Con 170 por ciento de inflación, los Alimentos subieron 300 por ciento

Desde que Milei es Presidente, en los comercios barriales del AMBA -donde compran los que más presupuesto invierten en comida- hubo aumentos muy superiores al IPC en productos esenciales.

Desde que Milei es Presidente, en los comercios barriales del AMBA -donde compran los que más presupuesto invierten en comida- hubo aumentos muy superiores al IPC en productos esenciales. El golpe de la devaluación de diciembre del 2023 no logra revertirse.

El ajuste, el dólar pisado y la recesión, los tres pilares en los que el Presidente Javier Milei se apoyó para lograr una importante reducción de la inflación, barre abajo de la alfombra detalles que explican contextos y son imprescindibles para el análisis. Uno de los más relevantes, que aún pasando de una inflación de casi 13 puntos heredada de la gestión de Sergio Massa a una de 2-3 por ciento y con el rubro Alimentos subiendo menos que la media, las ventas de productos de la canasta básica no crecen como deberían en reacción a la supuesta estabilidad de precios. El fenómeno es complejo, como casi todo el análisis que se impone ante la política económica libertaria, pero los datos clarificar. Pero la llave es ver cuánto subieron, durante el primer año de Milei, los precios de canasta básica versus la inflación.

Un informe privado hace eje, precisamente, en uno de los asuntos centrales: que desde que Milei es Presidente, la mayoría de los alimentos en la región del AMBA subieron mucho más que la inflación del INDEC. Es decir, por más que hoy haya cierta estabilidad, la desregulación de precios con devaluación que hizo el gobierno libertario en diciembre del 2023 generó una estampida inicial de precios en Alimentos que hacen inalcanzables para el consumidor los valores actuales. Incluso hay varios productos que subieron hasta 300 por ciento en un año, contra una inflación algo por encima del 170 por ciento en el período antes mencionado (diciembre-diciembre).

El trabajo referenciado, elaborado por el Centro de Estudios Mariano Moreno (Cesop), compila lo que ocurre con casi 30 precios esenciales desde octubre del 2023 a hoy. Un ejercicio que se viene haciendo todos los años bajo todos los gobiernos. Según describen, los datos muestran la evolución de «una canasta de alimentos en comercios de proximidad en el AMBA, con un relevamiento diario». Aclarando que, «a partir de diversas encuestas propias y de otros organismos, sabemos que una gran parte de trabajadores y sectores populares realizan sus compras cotidianamente en almacenes barriales, verdulerías, carnicerías y pequeños supermercados». Además, esos sectores que compran en los barrios son los que, en general, invierten buena parte del presupuesto de ingresos en compras de productos de la canasta básica.

¿Qué se ve en los números? Según la medición, en el caso de las Arvejas, los aumentos desde que Milei es presidente son de 308,4 por ciento, versus 170 de inflación; algo parecido ocurre con la sal, que subió 297,01 por ciento. El queso cremoso, en tanto, aumentó casi 266 por ciento, y la leche, un 239 por ciento. Lo mismo ocurre con los quesos crema, que subieron 204 por ciento y los yogures, con alzas de 200 por ciento. Los lacteos son de los más golpeados por la embestida de los precios en diciembre del 23 y las subas posteriores, tanto que el rubro es, junto a bebidas con y sin alcohol, uno de los menos vendidos en la góndolas.

Los aceites, en tanto, subieron 260,15 por ciento y productos normalmente «baratos», como la polenta, incrementaron su precio un 253,8 por ciento. En la lista hay dos productos esenciales para las familias que también se despegaron fuerte del IPC: la harina subió 245 por ciento; y los fideos casi un 229 por ciento.

La manteca, según Cesop, subió 197 en el período; mientras que las galletitas de agua aumentaron un 188 por ciento y las dulces un 166. Por otra parte, el arroz, el vino, el pan lactal, la yerba y el vino, subieron entre 100 y 150 por ciento. Sólo el azúcar quedó como el producto que aumentó muy por debajo de la inflación, con un 34 por ciento.

Devaluación y concentración 
El informe aclara que la relevancia de la devaluación de diciembre en la marcha de los precios es central en la historia. Porque dejó una base muy alta de precios, que luego se moderaron porcentualmente pero siguieron creciendo de un nivel ya elevado.

«Es imposible entender el proceso de precios del gobierno de Milei sin tener en cuenta la devaluación de diciembre de 2023, por eso este informe compara los precios de los productos relevados en noviembre 2023 antes de la devaluación con diciembre 2024», detalló el Cesop.

Asimismo, el trabajo destaca que la concentración de alimentos en pocas manos puso a las empresas líderes al tope de los aumentos. Hay una empresa de aceites, AGD (la más grande del mercado), que además produce mayonesa, que aumentó sus productos entre 224 por ciento y 344 por ciento. Lo mismo ocurre, por caso, con Molino Cañuelas: produce harina, aceite y arroz y tiene subas de 220 por ciento a 260 por ciento.

En la misma línea está la láctea Mastellone, que produce leches y quesos y aumentó los precios más de 260 por ciento en un año. Tiene casi el 60 por ciento de la góndola. Lo curioso de este fenómeno es que, además, no hubo migración a segundas marcas de manera masiva, como ocurrió en otras crisis de ingresos poblacionales. El consumo, según los comercios, sencillamente se racionó en cantidades, aún con las segundas y terceras marcas subiendo sus precios muy por debajo de la inflación.

Fuente: Página 12