Árboles líquidos y ecologización de ambientes urbanos

Los árboles líquidos cuentan con una tecnología innovadora que busca combatir la contaminación del aire en las grandes ciudades

Los árboles líquidos cuentan con una tecnología innovadora que busca combatir la contaminación del aire en las grandes ciudades

Plantar árboles en los bosques es una estrategia comúnmente utilizada para reducir el CO2 en el aire. Pero ¿qué podemos hacer en ciudades densamente pobladas donde apenas hay espacio para un arbusto, y no existen las condiciones mínimas para que un árbol joven pueda crecer? Precisamente en estos sitios urbanos es donde se concentra la contaminación.

Según la herramienta de intercambio de datos de salud global del Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME), Universidad de Washington. «La contaminación mata 3 veces más personas al año que el VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria combinados». Afortunadamente, un grupo de científicos serbios ha encontrado una solución ingeniosa a esta problemática global acuciante: el árbol líquido.

Francine Pickup, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Serbia, explicó que: «Se estima que las ciudades son la fuente de hasta el 75% de las emisiones totales de CO2 en el mundo, de las cuales el mayor porcentaje proviene del tráfico y de la refrigeración y calefacción de los edificios». Luego continuó explicando que el 59% de la población serbia vive en zonas urbanas y que el número aumenta constantemente. Debido a que la densidad de población es tan alta, crear áreas verdes y plantar árboles -que representan la purificación natural del aire en las zonas urbanas- es un objetivo complejo de alcanzar, ya que faltan áreas libres para paisajismo.

Por efecto de las 2 grandes centrales eléctricas de carbón que aloja, Belgrado es una de las ciudades más contaminadas de Serbia. De hecho, estas 2 centrales eléctricas son tan intensas que fueron incluidas en la lista de 2019 de la Alianza para la Salud y el Medio Ambiente (HEAL) de las 10 plantas más sucias de Europa . En general, Serbia ocupó el puesto 28 en el mundo por la peor calidad del aire en 2020. Actualmente, la nación tiene una concentración de PM 2.5, lo que es 4.9 veces superior al valor de referencia anual de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por tanto, no sorprende que los ciudadanos del país sufran intensos efectos secundarios de dicha contaminación.

En 2019, la Alianza Global para la Salud y la Contaminación publicó el Análisis global, regional y nacional de métricas de contaminación y salud, identificó a Serbia como el país número 1 de Europa con mayor número de muertes relacionadas con la contaminación: 175 por cada 100.000 personas , seguida de Georgia y Bulgaria. Algunos activistas del país incluso han afirmado que la contaminación se puede ver, oler y saborear durante el invierno. La buena nueva es que ahora Belgrado dispone de una herramienta innovadora en la lucha contra el aire contaminado: el Árbol Líquido, el primer fotobiorreactor urbano de Serbia, una solución para abordar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y mejorar la calidad del aire.

El Dr. Ivan Spasojevic, Ph.D. en Ciencias Biofísicas, uno de los autores del proyecto del Instituto de Investigación Multidisciplinaria de la Universidad de Belgrado, desarrolló una herramienta innovadora para reducir las emisiones de GEI y mejorar la calidad del aire: el Árbol Líquido. También denominado LIQUID 3, la novedosa creación es el primer fotobiorreactor urbano de Serbia, una solución en la lucha por el aire limpio. Contiene 600 litros de agua y funciona mediante el uso de microalgas para unir CO2 y producir oxígeno (O2) puro mediante la fotosíntesis.

Las microalgas sustituyen a dos árboles de 10 años o 200 m2 de césped. Tanto los árboles como la hierba realizan la fotosíntesis y se unen al CO2. Sin embargo, la ventaja de las microalgas es que son entre 10 y 50 veces más eficientes que los árboles. El equipo detrás de LIQUID 3 ha afirmado que su objetivo no es sustituir bosques o planes de plantación de árboles sino utilizar este sistema para llenar aquellas bolsas urbanas donde no hay espacio para plantar árboles. En condiciones de intensa contaminación, como en Belgrado, muchos árboles no pueden sobrevivir, mientras que las algas no tienen problemas con los grandes niveles de contaminación.

