El radicalismo en llamas después de la ruptura
Ramón Mestre criticó a los que buscan imponer “el dedo de Buenos Aires”. El senador Naidenoff le apuntó a Elisa Carrió.
13/03/2019 POLÍTICARamón Mestre criticó a los que buscan imponer “el dedo de Buenos Aires”. El senador Naidenoff le apuntó a Elisa Carrió.
Tras la definición de la ruptura de Cambiemos Córdoba, un coro de radicales siguió discutiendo sobre las cenizas. El intendente de Córdoba capital, Ramón Mestre, que se presentará por el radicalismo, sostuvo que no será “sumiso ni aceptará el dedo de Buenos Aires”. Mestre busca llevar como candidato a sucederlo en la intendencia a Rodrigo De Loredo, que ayer dejó en suspenso la posibilidad de bajar su postulación. Desde el PRO le están ofreciendo un lugar interesante en la lista de Diputados para que se baje y no compita junto a Mestre. Hasta esta semana, De Loredo se resistía. Ayer dijo que todo había sido “un circo”. Como faltaron los malabaristas, hubo hasta dirigentes radicales negando la ruptura, mientras otros no pudieron contenerse y cuestionaron al radicalismo cordobés por la división.
Mestre buscaba dirimir su candidatura a gobernador de Córdoba con Mario Negri en una interna el 17 de marzo, algo que ya no será posible. Negri siempre fue el preferido de la Rosada, acompañado en la fórmula por el macrista Héctor Baldassi y por Luis Juez como candidato a intendente. Desde la Rosada buscaron siempre bajar a Mestre, que se negó en todas las oportunidades. Contaba con el apoyo del jefe de la bancada PRO en Diputados, Nicolás Massot, quien en los últimos días recibió la orden de retirar a los apoderados del PRO de Cambiemos Córdoba y alinearse con Negri. Tras la ruptura, además del macrismo, la Coalición Cívica y Juez irán con el jefe del interbloque Cambiemos, con el nombre de “Córdoba Cambia” y los mismos colores y estética de Cambiemos. En tanto, Mestre se quedará con la UCR.
Ayer mostró su furia: “Córdoba construyó su identidad defendiendo nuestras decisiones, no siendo sumisos ni aceptando el dedo de Buenos Aires”, le enrostró a sus adversarios. “En Cambiemos, hay dirigentes de primera, los que están en Buenos Aires; y dirigentes de segunda, que están en el interior”, los cuestionó. “No hay que dramatizar. Habrá que trabajar más y demostrar que la democracia se consolida con más democracia y las diferencias se solucionan votando”, concluyó. Pese a que todavía hay tiempo hasta el jueves a las 10 para inscribir la alianza y que la Mesa Nacional de Cambiemos los llamó al diálogo ya todos los sectores dan por perdido Cambiemos Córdoba.
Lo que no quiere decir que no queden zancadillas por hacerle al adversario. La principal para Mestre sería quitarle su candidato a intendente. A De Loredo desde la Rosada le ofrecen una banca de diputado para que se baje, y seguía diciendo que no. Ayer le preguntaron y dijo: “Me parece que el criterio más prudente que tendríamos que haber tenido los integrantes de Cambiemos es no estar ventilando todas las discusiones. En lo personal, aporto reservándomelas”, dijo ante la pregunta de si le ofrecían esa banca. Cuando le preguntaron si no descartaba bajarse, dijo: “Lo que pasa es que mi prudencia está también el reproche que estoy haciendo a lo que creo que es un circo, que se armó y me parece poco prudente”. En respuesta, el hermano del intendente, Diego Mestre, sostuvo: “Desconozco si Rodrigo se va a bajar o no, es una decisión de él. Pero sí estoy convencido que si no se recompone el frente Cambiemos, el radicalismo va a llevar sus candidatos”.
Por su parte, el presidente del interbloque oficialista en el Senado, Luis Naidenoff, advirtió que esta ruptura “puede tener consecuencias en el andamiaje institucional” a nivel nacional.
“Lo de Córdoba representa la falta de sentido común y la inteligencia de la propia dirigencia del distrito, donde hay competitividad electoral, donde administramos uno de los municipios más grandes de la Argentina. No ayuda para nada una puja de vanidades cuando hay mucho en juego en Córdoba y en la Argentina”, aseguró. “El internismo radical exacerbado nos ha jugado una mala pasada”, afirmó el senador, quien también criticó a Elisa Carrió: “La escuchaba y creo que hay declaraciones que tampoco ayudan en la cohesión de la fuerza: todos deberíamos aportar para bajar los decibeles. Esto puede dejar secuelas y heridas que tenemos que evitar”.
“Córdoba no es una provincia más, ya es la que le dio la mayor amplitud en la segunda vuelta. La cuestión demanda una solución muy urgente, si se quiere tener una continuidad”, planteó Federico Storani, vicepresidente segundo el CN de la UCR, quien lamentó la ruptura y dijo: “Pudo haberse evitado con cordura”.