Menos mal que ya pasó
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, se felicitó a sí mismo por las medidas del viernes último y las consideró definitivas. “Evitamos la crisis, para que no ocurra nunca más”.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, se felicitó a sí mismo por las medidas del viernes último y las consideró definitivas. “Evitamos la crisis, para que no ocurra nunca más”.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, afirmó ayer que el programa económico del gobierno está “generando las condiciones que Argentina no tenga nunca más una crisis”. A 24 horas de que el Banco Central lanzara una suba de tasas que disparará el costo de los créditos hacia arriba en forma inmediata, y que desde Hacienda el propio Dujovne anunciara un recorte de 30 mil millones de pesos en la obra pública para este año, el ministro se congratuló de que, con esos anuncios, “se evitó una crisis”. “Ayer –por el viernes– anunciamos medidas para bajar la volatilidad y para dar certezas de que Argentina va al equilibrio fiscal. Hay cosas que tenemos que asegurarnos de que no ocurran nunca más, como una crisis, y con las medidas que estamos tomando vamos a evitar eso”, manifestó.
El gobierno pretende mostrar la baja de un peso en el dólar del jueves al viernes como el reflejo de “un éxito” en su política. No lo ven así los distintos sectores afectados, ni los analistas internacionales.
La propia Elisa Carrió, convertida en uno de los pilares en la defensa de la actual política económica, debió correr el eje del supuesto “equilibrio” para mostrar como exitoso lo hecho por el gobierno. Tras la suba del dólares del miércoles (trepó a 21,52), señaló que no le preocupaba porque “con un dólar a menos de 20 pesos era imposible exportar”. Ayer, tras el cierre del viernes a 22,30, corrió el punto de equilibrio: dijo que “con un dólar a menos de 21 era imposible exportar”. La aliada del macrismo devaluó su propio punto de referencia en 48 horas.
Dujovne había ofrecido una conferencia de prensa, el viernes poco antes de las 10 de la mañana, junto al ministro de Finanzas, Luis Caputo, en el microcine del Palacio de Hacienda. Una media hora antes, el Banco central había emitido un comunicado en el que se informaba que “Ante la dinámica adquirida por el mercado cambiario, en el que ayer (por el jueves) el peso se depreció respecto al resto de las monedas de países emergentes”, el Consejo de Política Monetaria de la entidad había resuelto aumentar las tasas de interés de referencia al 40 por ciento.
Dujovne, a su vez, anunció la aceleración de la reducción del déficit fiscal primario, que en vez de un objetivo de bajar al 3,2 por ciento del PBI para este año pasaba a una meta más ambiciosa del 2,7 por ciento. Este ajuste representa un recorte de unos 30 mil millones de pesos, que afectaría principalmente al cronograma de obras de infraestructura, que será reprogramado. Además, Dujovne, en una muestra de fe, ratificó la meta de inflación del 15 por ciento para este año.
El ministro de Hacienda habló ayer con la intención de transmitir que el gobierno se mantiene al control de la situación “Estamos siempre atentos y listos para reaccionar, la población tiene que estar tranquila. Vamos por el buen camino y generando las condiciones para que Argentina no tenga nunca más una crisis como las del pasado”, sostuvo, reforzando la idea al afirmar que “con las herramientas que tenemos ya no vamos a tener las cirsis que se tuvo en el pasado”.
Un día antes, en conferencia de prensa, Dujovne había hecho una presentación basada fundamentalmente en las proyecciones del gasto público, la evolución del déficit fiscal primario y la consistencia de las cuentas públicas con el equilibrio monetario y un sendero de crecimiento. Es decir, lejos de un lenguaje comprensible para una mayoría de la población en estado de desesperación por el descalabro del dólar y la posible repercusión en la forma de un mega aumento de precios. “Habló para los mercados”, fue la lectura en los que coincidieron medios de distinto signo político, locales e internacionales.
Ayer, en cambio, Nicolás Dujovne se mostró más entrenado para utilizar un lenguaje más llano, aunque con argumentos cuestionables. El viernes había eludido referirse a la trepada del dólar de los días previos. Al hablar frente a los micrófonos de la AM del Grupo Clarín, el titular de Hacienda expresó que el salto en la cotización de la divisa, sobrepasando el nivel de 23 pesos el jueves, se debió a “ruidos domésticos por querer modificar la política tarifaria del gobierno” por parte de la oposición.
