Córdoba: Los planes de la Provincia llegan, pero no sacan de la pobreza

El 82% de los pobres tiene al menos un plan social provincial. Y el 89% de los indigentes. Pero sólo 36 mil de 485 mil pobres logran dejar de serlo por el impacto de estos programas.

El 82% de los pobres tiene al menos un plan social provincial. Y el 89% de los indigentes. Pero sólo 36 mil de 485 mil pobres logran dejar de serlo por el impacto de estos programas.
Aun traduciendo a dinero los aportes del Paicor, los boletos gratuitos, los subsidios en tarifas de agua, energía e impuestos provinciales, los registros de la pobreza apenas si se inmutan. Y mantienen bajo la línea de quienes no pueden pagar una canasta básica a 449 mil cordobeses: 27,7 por ciento de la población del Gran Córdoba.

Sin considerar el impacto de 11 programas sociales no monetarios que entrega la Provincia, la pobreza sería del 29,9 por ciento o 485 mil de los 1,6 millones de personas consideradas como universo en el Monitoreo de Condiciones de Vida que realizó la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia (con la participación del Departamento de Estadísticas de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNC), que mostró ayer los datos correspondientes al segundo semestre completo del año pasado.

No obstante ello, en relación a mediados de 2017, ambos indicadores sociales mostraron una baja. En aquel entonces, eran del 30,3 (sin planes) y del 29,6 por ciento (considerando los subsidios).

En el caso de la indigencia, el impacto de los planes es mayor: de 4,3 por ciento (o 70 mil personas que no pueden pagar una canasta básica de alimentos) pasa a 2,8 por ciento si se toma como plata lo que se ahorra una familia que recibe planes no monetarios. En el tercer trimestre de 2017, eran del 6,2 y el 3,8 por ciento, respectivamente.

Dos indicadores

Según la secretaria General de la Gobernación, Silvina Rivero, el anticipo de Córdoba ni consideró este dato, puesto que el estudio no busca polemizar con las cifras del Indec (aunque necesariamente debe partir de una medición comparable con la que hace el organismo nacional) sino que se hace para conocer si los programas sociales están llegando a la población vulnerable. Y Rivero considera que el Monitoreo demuestra que sí: “Los resultados son bastante alentadores, nos dan cierta tranquilidad en cuanto al modo en que la Provincia está focalizando la política social”, enfatizó la funcionaria.

El dato que sirve para apoyar esta afirmación es la cobertura que tienen los programas en los sectores vulnerables: el 82 por ciento de los pobres y el 89 por ciento de los indigentes tienen al menos un plan social provincial.

Programas contemplados
Para medir el impacto se consideraron apenas 11 programas sociales: Paicor, Más Leche más Proteínas, Alimentos para Celíacos, copas de leche, comedores para adultos mayores, Boleto Educativo Gratuito, Boleto Obrero, Boleto para el Adulto Mayor, tarifa social de energía, tarifa social de agua y eximiciones del Impuesto Inmobiliario.

Entre los indigentes no se cuenta la Tarjeta Social, que tiene 70 mil beneficiarios (el mismo número que los indigentes totales), pero como el aporte es monetario suma como ingreso y es medido en la metodología tradicional, incluso por el Indec.

La Provincia asegura que no quiso “inflar” el aporte no monetario de sus planes. Es por eso que, por caso, no incluyó el programa Salas Cuna, puesto que entiende que una familia no pagaría por una guardería si no la tuviera gratis del Estado. “No tenemos claro que exista un costo de oportunidad o un ahorro. Las estrategias de las familias serían otras, no pagar una guardería”, explicó Daniel Ortega, director de Estadísticas Sociodemográficas de la Provincia de Córdoba.

En el caso del transporte, el aporte de los boletos tomó en consideración el precio del viaje del servicio urbano en la ciudad de Córdoba, a pesar de que al incluir a 16 localidades del Gran Córdoba existe un alto componente de viajes en interurbanos. Se toma en cuenta el precio completo del viaje: 15,38 pesos, aunque no es el costo que tiene para el Estado (paga el valor de un abono a las empresas, no el precio completo del boleto).

Para el caso de los programas alimentarios, la medición por kilocalorías por adulto equivalente da un monto bastante parecido al que paga la Provincia por ración, según Rivero.

Este año comenzó un relevamiento más amplio que incluye a Villa María, Río Cuarto y San Francisco. Además del alcance, se sumaron aspectos por relevar, dentro de la bautizada “encuesta de bienestar”, que medirá dimensiones diferentes de la pobreza, siguiendo lineamientos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).

Estos datos, de una pobreza entendida en términos multidimensionales, estarán listos el año próximo. Entretanto, habrá una nueva ola del Monitoreo correspondiente al primer semestre de este año, que se conocerá en septiembre.

Fuente: La Voz