El basural del Oncativo desborda y la escombrera sigue en espera
Pese a los esfuerzos de la Municipalidad por reducir los microbasurales, la situación en el barrio sigue similar al año pasado. Los vecinos se quejan de la contaminación y la falta de higiene urbana en el área
Pese a los esfuerzos de la Municipalidad por reducir los microbasurales, la situación en el barrio sigue similar al año pasado. Los vecinos se quejan de la contaminación y la falta de higiene urbana en el área
A pesar de los reiterados reclamos de los vecinos de barrio Oncativo, el basural a cielo abierto continúa funcionando. Alrededor de 25 familias conviven con desechos de comida, animales muertos, escombros, bolsas de plásticos, y toda clase de residuos. El olor es nauseabundo en ese sector de la ciudad.
Desde la Municipalidad aseguran que se están ocupando del tema. En diálogo con PUNTAL, el coordinador de Gestión Ambiental e Higiene Urbana, Mariano Mancinelli, destacó que ya tienen aprobada la primera habilitación para montar una escombrera pegada al sector de barrio Oncativo. La obra estaba anunciada para fines del año pasado, pero según el funcionario, quedará inaugurada a mediados de este año. “Cuando pongamos la escombrera en funcionamiento, vamos a recibir la poda, los escombros y vamos a poder trabajar con los carreros en la recuperación de residuos, por lo cual creemos que se va a disminuir mucho más la cantidad de microbasurales en la ciudad”.
El funcionario remarcó que de ochenta microbasurales que existían cuando comenzaron la gestión, lograron disminuirlos a 16.
Sin embargo, el día a día en el barrio pegado al basural no es fácil de soportar. Micaela Montes tiene 23 y nació allí. Su anhelo es que puedan limpiar toda la suciedad para que los nenes del barrio, crezcan sanos. La mujer es mamá de dos niños, de 2 y 7 años. “Mis chicos viven enfermos: les salen ronchas, o sarpullidos y yo creo que es por la basura”, afirmó. Incluso señaló que su perro está contagiado de sarna.
Micaela recuerda que cuando era chica había una persona encargada de controlar los residuos que se arrojaban en un contenedor. Hoy el panorama es desalentador: el servicio de recolección de basura no recorre todas las calles; los desechos están depositados en sitios baldíos frente a las viviendas y alrededor de los lotes. Como si fuera poco, los contenedores no dan abasto con la cantidad de basura que les arrojan a diario.
“Nos juntamos con los vecinos para plantear este tema a la Municipalidad pero no tuvimos respuesta”, dijo.
Además, Micaela contó que en sucesivas ocasiones le reclamó a otros vecinos y recuperadores que no arrojen más basura frente a su casa, pero no hay caso: “me he cansado de correrlos, te putean o no te llevan el apunte”, señaló a este diario.
El reclamo de Micaela tuvo resonancia en los medios en junio pasado, ya que su criadero de cerdos fue clausurado a causa de un brote de triquinosis.
“Vinieron y lo cerraron pero no limpiaron más nada”. Su marido es carrero, y junta cartones para vender, que están depositados en el patio de su casa. Al resto de la basura, la quema.
Solución a largo plazo
“Hemos municipalizado el servicio de limpieza de microbasurales a través de multas a los propietarios que tienen en mal estado sus terrenos. El año pasado mandamos a cobrar más de dos millones de pesos por tareas de limpieza realizadas por el municipio”, contó Mancinelli.
Este no es el caso del basural en barrio Oncativo, ya que se trata de tierras fiscales, por lo tanto, la tarea de saneamiento corre por cuenta de la municipalidad.
En ese sentido, el director del área de Higiene Urbana explicó que el material recolectado en dicho barrio se traslada continuamente al predio de enterramiento controlado, que ocupa más de 20 hectáreas, donde se realiza un tratamiento especial para disposición final de residuos.
“Para erradicar el basural de barrio Oncativo nosotros intimamos a las empresas para que no tiren contenedores de escombros, y nos queda el problema social de los recuperadores y los inadaptados que igual van a tirar basura. Por más que hagamos multas, nos resta habilitar la escombrera para que el vecino que trabaja con reutilización de materiales la tenga ahí al lado y pueda hacer la separación de materiales en ese lugar. De esa manera trabajamos con la pata social que nos falta”, explicó.
Multas
El Código municipal de higiene urbana, aprobado en 2016, establece ciertas disposiciones generales y establece multas para conductas inapropiadas. Al juez de faltas le corresponderá determinar la sanción de acuerdo a la acción cometida: no es lo mismo arrojar residuos patógenos, que realizar quemas a cielo abierto, o no recoger el excremento de una mascota depositado en la vía pública. Las penas van de 2 y 30 unidades multa (UM) que por reincidencia se duplican.
