Cómo es el pueblo costero de la Patagonia que YPF eligió para invertir más de US$ 30 mil millones
YPF y Petronas eligieron Sierra Grande, en Río Negro, para ejecutar el plan de exportación de gas. El puerto abandonado que puede ser un hub logístico. La riqueza marina y el valor estratégico .
07/08/2024 MUNICIPIOSYPF y Petronas eligieron Sierra Grande, en Río Negro, para ejecutar el plan de exportación de gas. El puerto abandonado que puede ser un hub logístico. La riqueza marina y el valor estratégico .
Hay un enorme muelle que se mete al mar hasta las aguas profundas; edificios abandonados y estructuras que parecen esqueletos de una industria que perdió la musculatura. Punta Colorada, además, sobresale pero por el color negro, el tizne que marcó a ese puerto minero cuando era el polo logístico para explotar pellets del hierro que sacaban de Sierra Grande, a solo 30 kilómetros de lugar. A pocos metros está Playas Doradas, una de las perlas del mar en Río Negro, la playa Los Suecos y, algunos kilómetros más al sur, la misteriosa pista de aterrizaje construida por el magnate Joe Lewis.
Esa zona de la Patagonia, de vientos picantes y mareas amplísimas, se ha convertido en el epicentro de las esperanzas de la industria energética Argentina para exportar el petróleo y el gas que se produce desde la formación Vaca Muerta.
Las petroleras YPF y Petronas eligieron a ese puerto del Golfo San Matías para desarrollar para exportar Gas Natural Licuado en un plan que incluye gasoductos, barcos para licuar el gas y, en una última etapa, la construcción de una planta en tierra. La misma petrolera estatal ya comenzó la construcción de un oleoducto para transportar petróleo y exportarlo. En la misma zona también se había puesto el foco para producir hidrógeno verde, con inversiones enormes.
Sierra Grande parece un pueblo de paso entre los balnearios de Río Negro y Puerto Madryn. Su costa no tiene mucho que ver con el desierto patagónico de Añelo. Pero ambas localidades estarán conectadas para generar riqueza. En una se perfora a más de 1500 metros bajo la superficie, se quiebra la roca Vaca Muerta para liberar el gas y el petróleo. En la otra, se prevé venderle al mundo ese recurso energético y que, así, se convierta en el hub energético más relevante de Argentina.
En detalle
La gestión de los recursos naturales estratégicos que tiene Argentina tiene una relevancia económica, social y hasta geopolítica enorme. La formación Vaca Muerta tiene reservas de petróleo y gas (sobre todo gas) que solo pueden aprovecharse con la exportación extra límites naturales. Y, medio de un proceso de transición energética global, hay un presente oportuno. Incluso la demanda creció: la invasión de Rusia a Ucrania generó un bloqueo comercial que derivó en el cierre del gripo de gas que abastecía a gran parte de Europa.
Según informó YPF, la elección de Punta Colorada para ejecutar el plan para exportar gas tuvo que ver con varias ventajas comparativas. El lugar hoy está casi inactivo, pero será un puerto “dedicado”, es decir con un fin exclusivo: la industria energética. Tuvo su pasado con la minería, y en el mediano plazo comenzará a vivir su época petrolera. Hacia allí se dirigirá el oleoducto Vaca Muerta Sur, que se construye para exportar el petróleo que viene desde Neuquén. La obra la financia YPF, pero será un ducto compartido, es decir que haya un consorcio de empresas que gestionen y usen el oleoducto. Un modelo similar es el que se piensa para el transporte y licuación de gas: que todos los productores sean parte de la inversión y la renta que puede producir ese negocio, que con una mirada de largo plazo.
El anuncio de YPF y Petronas es un paso relevante, pero no el definitivo para que la inversión se concrete. El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y los beneficios provinciales ofrecidos por Río Negro fueron fundamentales, pues en «combo» generarán una burbuja fiscal que permite rentabilizar mejor la inversión. Pero ahora se inicia un proceso más complejo aún: conseguir compradores a futuro del gas en volumen grande, precio conveniente y con contratos a largo plazo. En esa industria las negociaciones se realizan de manera anticipada, mucho más para decidir inversiones de esa magnitud. Tras conseguir los compromisos YPF y Petronas buscarán el financiamiento necesario para ejecutar las obras. La inversión total, de todas las fases, ronda los 30 mil millones de dólares. Es la misma cifra que se espera que pueda exportar desde el Punta Colorada si el plan funciona. Argentina no está solo. Deberá competir con Australia, Catar, Estados Unidos, Nigeria. Tener de socio a Malasia es positivo, pues es un jugador fuerte. Rusia es el otro gran proveedor, pero está bloqueado.
