Argentina: La meta es bajar hasta un 30% la emisión de carbono
25/11/2015 El País
El anuncio se realizó en el marco de la presentación de las contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional para ser enviadas a la cumbre mundial de cambio climático, que se realizará en París en diciembre próximo.
La Secretaría de Ambiente de la Nación anunció la intención argentina de mitigar las emisiones de carbono al año 2030 hasta un 15 por ciento de manera incondicional y hasta un 30 por ciento condicionado a financiamiento internacional.
La iniciativa integra políticas públicas de ahorro energético y protección de medio ambiente que ya se vienen llevando adelante con obras de infraestructura que están en marcha o con inversiones aprobadas, cómo las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner o las futuras centrales nucleares.
Además del 15 por ciento de reducción en sus emisiones de carbono, que Argentina compromete en base a sus capacidades, el país presentó un programa de acciones que podrían reducir en otro 15 por ciento esas emisiones si se aprueba un sistema de financiamiento internacional dedicado a esos objetivos.
El subsecretario de Cambio Climático, Juan Pablo Vismara, explicó que “Argentina evaluó el potencial real de mitigación de acá al 2030; determinamos que en base a las proyecciones que de las emisiones podemos llegar a reducirlas hasta un treinta por ciento, llegando incluso a estabilizarlas antes”.
La iniciativa integra políticas públicas de ahorro energético y protección de medio ambiente que ya se vienen llevando adelante con obras de infraestructura que están en marcha o con inversiones aprobadas.
“Encontramos un esquema virtuoso para reducir las emisiones y llegar al 2030 con el mismo nivel que teníamos en 2009, el tema es que cuando vemos cómo se puede llegar a eso, comprobamos que se tienen que dar condiciones que en algunos casos no dependen de nosotros, como el financiamiento internacional”, advirtió.
El funcionario subrayó que “el tema de la necesidad de financiamiento internacional en los países emergentes trasciende el problema del cambio climático”.
SIN FONDOS. “Tenemos la potencialidad de mejorar en muchas cosas a las que no podemos comprometernos si no hay recursos que lleguen desde los foros internacionales”, indicó Vismara, antes de referir que “el compromiso de Argentina de estabilizar sus emisiones para el año de 2030 está condicionado a la llegada de financiamiento internacional, que si hay un verdadero interés de los países desarrollados en solucionar el problema va a estar; pero como no podemos estar seguros de su voluntad tenemos que aclarar que estamos sujetos a esa condicionalidad”.
El funcionario detalló que “hay una serie de medidas en todos los sectores, que van desde el control del consumo de energía doméstico y la conservación de bosques, hasta la diversificación de la matriz energética”.
“Esto no es una decisión limitada al equipo de especialistas que escriben la propuesta, acá hay un consenso entre los diferentes actores del Estado y del sector privado y las metas también tienen que ver con hasta dónde pueden comprometerse los sectores industriales y de transporte”, indicó.
“Lo importante es reducir emisiones y cada uno va a proponer de acuerdo a lo que cada sector considera posible y sustentable”, concluyó.
La sustentabilidad bajo fuerte sospecha
Carolina Vera, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en Cambio Climático, dijo que la propuesta tiene “tres cosas positivas; la primera es que se trata de un compromiso en el que Argentina va a tener que rendir cuentas; la segunda es que es posible porque hay proyectos planteados para llegar al menos al 15 por ciento que con fondos podría ser 30; y la tercera es que está dentro de un contexto de desarrollo sostenible”.
“Con tener en cuenta sólo la mitigación no llegamos a ningún lado, hay que prever la sustentabilidad porque todo está atravesado; y en eso todas las medidas que propone Argentina tienen que ver con cosas que ya se están haciendo o que son factibles, lo que se ve en la posición argentina más allá del volumen de las reducciones es que se trata de un compromiso firme”, destacó.
“Hay muchos cambios que son domésticos y que requieren de un gran compromiso de la sociedad; Argentina comenzó este camino de manera lenta, pero haber puesto todas estas políticas públicas en juego acá dan la pauta de que no se trata de una cuestión declamativa”, concluyó Vera.