Este fotobiorreactor es una solución biotecnológica completamente nueva para la purificación del aire y la producción de O2. El proyecto está diseñado para ser multifuncional. LIQUID3 posee un diseño rectangular ergonómico, un panel solar, e incluye asientos para 3 o 4 personas, similar al de las paradas de autobuses, cargadores para móviles e iluminación durante la noche, dando un uso práctico y de descanso para los transeúntes. El municipio de Stari Grad en Belgrado, se transformó en pionero de esta solución biotecnológica, apoyando este proyecto que contribuye directamente a mejorar la calidad de vida de nuestros conciudadanos, la salud pública y un ambiente más limpio mediante el uso de soluciones inteligentes e innovadoras.

El Dr. Ivan Spasojevic explicó que «el Instituto utilizó algas unicelulares de agua dulce que existen en estanques y lagos en Serbia, que pueden crecer en el agua del grifo y son resistentes a las altas y bajas temperaturas. El sistema no requiere un mantenimiento especial: basta con eliminar en un mes y medio la biomasa creada por la división de las algas, que puede utilizarse como excelente fertilizante, verter agua nueva y minerales, y las algas seguirán creciendo indefinidamente. Este proyecto propone popularizar y ampliar el uso de microalgas en Serbia, porque pueden usarse en el tratamiento de aguas residuales, como abono para áreas verdes, para la producción de biomasa y biocombustibles, así como para la purificación del aire de los gases de escape de las fábricas».

Su objetivo principal es complementar la presencia de árboles en áreas urbanas donde plantar árboles convencionales no es una opción viable. LIQUID 3 tiene capacidad para sobrevivir en condiciones de alta contaminación, mientras que los árboles comunes no pueden prosperar en estas circunstancias, y las algas muestran una notable resistencia. Funcionan con energía solar y pueden instalarse de manera rápida y empezar a procesar el aire inmediatamente. Un dato relevante es que este sistema es eficaz tanto en los fríos inviernos como en los meses más cálidos y soleados del verano.

Por su diseño creativo, práctico e innovador, LIQUID 3 fue premiado como una de las 11 mejores soluciones innovadoras y climáticamente inteligentes por el proyecto Climate Smart Urban Development, creado por el PNUD, el Ministerio de Protección Ambiental y patrocinado por el Fondo Global para el Medio Ambiente (FMAM). El LIQUID 3 viene a demostrar que la promoción del desarrollo urbano climáticamente inteligente es más importante que nunca. Al involucrar a la sociedad civil, el público y las empresas a desarrollar ideas innovadoras sobre cómo contribuir a esto en la práctica, podemos garantizar mejores soluciones para la mitigación del cambio climático, que en general tendrán un efecto positivo en todas las áreas.

LIQUID3 representa un concepto que empieza a materializarse y replicarse en varias ciudades del mundo. En la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, se instaló uno de estos dispositivos, diseñado y puesto en funcionamiento por especialistas del CONICET en colaboración con Y-TEC (la empresa de tecnología de YPF), basado en el proyecto original serbio: LIQUID 3. Cada unidad se denomina Y-Algae y fue producida en conjunto con la compañía Y-TEC e Inbiotec-CONICET. Esta primera instalación de un Árbol Líquido, ya se encuentra funcionando en una estación de servicio YPF del barrio porteño de Belgrano (Figueroa Alcorta y Juramento).

Y además, como ventaja adicional «no hay que barrer las hojas que caen en el otoño ni soportar la invasión de raíces que levantan las veredas y se filtran por las cañerías» dirían las vecinas de mi barrio ¡Un momento doñas! Si bien, es una idea que puede ayudar a minimizar la huella de carbono, no es una solución definitiva para todas las problemáticas que vivimos actualmente.

Es cierto que estos dispositivos funcionan muy bien, pero los beneficios sistémicos que tienen los árboles en cualquier ambiente, y sobre todo en las ciudades, son mucho mayores a la de producir O2 y remediar parcialmente el aire. Mantener el propio ecosistema de la ciudad, la sombra, la capacidad de regular la variabilidad térmica y su función de retener el contaminante particulado del aire en sus hojas, no pueden ser reemplazados por estos dispositivos. Entonces, tenemos que considerarlos como valiosos complementos y no como una panacea.

En definitiva, en ecosistemas urbanos la estrategia más efectiva y exitosa para combatir las emisiones de GEI, moderar saludablemente el clima citadino y asegurar la calidad ambiental integral es multiplicar y sostener la presencia vegetal (árboles, arbustos y pastos) en los espacios públicos y también en jardines, paredes y terrazas de edificios.

Fuente: UNO