El consumo continúa en caída libre
Un estudio privado revela que bajó un 72 por ciento la frecuencia con la cual se renuevan los electrodomésticos, un 56 por ciento las salidas al cine y al teatro y un 52 por ciento las escapadas de fin de semana.
06/06/2016 El PaísUn estudio privado revela que bajó un 72 por ciento la frecuencia con la cual se renuevan los electrodomésticos, un 56 por ciento las salidas al cine y al teatro y un 52 por ciento las escapadas de fin de semana.
Una de las formas de conocer la evolución de los ingresos de los hogares es medir la frecuencia con la cual se realizan los consumos. En lo que va del año, el 65 por ciento de los consumidores redujo la frecuencia con la cual hace grandes compras en el supermercado, similar a los que contrajeron sus comidas afuera y a la merma en la compra de ropa. Un 72 por ciento bajó la frecuencia con la cual renueva electrodomésticos, un 56 por ciento bajó sus salidas al cine y al teatro y un 52 por ciento las escapadas de fin de semana. Los datos surgen de un documento de la consultora Kantar Worldpanel al que accedió este diario. El informe se confecciona a través de un monitoreo constante sobre un panel de 3500 hogares distribuidos en todo el país.
El consumo de los hogares de todos los estratos sociales cayó en abril un 3 por ciento en la comparación anual según el informe citado, similar a la merma que acumula en el año. El desempeño del consumo mejora un poco para los segmentos de alto poder adquisitivo y empeora aún más para el caso de los sectores populares, que fueron afectados proporcionalmente en mayor medida por el aumento en los servicios públicos. También hubo un cambio de hábito de consumo en favor de segundas marcas y a través de menor volumen.
Según el departamento de estudios económicos de la CAME, en mayo la caída de las ventas minoristas fue de 9,2 por ciento, superior a la de abril, cuando había bajado un 6,6 por ciento interanual. El deterioro del consumo según la entidad empresaria se reflejó en todos los rubros (ver aparte).
La caída del consumo tiene inmediata correlación con el deterioro de los ingresos. Según cálculos del Estudio Bein, este año el salario real podría caer alrededor de 6 puntos, ya que la recomposición en paritarias no alcanzará a cubrir el salto inflacionario. La situación es todavía peor para los trabajadores no registrados y de- socupados.
Los bolsillos flacos tienen su contraparte en el escaso dinamismo en los comercios. Entre los bienes de consumo masivo, el informe citado advierte que el rubro más afectado es bebidas, particularmente jugos y cervezas. En este sentido, Artemio López, director de la consultora Equis, afirmó que la caída de las ventas de Coca-cola, la gaseosa líder del mercado, es del 16 por ciento en lo que va del año, mientras que las cervezas que produce la empresa Quilmes bajaron un 28 por ciento.
En el rubro de bebidas alcohólicas, el vino tampoco escapó a la debacle del consumo. Según datos recientes del Instituto Nacional de Vitivinicultura en abril la comercialización total de vinos 1.069.638 hectolitros, lo que representa una caída del 3 por ciento en relación a igual mes del año anterior. Los despachos para el consumo interno bajaron un 4,4 por ciento mientras que las exportaciones descendieron un 8,5 por ciento. La dinámica bajista de las ventas externas también derriba el mito de que terminar con “el retraso cambiario” era la cura para todos los males, cuando en realidad el deterioro de los mercados compradores, como Estados Unidos y Europa, motiva esos problemas del sector exportador. En el acumulado del primer cuatrimestre se registró una baja de 6,2 por ciento en las ventas de vinos al mercado interno. Los vinos sin mención varietal cayeron 9,3 por ciento; los varietales, 6,5 y los gasificados un 75,5 por ciento. La única categoría que subió fue la de vinos espumosos, con un 6,5 por ciento.
“En cuanto a canales, los ganadores son los formatos de discounts y mayoristas, pues lograron sumar clientes. El hipermercado perdió hogares y cada consumidor lleva en promedio una categoría menos con respecto al mismo período del año anterior”, detalla Kantar Worldpanel.
En diálogo con este diario, Yolanda Durán, presidenta de Cedeapsa, cámara que agrupa a los comerciantes de la comunidad asiática, detalló que en la última reunión de delegados de todo el país se comunicó que la caída en mayo frente a abril fue del 30 por ciento en las ventas, que se suma a la caída del 12 por ciento en relación a marzo. Además, advirtió que en los restaurantes chinos la venta por kilo bajó un 50 por ciento frente a comienzos de año. Durán enfatizó que la merma de las ventas fue superior en las primeras marcas y adelantó que los supermercados chinos cerraron un acuerdo con La Serenísima para bajar el precio de la leche desde los 17 pesos actuales hasta los 15,50 pesos.
Otros datos reflejan el deterioro de las ventas: el consumo de carne cayó un 10 por ciento; los patentamientos de motos, un 5 por ciento; los electrodomésticos, un 12 por ciento y shoppings, un 4 por ciento. “Los ajustes sobre servicios públicos y transporte impactaron fuerte en la capacidad de gasto de los hogares”, declaró Federico Filipponi, Director Comercial de Kantar Worldpanel. La consultora también midió un dato curioso: el año pasado un 27 por ciento de los consumidores tenía buenas perspectivas sobre su economía personal pero sólo el 19 por ciento le tenía fe a la economía nacional. Este año el 31 por ciento piensa que su situación va a mejorar pero el 54 por ciento piensa que en el país las perspectivas en el futuro serán mejores. “Confío en que estaremos mejor, pero no sé si me va a tocar”, resumió la consultora.
En cuanto a los cambios de hábito de consumo, el 46 por ciento de los consumidores monitoreados en el informe dice que este año pasó a comprar segundas marcas o productos con marca del supermercado y el 34 por ciento comenzó a elegir formatos o envases más económicos. Por su parte, días atrás la Consultora W, que dirige el especialista Guillermo Oliveto, midió que el 74 por ciento de los consumidores dice haber recortado gastos para llegar a fin de mes y que el 69 por ciento está preocupado por el deterioro de su poder adquisitivo.