La confianza en Macri: razones de una caída
En plena campaña electoral para las elecciones presidenciales de 2015, Rogelio Frigerio hizo un chiste. Varios de los que luego serían integrantes del Gobierno nacional debatían qué hacer con las tarifas si llegaban al poder
03/05/2018 El PaísEn plena campaña electoral para las elecciones presidenciales de 2015, Rogelio Frigerio hizo un chiste. Varios de los que luego serían integrantes del Gobierno nacional debatían qué hacer con las tarifas si llegaban al poder (si subirlas fuertemente al comienzo, o llevarlas despacio). “Cuánto más rápido hagamos estas cosas malas, mejor”, se lo escuchó decir al actual ministro de Interior. Todos rieron nerviosos y en voz alta.
La anécdota la cuenta Hernán Iglesias Illia en su libro Cambiamos, sin saber, quizá, que estaba anticipando uno de los grandes dolores de cabeza que tendría la gestión macrista. Porque tarde o temprano, el Gobierno tomaría medidas antipopulares y eso afectaría (como ahora) la confianza en el Presidente.
Lo acaba de confirmar el índice de confianza en el Gobierno (ICG), que en abril cayó al nivel más bajo desde que asumió Macri. Un número que no aparece solo (hay otros estudios de opinión pública que van en la misma dirección), y que da una idea sobre el complicado escenario que afronta Cambiemos.
¿Qué dice el ICG? Que en abril fue de 2,07. El número, así en solitario, no dice nada. Pero ayuda saber que, desde marzo, la confianza en el Gobierno nacional cayó un 11 por ciento (desde 2,32). Nunca antes había tocado ese nivel.
El ICG es medido por la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella, de Buenos Aires, y ha sido publicado desde 2001, lo que lo convierte en una referencia de la política.
“La significativa caída del índice refleja un contexto signado por la prominencia en la agenda de las subas de tarifas de servicios, la percepción de que la pauta de inflación prevista por el Gobierno ya no podrá alcanzarse, y la discusión acerca de conflictos de intereses o inversiones cuestionables de importantes funcionarios del Ejecutivo”, dice la publicación.
Carlos Gervasoni es doctor en Ciencia Política y uno de los responsables del informe en la Universidad. Explicó a La Voz cómo entender el índice y qué implicancias tiene.
“No lo llamamos popularidad ni apoyo. Es ‘confianza’. En qué medida la ciudadanía confía en que un Gobierno pueda hacer bien las cosas”, describe.
“Este índice es un conjunto de indicadores. Agrupa cinco preguntas distintas. A la gente se le pide que evalúe diferentes aspectos, como la honestidad de los funcionarios, la eficiencia o la capacidad para resolver los problemas del país”, agrega Gervasoni.
Tarifas, inflación, funcionarios cuestionados y, más atrás, la reforma previsional fueron horadando la relación de los ciudadanos con el Gobierno. Hasta este presente de dólar alto y devaluación.
¿La coyuntura explica todo o es que el tiempo va desgastando la confianza? “Hay momentos. Medidas de la agenda pública que afectan. Por ejemplo, el Gobierno había aumentado mucho la confianza en los meses electorales del año pasado”, responde Gervasoni. “Ese aumento empezó antes de las elecciones, lo que los ayudó a ganar. Y siguió creciendo después”, recuerda.
Pero, hacia fin de año, se dio lo que Gervasoni llama “una dinámica negativa” (como punto de inflexión con la reforma previsional). “Evidentemente, eso afectó al Gobierno e hizo que los niveles de confianza bajaran”, reconoce.
Encuestas
El dato de la confianza no está solo. La caída en la apreciación positiva hacia el Gobierno nacional y hacia la gestión de Macri se ve en varias encuestas. El diario Clarín publicó, el pasado 27 de abril, una nota en la que relevó 10 estudios de opinión pública en los que la imagen del Gobierno cae o sufre un deterioro importante.
Entre ellas, se mencionan estudios de Isonomía Consultores (ver Sostener las expectativas…), que suele trabajar con Casa Rosada, y también una encuesta de Gustavo Córdoba & Asociados.
Para el consultor Córdoba, la desaprobación al Gobierno nacional trepa hoy al 51,6 por ciento de la población, aunque la imagen positiva de Macri tuvo un leve repunte en abril.
Córdoba afirma que el voto en las elecciones legislativas de 2017 fue “ideológico” y que eso elevó las expectativas en aquellos días. “Se prescindió del mal momento de la economía. Se apoyó a Macri para que el Gobierno concretara lo que había ofrecido en 2015. Porque los votantes entendían que el obstáculo era Cristina”, afirma.
Ahora, dice Córdoba, el problema que tiene Macri en el corto plazo “es que en los núcleos urbanos más importantes, de clase alta, se percibe cierto descontento hacia el Gobierno”.
¿Por qué? Porque una vez que Cristina fue “neutralizada” electoralmente, quien votó a Cambiemos volvió a pensar con el bolsillo. “Pero, ojo, porque ese elector no va a ir a apoyar a un opositor, sino que retrajo su apoyo al Gobierno”, explica. “Es decir: Macri conserva su núcleo duro, un 30 por ciento de la población, pero empieza a perder el voto que le permitió ganar en la segunda vuelta”, grafica Córdoba.
Alto
De todas maneras, Gervasoni advierte que, aun con estos niveles de aprobación, Macri está por encima del promedio de los dos gobiernos de Cristina Fernández.
“Cristina fue una presidenta con niveles de popularidad altos, y a Macri le está yendo mejor”, aclara el especialista. “El gobierno de Cambiemos tiene niveles de confianza similares a los que tuvo Néstor Kirchner, y eso que Néstor fue muy popular”, remarca.
“Cuando uno ve la variación, si bien el índice va de 0 a 5, lo que se mueve va de 0 a 3; o a 3,40 con toda la furia”, dice. “Niveles superiores al 3 son muy altos, y debajo del 1 es muy bajo. Macri se mantiene en niveles de un poquito más de 2 y un poquito más de 3. Comparativamente, se mantiene por arriba de todos los meses del último gobierno de Cristina”, grafica.
Gervasoni espera la evolución. “Habrá que ver cuál es la tendencia, porque si sigue declinante en los próximos meses, eso sí va a ser un problema”, responde.
La advertencia es porque el especialista de la Di Tella percibe que Macri aún posee capital político para “quemar”. Y lo hará antes del final de año. “En la administración del timing de la popularidad está una de las pocas herramientas que tiene el Gobierno. Ellos están convencidos de que lo de las tarifas hay que hacerlo, y lo van a hacer. El truco sería que mantuvieran esta política y que pudieran, en la segunda mitad del año, empezar a formar un clima más favorable”, cierra Gervasoni.
“Debajo del radar”
La frase de Peña
Durante la campaña de 2015, Marcos Peña usaba una frase: “Por debajo del radar”. La empleaba para explicar que, a Cambiemos, lo que decían las encuestas que se publicaban era relativo. “Lo de ‘debajo del radar’ se mantiene, pero se amplió”, manifiesta Hernán Iglesias Illia, de Comunicación Estratégica, en la Jefatura de Gabinete. “Cuando sos gobierno, tenés que participar en todas las conversaciones, en parte por responsabilidad institucional. Es decir, tanto las que están por debajo del radar y también las institucionales, las políticas y las de la prensa”.