Comercios cordobeses, preocupados por la caída en las ventas

El año avanza y, mes a mes, las ventas caen. El comercio minorista de Córdoba tiene las luces de alerta encendidas desde hace meses, pero todavía no puede apagarlas.

El año avanza y, mes a mes, las ventas caen. El comercio minorista de Córdoba tiene las luces de alerta encendidas desde hace meses, pero todavía no puede apagarlas. La última apuesta estuvo en el festejo del Día de la Madre, pero nuevamente los números terminaron en rojo. Ahora, la expectativa se traslada a las fiestas de fin de año, aunque la mayoría de los negocios ya advierte que la situación no cambiará mucho.

Aunque todavía no hay cierre masivo de locales, ni un achique marcado en las dotaciones de personal, los comercios se muestran muy “preocupados” frente a la situación actual, lo que los obliga a ajustar todo lo posible sus costos y a resignar rentabilidad.

En lo que va del año, según el último Observatorio de la Actividad Comercial de la Cámara de Comercio de Córdoba, en septiembre, las ventas mostraron un retroceso del 9,5 por ciento interanual, y acumularon una caída en lo que va del año del 5,1 por ciento.

La del mes pasado fue la octava baja del año (sólo enero mostró un signo positivo) en términos de volumen de ventas, y todo indica que octubre copiará la misma tendencia. Siete de cada 10 comerciantes piensan que 2018 terminará “peor” que el año pasado.

La Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba (Casac) maneja números parecidos, con una proyección en el año que da cuenta de una baja en las ventas de entre 8 y 10 puntos.

En el interior, la situación del comercio es similar. De acuerdo con el relevamiento de la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom), las ventas minoristas cerraron septiembre con una caída del 8,3 por ciento frente a igual mes del año anterior.

La combinación de una inflación del 40 al 45 por ciento anual, con salarios que corren desde atrás con actualizaciones que no superan el 25 o 30 por ciento, y tarifas de servicios públicos que se quedan con una porción cada vez más grande de los ingresos, es letal para el comercio.

“La situación es crítica por la baja en las ventas, y en un contexto económico signado por la fuerte suba de costos que impacta sobre los márgenes de rentabilidad”, evaluó Ezequiel Cerezo, vicepresidente de Fedecom. “En toda la provincia, desde abril y hasta fines de septiembre, cerraron más locales de los que abrieron: hubo 620 bajas y 516 altas”, señaló el directivo. De acuerdo con esos números, un centenar de comercios se quedaron en el camino en lo que va del año.

Desde la Cámara de Supermercados, su presidente, Benjamín Blanch, recordó que en septiembre las ventas bajaron un siete por ciento y que octubre viene apenas mejor, con una retracción de cinco puntos. “El año viene mal. La suba de costos ha sido muy fuerte, con ventas que bajan. Te diría que ya no estamos preocupados por la rentabilidad, sino por cómo hacer para no perder más”, sostuvo el supermercadista.

Blanch dijo que la expectativa está puesta ahora en Navidad y en Año Nuevo. “De todos modos –reconoció–, va a ser difícil remontar el año. En productos navideños, estamos comprando entre 10 y 15 por ciento menos que el año pasado, porque ya sabemos que vamos a vender menos”.

Horacio Gavillón, director ejecutivo de la Cámara de Electrodomésticos de Córdoba, dijo que la caída en las ventas en septiembre fue “abrupta” y que octubre no pinta mejor. “La plaza está seca. Mucha gente entra a los locales, pregunta, quiere comprar, pero no tiene saldo disponible en sus tarjetas de crédito. La suba de las tasas de interés nos está afectando muchísimo. Nuestro rubro se basa en la financiación”, lamentó el comerciante.

Estrategias se supervivencia

Frente a este panorama, los comercios vienen poniendo en práctica diferentes estrategias para poder sobrevivir en el actual escenario recesivo.

La mayoría está resignando márgenes de ganancia con tal de poder vender. Y en ese sentido ofrece descuentos por pago de contado en efectivo, promociones 2×1 o rebajas en la segunda unidad. “Todo el mundo está sacando ofertas para alentar las ventas, pero igual no alcanza cuando la gente no tiene plata en el bolsillo”, dijo Blanch.

Aquellos que tienen mercadería acumulada buscan desprenderse de parte del stock para cubrir deudas o hacerse de efectivo, sobre todo al final de cada mes, cuando tienen que pagar sueldos. “Hay negocios que están liquidando la mercadería porque les sale más barato que salir a pedirle plata al banco”, explicó Gavillón.

El alquiler es otro de los costos que a se intentan retocar. Muchos buscan una renegociación con el dueño, al menos hasta que la situación mejore. Y no son pocos los que se mudan a zonas más económicas, aunque el costo de la relocalización puede ser alto por la eventual pérdida de clientes.

Por ahora, los comercios tratan de retener a su personal, sobre todo aquel que hace muchos años que trabaja en cada local. No obstante, también se observa un ajuste por ese lado. “Con mucho esfuerzo, no se está despidiendo gente, aunque sí hay reducción de jornadas o eliminación de horas extras”, reconoció Cerezo.

“Ya no podemos con el alquiler del local”

Hace poco más de un año y medio que la zapatería Los Amo busca hacer pie en la primera cuadra de avenida Colón. A pesar de ser una vía de alto tránsito peatonal, en los últimos meses las ventas cayeron significativamente, al punto que sus dueños tomaron días atrás una decisión definitiva: cierran el local.

“Ya no podemos mantenerlo abierto. Los costos se han ido a las nubes. Sobre todo el alquiler. Pagamos 30 mil pesos por mes por el local. ¿Sabés la cantidad de pares de zapatos que tengo que vender para pagar el alquiler?”, le dijo a La Voz Jenifer, responsable de la zapatería especializada en calzado femenino.

Según la comerciante, las personas paran, miran, incluso entran al local, pero pocas compran. “No es que no haya movimiento en la calle. Hay mucha gente. Pero ya no es como antes: ahora salen del trabajo y se van a su casa”, explicó.

La vidriera del negocio lo dice sin vueltas: “Liquidación por cierre, todo al costo”.

Fuente: La Voz