Cómo ayudar a frenar el cambio climático
1. Cambiar las bombillas
Reemplazar una bombilla tradicional por una de bajo consumo ahorra más de 45 kilogramos de dióxido de carbono al año. Cierto que la segunda es más cara, pero resulta más económica a lo largo de su vida.
2. Apagar la tele y la PC
Sólo con apagar la televisión, el DVD o el ordenador cuando no estén en uso evitarás que miles de kilos de CO2 salgan a la atmósfera. No dejes los aparatos eléctricos en stand-by (espera): un televisor que permanece encendido durante tres horas al día y en stand-by las 21 horas restantes consumirá un 40 por ciento de la energía total en el modo de espera.
No dejes el cargador de tu móvil enchufado todo el tiempo, aunque no esté conectado al teléfono, porque seguirá consumiendo electricidad.
3. Conducir menos
Caminar, andar en bicicleta, usar el transporte público; ahorrarás 30 gramos de CO2 por cada 4,5 kilómetros que no conduzcas. Por cada litro de combustible que quema el motor de un coche, se libera una media de 2,5 kilos de CO2.
También conviene no correr con el auto: se gastará menos combustible y se emitirá menos CO2. Ir a más de 120 kilómetros por hora aumenta un 30 por ciento el consumo de combustible, frente a una velocidad de 80 kilómetros por hora.
4. Revisar los neumáticos
Si la presión de los neumáticos baja 0,5 bares, el coche consumirá un 2,5 por ciento más de combustible y, por tanto, liberará un 2,5 por ciento más de CO2. El ahorro de cuatro litros de combustible evita la emisión de seis kilos de dióxido de carbono.
5. Reciclar
Puedes ahorrar más de 730 kilos de CO2 al año al reciclar la mitad de la basura que se produce en casa.
6. Evitar mucho embalaje
Mejor es elegir productos con poco envase: una botella de 1,5 litros genera menos residuos que tres de medio litro. En la compra usa bolsas reutilizables. Evita las toallitas húmedas y de papel. Puede evitarse la emisión de 1.100 kilos de CO2 si se reduce la basura un 10 por ciento.
7. Menos agua caliente
Es necesaria una gran cantidad de energía para calentar agua. Instalando un regulador de caudal del agua en la ducha, se evitará la emisión de más de 100 kilos de dióxido de carbono al año.
Es más conveniente lavar con agua fría o tibia, para ahorrar 150 kilos de CO2. Si se ahorra agua caliente, se gasta cuatro veces menos energía. Mejor si en vez de un baño de inmersión se opta por una ducha; si se cierra el grifo durante el lavado de dientes y si se asegura que los grifos no gotean, dado que el goteo de uno puede hacer perder en un mes el agua suficiente para llenar una bañera.
8. Vigilar los electrodomésticos
Tapar la olla mientras se cocina es un modo de ahorrar mucha energía. Aún mejor son las ollas a presión y las vaporeras, que ahorran un 70 por ciento de energía.
Usa la lavadora y el lavavajillas sólo cuando estén llenos. Si no lo están, se pueden usar programas económicos. No hace falta poner una temperatura alta, hoy los detergentes son eficaces incluso cuando es baja.
9. Ajustar el termostato
La oscilación de dos grados centígrados en invierno y en verano ahorra más de 600 kilos de dióxido de carbono por hogar en un sólo año. Bajar la temperatura un grado puede reducir los gastos de calefacción entre un 5 y un 10 por ciento. Cuando se ventile la casa, es aconsejable abrir las ventanas unos minutos, pero tampoco dejar escapar el calor mucho tiempo.
Aislar bien casa es mejor que abusar de los aparatos de aire acondicionado, que consumen mucha energía y emiten unos 650 gramos de CO2.
10. Plantar un árbol
Un solo árbol absorbe una tonelada de dióxido de carbono durante toda su vida.