Autovía de Punilla: la duda ahora es cómo sortear Bialet Massé
El cambio de trazado hacia el oeste está decidido. Pero resta que sea definido. En el nuevo diseño, hay un punto crítico. Se trata del paso por la zona urbana de Bialet Massé, el cual se intentará evitar.
08/10/2018 MUNICIPIOSEl cambio de trazado hacia el oeste está decidido. Pero resta que sea definido. En el nuevo diseño, hay un punto crítico. Se trata del paso por la zona urbana de Bialet Massé, el cual se intentará evitar.
Ya se sabe que la autovía de Punilla, en su segundo tramo entre San Roque y Cosquín, no se hará por donde se había diseñado en el proyecto que el Gobierno de Córdoba estuvo a punto de licitar. Confirmada la marcha atrás y el cambio de planes por parte de la administración provincial, queda por definirse ahora cuál sería el nuevo trazado.
Sólo hay por ahora dos certezas. Una es que la idea oficial es buscar un trazado por el oeste de la actual ruta 38, descartando ya la original y controvertida por el este, que bordeaba el cordón montañoso.
La segunda es que esa traza por el oeste –que los sectores ambientalistas no cuestionan y que evitaría los conflictos que trabaron el diseño anterior– tiene un punto crítico por resolver: el paso por Bialet Massé.
Jorge Alves, presidente de la empresa provincial Caminos de las Sierras (a cargo de la ejecución el proyecto), anticipó que ese cruce del este al oeste representa el dilema clave.
La cuestión será cómo esquivar la zona urbana de Bialet Massé, y si eso resulta imposible, de qué modo evitar partirla en dos, o atravesarla sin expropiar y demoler numerosas viviendas a su paso y con alto costo.
Desde la comuna de San Roque, donde termina el primer tramo que está en ejecución (la Variante Costa Azul), se da por seguro que el nuevo trazado copiará al de la existente ruta E-55 que bordea el lago, pero duplicando su ancho. La duda es dónde cruzar el río Cosquín hacia el oeste.
Según trascendió, una opción es duplicar el actual puente de Bialet Massé, lo que implicaría el paso con un viaducto por más de mil metros de plena zona urbana.
Otra, sobre la que Caminos de las Sierras ya habría recibido algunas ideas, es abrir un nuevo trazado que cruce en un sector mucho menos poblado, entre Parque Siquiman y Bialet Massé, cerca de la denominada Plaza Federal.
Esas alternativas, al igual que el resto del trazado de unos 17 kilómetros hasta Cosquín, empiezan ahora a ser estudiados por técnicos de Caminos de las Sierras. No se confirmó si, como en el proceso anterior comandado por Vialidad Provincial, se contratará a un instituto universitario o de otro origen para el diseño y el estudio de impacto ambiental.
Por lo pronto, este martes, directivos de Caminos de las Sierras se reunirán con los cuatro intendentes de Punilla involucrados en el tramo a desarrollar: Cosquín, Santa María, Bialet Massé y San Roque.
Sin datos
Todas las miradas apuntan a Bialet Massé. Su intendente, Marcelo Oliva, aseguró que por el momento no maneja información concreta sobre el cambio de rumbo decidido. Admitió que la nueva traza “seguramente impactará de lleno” en su localidad, pero declinó opinar de opciones posibles, que dijo desconocer.
Para Oliva, la ampliación de la ruta E55, que une a Bialet Massé con el dique San Roque, favorecerá a su ciudad. “Será más fácil llegar desde la autopista a Córdoba y más ágil el tráfico”, marcó.
“Todos los cambios se van a hacer sobre el pueblo. Es verdad que todos los proyectos se deberían haber hecho 40 años atrás”, opinó Oliva. “De todos modos, celebramos que el Gobierno esté trabajando en una problemática que con la actual ruta 38 tenemos todos en Punilla”, agregó.
En cuanto a reacciones locales por eventuales expropiaciones en zona urbana, Oliva apuntó que “todavía los vecinos no han generado ninguna postura de preocupación porque oficialmente no tenemos ninguna traza alternativa conocida”.
Petitorio
En tanto, desde las asambleas de vecinos de Punilla que se movilizaron resistiendo el proyecto original “pedemontano”, se elevará ahora un petitorio a Caminos de las Sierras. A través de él, se solicitará que, para la definición del nuevo trazado, “se convoque a todos los actores sociales que tengan intereses” sobre la obra, para generar “un procedimiento de planificación participativa” que –insisten– no se generó en la etapa anterior.
De números y costos: a recalcular
El proyecto anterior, de 14,8 kilómetros entre San Roque y Cosquín, había sido presupuestado en tres mil millones de pesos, pero en tiempos del dólar a 20 pesos. Hoy, esa cifra quedó lejos.
El nuevo trazado no tiene aún un dibujo definido, pero se supone que recorrería unos 17 kilómetros. Del costo posible no hay ni estimaciones.
Aunque desde varios sectores dudan de que la obra se inicie en 2019, dada la situación de recesión económica general que impacta en los presupuestos estatales, desde el Gobierno provincial insisten en que ese tramo sigue firme en el plan de obras previsto.