Córdoba: 1.847 contratados para sólo mil vacantes

Asamblea. El miércoles, una nutrida asamblea reclamó efectivizaciones en la Municipalidad de Córdoba

Asamblea. El miércoles, una nutrida asamblea reclamó efectivizaciones en la Municipalidad de Córdoba

Son empleados transitorios que quieren ser efectivizados. Mestre debe decidir cómo y cuándo utiliza esos cargos. El Suoem presiona a la Intendencia con el argumento de que ya tienen antigüedad y concursos rendidos, y exige su pase a planta permanente.

De los casi 11 mil empleados que en todo concepto tiene la Municipalidad de Córdoba, actualmente son 1.847 los que están en condición de reclamar su pase a planta permanente, medida que el Sindicato Unido de Obreros y Empleados Municipales (Suoem) ya empezó a exigirle al intendente, Ramón Mestre, con una nutrida asamblea de trabajadores el pasado miércoles.

Esta vez el conflicto no aparece tan duro. El Ejecutivo ha mostrado predisposición a avanzar en un proceso de regularización laboral. La tensión existe, pero no es extrema.

Mestre dispone de algo más de mil vacantes presupuestarias (no hay número exacto) acumuladas en los últimos tres años por renuncia, despido, muerte o jubilación de agentes, con lo cual debe decir cuándo y cómo las administra, además de pautar luego una salida similar a mediano o largo plazo para el resto de contratados (unos 1.200) que quedarían en espera de su efectivización.

Los 1.847 agentes mencionados son los denominados “contratados artículo 9” (también conocidos como planta transitoria), que en su mayoría son remanente de un anterior intento oficial de efectivizaciones masivas, y que quedó trunco.

En efecto, a mediados de 2011 y a pocos meses de culminar su mandato, el entonces intendente Daniel Giacomino también quiso pasar a planta a 1.374 contratados, muchos de los cuales venían como herencia acumulada de la gestión de Luis Juez.

Como Giacomino no contaba con mayoría legislativa para modificar las normas e imponer su voluntad, debió conformarse con pasarlos del estatus de contratados, a transitorios.

Esa categoría implica que cobran casi el mismo salario que un efectivo, pero no tienen garantizada la estabilidad.

En consecuencia, fue desde aquel momento cuando el municipio empezó a asumir los mayores costos económicos que suponía sacar de la “precarización” a 1.374 trabajadores.

El grupo, engordado luego hasta llegar a 1.847 miembros, está en condiciones legales y políticas de reclamar su efectivización. Y lo está haciendo.

Camino despejado

Los transitorios ya sortearon los dos límites que tenían para pasar a planta: rindieron concursos públicos, como manda el estatuto de empleados modificado por la gestión Mestre; y superan holgadamente el mínimo de dos años de desempeño que también impone la norma para el pase a planta.

“Ya hicimos todos los deberes que nos pidieron. No tienen margen para decirnos que no. Tampoco pretendemos pases masivos y de una sola vez, sino un cronograma concreto”, repiten dirigentes del Suoem, que esperan una respuesta del Departamento Ejecutivo.

Del otro lado, tampoco nadie se horroriza, porque en definitiva estas son las nuevas reglas de juego que el propio Ejecutivo fue macerando en los últimos tres años para regir el ingreso de empleados al municipio.

En la práctica, hay sólo dos escollos que separan a los transitorios de su salto definitivo a planta permanente: la disponibilidad de vacantes suficientes; y la valoración política que Mestre haga sobre la conveniencia o no de habilitar un proceso de este tipo a las puertas de una campaña que lo tendrá como aspirante a la reelección.

Fuente: La Voz del Interior