OPINIÓN
Lo obsceno
Hace dos años, asistíamos a un duelo revelador sobre los mecanismos del estado excluyente que se instalaba en el país. En un desopilante y doliente discurso contra el “progresismo estúpido”, Elisa Carrio salió a defender un proyecto que se suponía venia a combatir el hambre.
Decidirá la política, no la economía
Varias fuentes y hasta los gestos y tono de su vocero principal, Gerry Rice, señalan que el FMI no piensa desembolsar, hasta más ver, el último tramo del megapréstamo acordado con Argentina.
Todos los caminos conducen a la Educación
Súmamente oportuna la declaración de Axel Kicillof la última semana, prometiendo un gobierno "más austero, más transparente y más eficiente". Así puntualizó no sólo una bandera de campaña y un buen propósito, sino que también señaló, implícitamente, la mayor urgencia nacional, que es recuperar la educación pública.
Optimismo y política exterior
El diplomático canadiense John W. Holmes afirmó en 1983: “El optimismo es un instrumento de la política”. Para él era indispensable que un líder pudiese imaginar un mundo mejor y actuar en consecuencia.
Lo que ya fue
En la Argentina de los comedores populares que no dan abasto y si es por grandes debates mediáticos, los problemas graves son un acampe en la 9 de Julio, un piquete que cortó acceso turístico a las cataratas del Iguazú, que Juan Grabois habló de reforma agraria...........
Inserción en el mundo
Lo de la basura es realmente algo sucio, pero además es simbólico del gobierno neoliberal, como la cruz es para los cristianos o la estrella de seis puntas para los judíos.
El futuro ya llegó
Las decisisones de política económico, desde el inicio de la actual gestión, nos condujo a la actual crisis. Aquel futuro triste que entonces podía predecirse, hoy se hace presente.
La responsabilidad de no ser cómplices
Ya no hay gobierno, en la acepción de que se comanden cosas determinantes que despierten mínima confianza.
Terrorismo económico
El gobierno cumplió con un riguroso programa económico del FMI, logró los objetivos fiscales y el resultado fue una catástrofe social y el default de la deuda. ¿Mala praxis o perversión?
Elecciones y después…
Como parte del escenario generado por los resultados electorales, pero con la vista puesta más allá de la coyuntura, es necesario ponerse a reflexionar sobre los pasos que la sociedad argentina tiene que dar hacia el futuro.
Tiempos de prudencia y cintura
En los viejos tiempos de la Guerra Fría, la traumática relación entre el presidente norteamericano John F. Kennedy y el premier soviético Nikita Kruschev más de una vez estuvo a punto de desatar una tercera guerra mundial.
Vamos a poder
En adelante, la frase ya no será: “¡Vamos a volver!”, sino: “Vamos a poder”. Del énfasis bullanguero y facultativo, a la ética de la responsabilidad.
A no dormirse
Empecemos por una cuestión que no es anecdótica ni citada con el diario del lunes.
Dividir y fabricar enemigos
Los últimos tramos de la campaña electoral rumbo a las PASO han puesto en evidencia una característica del oficialismo que, si bien fue negada en el relato, ha sido sin embargo, parte de la práctica común de quienes hoy ocupan la Casa Rosada: profundizar la división entre las argentinas y los argentinos.
A Macri no le alcanza un carajo
Nunca pasó: a pocos días de las elecciones una gran fuerza de oposición construye una coalición electoral, un candidato y una opción atractiva para los votantes. Y todo al mismo tiempo. En movimiento. On line.
La emoción
Casi siempre hay entre un 10 y 15 por ciento del electorado que resuelve su voto entre la última semana y la misma jornada de la elección.
Los números Pinocho de Macri
El manoseo de las estadísticas públicas, como la del déficit fiscal heredado y el actual, está al servicio de construir el relato de la economía macrista, maquillando el descalabro productivo y social de las medidas económicas que implicaron una impactante transferencia regresiva del ingreso.
El fraude está cantado; después no valen excusas
Están perdidos. Con elecciones limpias, estos tipos no pueden ganarlas. Basta caminar las calles, y tener ojos y oídos. Basta ver en Buenos Aires cómo la inmensa mayoría de los taxistas, que fueron sus auxiliares ideológicos en 2015, ahora los detestan.