A las ventajas económicas que ofrece Río Negro se le sumó el pragmatismo político de los gobernadores patagónicos: el bloque funcionó y presionaron juntos Alberto Weretilneck, de Río Negro, Rolando Figueroa, de Neuquén, y también el chubutense Nacho Torrez. Ese bloque funcionó y fue la contracara de la posición díscola de Axel Kicillof, que no alcanzó a reaccionar.
Vaca Muerta es un reservorio de gas natural enorme, el segundo en importancia fuera de los países tradicionalmente petroleros. Se trata de shale gas, que está atrapado en la roca y es «liberado» a través de la fractura hidráulica. Las reservas comprobadas y hasta los recursos disponibles exceden la demanda propia y regional. Por eso la oportunidad para exportar, mucho más al tratarse de un recurso energético más limpio que el petróleo y el carbón.
Para poder exportar el gas natural fuera de los límites geográficos de Argentina es necesario realizar un proceso industrial complejo que Argentina lo ha realizado al revés. El gas natural debe ser pasado a líquido para poder almacenarlo y, a la vez, bajar el volumen. Para eso se enfría a 170 grados bajo cero y se almacena en barcos especiales para transportarlos. Para poder utilizarlo, se realiza el proceso inverso.
El plan tiene dos etapas. Primero es necesario construir los gasoductos. Allí es donde Sierra Grande presenta ventajas, pues está más cerca que Bahía Blanca y Zárate, los dos puertos de Buenos Aires que cometían. El ahorro se estima en 600 millones de dólares, pero no solo por los gasoductos, sino porque las obras a realizar en el Puerto son menores: en la Patagonia no hay actividades productivas que compitan, el puerto tiene 12 metros de profundidad y sería de uso exclusivo para esa industria.
Durante su primera fase del proyecto se prevé contar con unidades de licuefacción flotantes (embarcaciones) con una capacidad de producción total de alrededor de 5 millones de toneladas por año. Luego se prevé la construcción en tierra de plantas modulares que progresivamente alcanzarán una capacidad de licuefacción total de hasta 30 millones de toneladas por año, «posicionando a Argentina entre los principales países exportadores del mundo», se ilusionan en YPF. Petronas, de capitales malayos, es una de las empresas más relevantes en el negocio del gas y tiene flota propia. La sociedad con la petrolera estatal argentina nació en 2014.
Sierra Grande tiene menos de 10 mil habitantes, población que podría multiplicarse rápidamente en los próximos años. Entre sus «ciudadanos ilustres» está Miguel Ángel Pichetto, que fue intendente. El pueblo ha vivido el impacto de las promesas incumplidas. La mina de hierro cerró en los 90 y quedaron los vestigios negros cerca de la costa y el entramado de túneles en las sierras donde está en mineral. La explotación comenzó a principios de los 70 con una empresa estatal (HIPASAM) y cerró en la década de 1990. La mina tiene más de 90 kilómetros de túneles y galerías que se meten a 500 metros de profundidad. La provincialización no funcionó y luego fue adquirida por una empresa estatal china que alcanzó a producir mineral que quedó acopiado al aire libre, sin destino. A solo 30 kilómetros está el puerto, que es la nueva esperanza de renacimiento. Hasta allí llegará el oleoducto Vaca Muerta Sur y también los gasoductos para exportar el gas. Punta Colorada es un paisaje desierto, junto a las playas Los Suecos y Las Casitas. Casas vacías, algunos custodios y tierra tiznada. Hay un loteo incipiente que probablemente se vea impactado. Río Negro ofreció tierras de manera gratuita para desarrollar el proyecto. El muelle se mete al Atlántico y termina con una plataforma de abordaje. Allí amarrarán los barcos gasíferos a futuro; aunque antes son necesarias obras para permitir embarcaciones de mayor porte (el calado alcanza, pero los barcos de gas son más grandes).
La zona de mayor crecimiento había sido Playas Doradas, el balneario que está a pocos metros del puerto y a 30 kilómetros de Sierra Grande. En el lugar están marcados los futuros barrios, pero hay una amplia disponibilidad de tierras. No solo en Argentina advierten del tema. Allí se instaló el magnate Joe Lewis, que hasta montó una pista de aterrizaje. Y ahora hay capitales cataríes que compraron terrenos, justamente uno de los principales competidores futuros en el negocio del gas. La otra riqueza está en el mar. El Islote Lobos, que es parque nacional, la cercanía con Península Valdez y Puerto Madryn y la consecuente convivencia con la biodiversidad marina generan alertas. La promesa es que no habrá impactos que afecten a ese ecosistema.