Con observaciones y críticas, se retomó el debate por el Código de Convivencia en Córdoba

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El Concejo Deliberante comenzó a recibir a todos los sectores involucrados y alcanzados por los cambios en el nuevo proyecto que pretende reemplazar al Código de Faltas Municipal. Según el oficialismo, la compleja normativa será aprobada antes que finalice el mandato de los ediles actuales, es decir el 30 de noviembre.

Tal como se preveía, tras las elecciones municipales el Concejo Deliberante de la Ciudad de Córdoba retomó el complejo debate por el nuevo Código de Convivencia impulsado por el Ejecutivo Municipal y redactado por una “comisión de expertos”. En los planes del oficialismo figura que el nuevo cuerpo normativo que pretende reemplazar nada más ni dada menos que al Código de Faltas, deberá ser sancionado antes de que finalice el actual período legislativo. Es que al ser este un año de transición política, el cuerpo de concejales que ya viene trabajando en el proyecto culmina sus funciones el 30 de noviembre cuando asumirán los ediles electos el 13 de setiembre. “Sería un despropósito tener que arrancar de cero cuando se trata de un proyecto discutido y que queremos sacar con el mayor de los consensos”, dijo Lucas Cavallo, presidente de la comisión de Legislación General donde actualmente se analiza la iniciativa. Esto implica que desde ahora habrá reuniones de concejales dos o tres veces por semanas donde se recibirán a los distintos actores y agrupaciones interesadas en dar a conocer sus objeciones y acercar sus propuestas.

Desde su presentación a cargo del propio intendente Ramón Mestre allá por diciembre de 2014 y su posterior difusión, el nuevo Código generó polémica y reticencias. Es que por lo abarcativo y complejo de los temas contemplados, hay muchos sectores que se sienten afectados por los cambios que se introducen en la norma que pretende regular las conductas ciudadanas cotidianas, tipificar las faltas y estipular las sanciones.

Entre ellos, los naranjitas, carreros, artesanos, empresarios de comercios de pirotecnia, representantes de los edificios, centros vecinales y ciudadanos comunes.

Ayer Legislación General abrió nuevamente la discusión y escuchó a dos de los sectores que pasarán por la sala de comisión del Concejo hasta que se sancione finalmente la normativa.

Entre ellos, un grupo de artesanos que representa a trabajadores de distintos puntos de la ciudad de Córdoba interesados en sentar posición y dar a conocer sus necesidades como sector. Tras distintas objeciones manifestadas, Cecilia Forgano explicó ayer que se cuestiona en general el Código de Convivencia y en particular por tres artículos concretos: el que regula las protestas callejeras; el que alude a la venta ambulante de productos artesanales de su propia elaboración en la calle, y el que penaliza la utilización del uso público con fines comerciales sin autorización municipal.

“Consideramos que algunos de ellos nos estigmatizan y discriminan. Nosotros lo único que queremos es que se nos reconozca como trabajadores que somos, que vivimos de esto, que somos productores y que pagamos impuestos cuando compramos los materiales para nuestro trabajo. Necesitamos una ordenanza específica para el sector para no estar regulados solamente por un Código general”, dijo la artesana. Por otro lado, dejaron planteado que nunca se puso en marcha los proyectos que se presentaron para establecer lugares fijos especialmente destinado a los artesanos “que pueden convertirse en puntos turísticos también ya que, como en toda ciudad turística, la gente cuando llega quiere ir a las ferias”, señalaron.

Por otro lado, también participaron representantes de la Cámara de la Propiedad Horizontal
que llevaron su preocupación a los ediles ante la posible aprobación del anteproyecto tal como está. Sebastián Viqueira, vicepresidente de la entidad, dijo que existe cierta inquietud en el sector por los puntos referidos a las normas de seguridad en torno a los edificios más viejos de la ciudad, ya que según uno de los artículos del nuevo Código, se sancionará a aquellas construcciones que no tengan el certificado final de obra. El hombre explicó que para obtener ese certificado es necesario contar con el que expide Bomberos y que en el caso de los edificios construidos con anterioridad al 2005, será difícil que lo puedan tener ya que las condiciones edilicias y estructurales no están adaptadas a las exigencias aprobadas con posterioridad.

Fuente: La Mañana de Córdoba