Cómo prepara la transición el Gobierno

Ministros y otros funcionarios serán convocados según los temas que se traten. De todos modos, Frigerio y Lacunza serán los principales interlocutores con los equipos de Alberto Fernández. Marcos Peña no participará.

Ministros y otros funcionarios serán convocados según los temas que se traten. De todos modos, Frigerio y Lacunza serán los principales interlocutores con los equipos de Alberto Fernández. Marcos Peña no participará.

En el Gobierno no harán como Alberto Fernández: no tendrán designado un equipo de transición específico, sino que los ministros u otros funcionarios irán siendo convocados según se los vaya requiriendo. De todas formas, hay dos que emergen como los principales interlocutores con el Frente de Todos. Por un lado, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, tendrá un rol central en las conversaciones económicas con el equipo del FdT. Por el otro, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, ya tenía a su cargo la interlocución con los adversarios y seguramente ocupe un lugar central en las negociaciones de la transición, como principal ministro político del gobierno saliente.

Se sabe: Fernández ya puso a trabajar a un equipo de cuarenta cuadros técnicos y dirigentes entre los que se destacan cuatro coordinadores. Tras el desayuno entre el presidente entrante y el saliente, en el Gobierno advirtieron que no copiarán en espejo la estrategia, sino que irán haciendo intervenir a los funcionarios en la medida que se los precise. «No va a haber un equipo específicio, lo que sí va a pasar es que se va a ir cruzando por áreas cuando sea necesario para administrar la transición», explicó a este diario una fuente de la Rosada.

Eso no quiere decir que no haya ministros y funcionarios que ocupen un rol importante en esas conversaciones: Lacunza y Frigerio son los dos que se mencionan desde el comienzo. El caso del ministro de Hacienda es cantado: «Lacunza va a tener un rol importante y va a coordinar toda la parte económica», advirtieron en la Rosada. De hecho, buena parte de la charla Fernández-Macri versó sobre variables económicas, entre ellas, las golpeadas reservas del Banco Central.

El otro que tiene un rol clave porque ya viene hablando con el Frente de Todos es Frigerio. «Rogelio va a tener un rol más político por la interlocución que ya tiene y la relación que ya tiene con ellos», interpretaban en la Rosada. Frigerio siempre fue el ministro político, el interlocutor con la oposición y es lógico que sea él quien se ocupe de coordinar las cuestiones de la transición.

En contraste, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, cuya relación con la oposición fue siempre ríspida y provocativa, no aparece ni en figuritas.

Además de su rol de interlocutor político, Frigerio tendrá que coordinar algunas cuestiones específicas de su área: obra pública y la relación con las provincias, dos temas importantes en la transición.

En la reunión de Gabinete, Macri encaró algunos de estos temas y también hizo un balance de la elección. Ante los que se apresuran a jubilarlo, el mandatario dijo que se ve como líder de la oposición. Sus ministros no emitieron opinión, pero salieron todos con un discurso común: valorar la remontada que logró Macri desde las PASO hasta las generales. «Sumamos 2 millones 300 mil votos. Es muy positiva esa mejora y nos deja en mejor equilibrio en el Congreso. Nos apoyaron en medio de una recesión muy grande», analizaba uno de los funcionarios. «Además, dimos buenas señales de colaboración con el próximo gobierno. Esa foto de Mauricio y Alberto muestra la idea de una transición ordenada», consideraron. El ministro del Interior compartió públicamente la misma idea.

También sumaron a la valoración el anuncio de las restricciones para la compra del dólar, una medida que va completamente contra el ADN del PRO. «Las medidas económicas son duras, pero tienen el objetivo de cuidar las reservas, evitar más devaluación y un estallido inflacionario. Nos permitió estabilizar el tipo de cambio para generar mayor certidumbre en la transición», decían en la Rosada.

«Hicimos una mejor elección de la que esperábamos», reconoció un alto funcionario del gobierno bonaerense, donde suelen tener críticas a la estrategia de la Rosada. Un ministro nacional coincidía en la lectura sobre el resultado electoral: «Fue una muy buena elección», sostuvo y optó por obviar que perdieron la Nación y la provincia de Buenos Aires. «Además, dimos buenas señales de comienzo de la transición», interpretó. Una de las obsesiones ahora es diferenciarse de la turbulenta transición entre Macri y Cristina Fernández de Kirchner en 2015.

Fuente: Página 12