. “Eso enriquece al alumno de distintas maneras, y mucho más cuando lo compartimos con otros pares”, precisó Gómez.
En estos trabajos el objetivo central es revalorizar la identidad rural, su cultura y su idiosincrasia.
Participan del proyecto de intercambio de producciones literarias las escuelas Juan Pascual Pringles, del Paraje Rodeo de los Caballos; Olegario Víctor Andrade, del Paraje Huerta Vieja; José Gabriel Brochero, del Paraje Las Lagunitas; Antártida Argentina, del Paraje San Francisco; 25 de Mayo, de Cerro Colorado; Hipólito Yrigoyen, de las sierras cordobesas; y la escuela Padre Feliz Enrique, de la localidad del Quillinzo.
José Gómez, director de la escuela Antártida Argentina -en el paraje San Francisco, distante unos 30 kilómetros de Río de los Sauces- y quien forma parte de este proyecto, dijo que este intercambio literario también permite a los alumnos socializar e integrarse con chicos de su edad de otros establecimientos de la zona.
Cada año, el proyecto tiene algunas improntas nuevas o se va adaptando a la realidad del momento, pero nunca pierde lo esencial, que es revalorizar, preservar y hacer conocer la identidad rural nativa.
Los actos escolares
Por ejemplo en Cerro Colorado desarrollaron el acto del 25 de Mayo y realizaron una obra de teatro que cada institución que participó ensayó en su escuela, y fue en el día de la celebración cuando se encontraron por primera vez y allí unieron toda la representación. “Esto no constituyó ningún inconveniente y la obra salió de manera espectacular”, sostuvo orgulloso el maestro y director.
Gómez también mencionó otra «transgresión» hecha en actos escolares. Así, por ejemplo, recordó que para el Día de la Independencia en Huerta Vieja una de las docentes, la de Rodeo de los Caballos, se las ingenió para representar con su único alumno en un video y power point la vida de San Martín, siendo ella y el niño los protagonistas de la historia por medio de tomas fotográficas que, además, es otra impronta que toma el proyecto, el de aplicar la tecnología digital pero sin opacar; es decir, potenciar a través de ella la cultura serrana.
A su vez, en estos actos se apela a situaciones lúdicas de las que participan también las familias y es una forma de recrear momentos históricos a través de crucigramas y otros juegos.
Caída de la matrícula
El esfuerzo y la dedicación de los docentes no se quiebra, pero la realidad les juega en contra. Es que la matrícula de alumnos va en continua caída por el éxodo de las familias.
«Contar con dos alumnos ya es alegría, y llegar a 7 u 8 nos pone muy contentos, pero sabemos que la realidad es dura y difícil, cada vez hay menos alumnos en las escuelas rurales y es una realidad que nos enfrenta cada día», opinó Gómez.
Por años, los encuentros de las escuelas rurales convocaban a un centenar de chicos; hoy son tan pocos los alumnos que siguen en el sistema rural y tan amplias las distancias que los separan que se hace imposible hacer las ferias de ciencias o encuentros educativos.
«Muchos empleados rurales están un tiempo en una zona y luego deben buscar trabajo en otra parte, y las aulas se van quedando sin alumnos. Es inestable, estamos mal con la matrícula. Es una dura realidad para las escuelitas rurales, pero debemos seguir adelante”.
El maestro Gómez dicta clase a sólo dos alumnos, uno que cursa el quinto grado y otro en sala de cuatro. Pero sabe de la realidad de otros colegios como el de Rodeo Viejo, que el año pasado no tuvo alumnos y se cerró. Este año apareció un único niño, hijo de un puestero rural, y el edificio volvió a abrir sus puertas.
Suena el Himno Nacional Argentino y, aunque la melodía casi se pierde por la espesura y magnitud del paisaje, permite rescatar las voces de un puñado de sueños blancos que esconden sus manos frías en los bolsillos amarillentos de tiza acumulada, teñidos de azul por alguna lapicera que no soportó el encierro.
El maestro endulza luego una zamba serrana desde su guitarra para luego emprender el largo camino del regreso a casa.
Una mamá saca una foto más con el celular de su hija frente a la escuelita donde junto a una compañerita son las únicas que habitan las dos aulas, el baño y el patio. Y emprenden el regreso buscando una loma que les permita compartir esa imagen. Detrás la escuela se va desdibujando, pero espera al día siguiente para volver a cobrar vida.