Pueblos Auténticos: un plan turístico federal

Esta iniciativa busca llevar turistas a pueblos de todo el país

Esta iniciativa busca llevar turistas a pueblos de todo el país

«Alfarcito, pueblo chiquito y bonito». Así describe a su pueblo Humberto Carrillo y resume el espíritu de este lugar en medio de la puna jujeña.

Quizás sea la tranquilidad de sus calles, sus casas con arquitectura típica y un paisaje con encanto particular: hay pueblos en el país que atrapan con una identidad y una esencia que lograron mantener a través de los años. Desde las tejedoras en Alfarcito, hasta la cultura galesa en Gaiman, la atrayente historia de la Isla Martín García o las casas revestidas en piedra de La Carolina.

El lunes pasado, el Gobierno lanzó un plan para potenciarlos como destinos turísticos. En el marco de la Feria Internacional de Turismo, que se realizó el último fin de semana en el barrio porteño de Palermo, los Ministerios de Turismo y de Cultura presentaron finalmente Pueblos Auténticos, programa en el que ya vienen trabajando.

«El turismo llega a donde otras actividades no llegan: es uno de los pilares fundamentales en la generación de empleo y la reactivación de las economías regionales. Con Pueblos Auténticos, pequeñas comunidades son la oportunidad para un gran desarrollo local de la actividad turística a lo largo de todo el país», dijo el ministro de Turismo, Gustavo Santos.

«Con más turismo transformamos la vida de cada pueblo y cada región, es una posibilidad para crear más trabajo e impacto económico, con foco en la sustentabilidad y en la revalorización de la identidad», agregó.

Pueblos pequeños, potencial grande

Según la presentación que se realizó en la FIT, el objetivo del programa es potenciar el desarrollo turístico de esas comunidades, poner en valor de la identidad del pueblo y revalorizar sus patrimonios. Estos lugares se caracterizan por conservar su identidad e idiosincrasia, plasmadas en diferentes aspectos relacionados con su patrimonio natural y/o cultural, su arquitectura, tradiciones, gastronomía, paisaje, historia, religión, artesanías y el origen de sus pobladores.

¿El foco? Enaltecer sus características únicas y distintivas, su patrimonio inmaterial vinculado a su historia, fiestas, tradiciones, producción artesanal, gastronomía tradicional y cualquier otra manifestación que dé cuenta de la identidad local.

Lo harán mediante obras estratégicas y mejoras de servicios y conectividad en cada lugar, por eso trabajarán junto con la comunidad y a todos los niveles de gobierno: participan, además de los ministerios de Turismo y de Cultura, los de Interior, Transporte, Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Ambiente y desarrollo sustentable, Relaciones Exteriores y Culto, Trabajo, Producción, y Modernización.

En la primera etapa son nueve los pueblos en los que están interviniendo: Concepción del Yaguareté Corá, Purmamarca, San Francisco de Alfarcito, Moisés Ville, La Carolina, Gaiman, Camarones, La Angelita e Isla Martín García.

Algunos de los trabajos proyectados, por ejemplo, incluyen el mirador del cerro Porito en Purmamarca, la ampliación del muelle en la Isla Martín García, el faro de la Isla Leones en Camarones, el Paseo del Pirquinero en La Carolina y el centro de artesanos en Alfarcito. También se busca fortalecer a los emprendedores y la producción local, como la recuperación de terrazas de cultivo ancestrales y el impulso al proyecto productivo de sales saborizadas en Alfarcito, o el de frutos de mar en Camarones.

Para la segunda etapa, los pueblos serán Tolhuin, Villa Traful, Villa Tulumba, Jagüé, Las Cuevas, Antofalla, Sierra Grande (Playas Doradas), Cachi. Y en una tercera instancia será el turno de las provincias de Entre Ríos, Tucumán, Santa Cruz, San Juan, Formosa, Chaco, Misiones.

Los pueblos por dentro: algunos datos

Entre los pueblos, hay algunos históricos de más de 500 años, como la Isla Martín García en Buenos Aires, donde se pueden conocer un antiguo penal, las canteras donde se extraían los adoquines para la ciudad de Buenos Aires, el teatro Urquiza y el faro. Además, el río brinda el entorno para hacer actividades acuáticas y la isla es un área natural protegida.

Yendo hacia el norte, se encuentran pueblos con identidad andina, como Purmamarca en Jujuy, con su arquitectura típica (construcciones de adobe y techos de cardón con tortas de barro), su gastronomía, la plaza con la feria artesanal y el icónico Cerro de los Siete Colores de fondo.

Alfarcito, también en Jujuy, es un pueblo coya de menos de 200 habitantes, donde se lucen las prendas que elaboran las tejedoras locales, la gastronomía con productos típicos como la carne de llama, las tareas rurales para compartir con sus pobladores y conectarse con la tranquilidad más pura.

En armonía con la naturaleza, Concepción del Yaguareté Corá, Corrientes, es una de las puertas de entrada a los Esteros del Iberá. De viviendas sencillas y espaciosas, con un aire colonial, este pueblo tiene mucho para contar: formó parte del camino de Belgrano, del legado de los jesuitas, del campo y el peón correntino, y también ofrece contacto con la vida rural en las estancias que se encuentran en el área. Fue en este pueblo donde, a principios de octubre, el presidente Macri hizo una primera presentación del programa.

En San Luis, La Carolina conserva sus casas revestidas en piedra, calles empedradas y características de la época colonial, cuando se hacía la extracción de oro en sus ríos y cerros. Aún hoy se pueden visitar las minas.

Al sur, hay lugares costeros como Camarones, Chubut, donde el mar, de un azul perfecto, se adueña del paisaje, la costa aporta sabor marino a la gastronomía y la tranquilidad se siente a cada paso.

Otros son pueblos en los que comunidades inmigrantes dejaron su legado, como Gaiman, un verdadero reducto galés, con sus capillas de arquitectura típica, la ceremonia del té (un clásico) y delicias como la torta negra. O La Angelita, el único pueblo de la Argentina donde el 70% de sus habitantes son de origen árabe musulmán, conocida como «La pequeña Siria», y Moisés Ville, el primer eslabón de los asentamientos que las corrientes inmigratorias de origen judío en nuestro país

Fuente: Sin Mordaza