Con una huerta ecológica Brinkmann crea su tercera cooperativa de trabajo

El proyecto que inició desde el ámbito municipal, se suma a una láctea y otra textil, esta última conformada en medio de la pandemia. Además de verduras, producirán frutas y flores, generando siete nuevos puestos de trabajo.

El proyecto que inició desde el ámbito municipal, se suma a una láctea y otra textil, esta última conformada en medio de la pandemia. Además de verduras, producirán frutas y flores, generando siete nuevos puestos de trabajo.

En tiempos de pandemia, los municipios promueven la conformación de cooperativas de trabajo para dar respuesta a los rubros más afectados por la crisis sanitaria y formalizar el mercado laboral. Es el caso de Brinkmann, donde las autoridades ya trabajan en la creación de la tercera entidad, la segunda en lo que va de la pandemia.

Se trata de la cooperativa de trabajo hortícola, fruticultura y floricultura que contará en su primera etapa con siete socios, los cuales ya tuvieron su primera capacitación virtual.

La misma se suma a la ya consolidada láctea «La Nueva Esperanza», dedicada a la elaboración de quesos y a la recientemente puesta en marcha dedicada al rubro textil.

En este caso, la huerta agroecológica que ya funciona bajo la órbita del área de Desarrollo Humano y Bienestar Social con cuatro personas,  tomará ahora otro rumbo para convertirse en una figura laboral formal y sumar socios y diversificar la producción.

Con estos tres emprendimientos en marcha, la ciudad logra generar empleo para unas 35 personas con el deseo de crecer a futuro y seguir sumando puestos de trabajo.

Los primeros pasos
«El proyecto hortícola se realiza con cuatro personas desde el ala del municipio pero ahora se transformará en una cooperativa de trabajo independiente a la que se sumaran otras cuatro personas. Es decir, que serán siete los socios, seis mujeres y un hombre», comentó el secretario Desarrollo Humano y Bienestar Social, Hugo Tosolini a LA VOZ DE SAN JUSTO.

» De esta manera podrán ingresar al trabajo formal, algo que no es fácil en estos tempos, sobre todo para personas con escasos recursos», rescató.

El mandatario municipal comentó que los miembros de la futura cooperativa están dando sus primeros pasos. Este lunes su primera capacitación virtual.

La misma estuvo a cargo de la magíster María Cecilia García Sotomayor de la Subsecretaría de Cooperativas y Mutuales del Ministerio de Industria, Comercio y Minería del Gobierno de la Provincia de Córdoba.

«Se capacitaron sobre los primeros pasos para la conformación de una cooperativa de trabajo, obligaciones, responsabilidades y beneficios. En los próximos días se realizará el acta de conformación de esta nueva entidad», manifestó Tosolini.

La segunda de la pandemia
Si bien se trata de la tercera cooperativa que tendrá la ciudad, es la segunda conformada desde que inició la pandemia.

En este sentido, Tosolini destacó que «el movimiento cooperativo es fundamental en tiempos de crisis económicas, de hecho a lo largo de la historia se ha visto como este sistema ha sostenido la caída laboral de muchas empresas».

Definió como «fundamental» el rol del municipio para la creación y el seguimiento de estas entidades.

Al respecto recordó que a mediados de este año se puso en marcha la cooperativa textil, que ya trabaja en la confección de uniformes e indumentaria para el personal municipal. «Están a la espera de la homologación por parte del Inae y para diciembre deberán entregar 500 prendas», comentó Tosolini.

La misma está conformada por 14 personas y según anticipó el funcionario, «la idea es hacer de este emprendimiento algo similar al modelo devotense; de hecho también se están capacitando con gente de la cooperativa textil de esa localidad».

Las flores, un mercado poco explotado en la región       
El proyecto contemplará un modelo agro-ecológico saludable sin la utilización de químicos. Pero además de producir y vender alimentos de la huerta, la cooperativa sumará frutas y flores.

En esto mucho tiene que ver el Vivero Provincial de Brinkmann, que les cedió un espacio a los miembros de la cooperativa para desarrollar esta actividad.

«Se fabrica el compost y se vende, de hechos los plantines ya son una salida laboral para estas mujeres pero la idea es hacerlo a mayor escala para abastecer al mercado regional», contó Tosolini.

En este sentido reconoció que la floricultura es un nicho de mercado poco explotado en la región. «La mayoría de las florerías de la zona deben abastecerse de mercadería desde Santa Fe, por eso pensamos que puede ser un mercado potencial para crecer», finalizó.

El emprendimiento devotense que ya abastece a unas 70 familias     
«Verde Esperanza» es la huerta agroecológica cooperativa que además de autoabastecer con alimentos saludables las doce familias que la integran, venden a los vecinos de la región.

Con una producción cercana a los 1.000 kilos, entre vegetales y huevos, ofrecen sus productos a habitantes de Devoto y otras poblaciones de la región.

Las familias que participan del proyecto sueñan con la soberanía alimentaria y trabajan con compromiso, para transformar su realidad y la de la sociedad en general.

«El primer año ya teníamos la cantidad de verduras para el consumo propio de las familias, siendo que el siguiente ya logramos abastecer a una pequeña cantidad de vecinos de la localidad y zona», manifestó a nuestro diario, Gonzalo Giustetti, colaborador del emprendimiento hortícola que lleva dos años y medio de trabajo.

«En un principio eran seis familias y hoy son doce», destacó.

La huerta funciona en el sector sur de la localidad, donde un privado les cedió un cuarto de hectárea. En este sentido reconoció que «el principal problema que tiene la agricultura familiar es el acceso a la tierra», por lo que consideró imprescindible «contar con políticas públicas

no sólo para acercar alimentos sanos, ricos y nutritivos sino también para lograr precios accesibles».

«Los comercios de cercanía tienen que viajar para conseguir verdura y eso encarece los costos por el flete, lo cual después se traslada al precio final del producto», reflexionó Giustetti.

«Nuestra zona es sumamente potable para la producción de este tipo de alimentos, por lo que celebramos que hoy muchos se sumen a ´este tren´».

Finalmente reconoció que hay dos factores que influyen a la hora de potenciar la producción de alimentos agroecológicos: «uno es que la gente se está preguntando que está comiendo, de donde vienen esos alimentos y por otro lado, es que los trabajadores que se consideran no formales están pudiendo formalizar su trabajo a través de las cooperativas».

Fuente: La Voz de San Justo