Cosquín: deudas, empleados de paro y emergencia económica
La gestión del socialista Gabriel Musso encontró deudas millonarias y sueldos impagos. Polémica por un proyecto de emergencia.
La asunción del intendente socialista Gabriel Musso se produjo en medio de una crisis económica y financiera terminal en la Municipalidad de Cosquín, luego de que la exintendenta Rosanna Adaglio (Unión por Córdoba) entregara de manera anticipada el poder en medio de una catarata de obligaciones incumplidas.
Buena parte del municipio se encuentra paralizada, ya que 130 empleados de las áreas operativas y de servicios se encuentran de paro. El personal administrativo, en tanto, adhiere de manera parcial a la medida dispuesta por el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales y Zona Punilla (Soemc).
La secretaria general del gremio, Cristina López, indicó que se adeudan los salarios de octubre y noviembre, y que no hay precisiones sobre el pago del SAC. “Lo más preocupante es que el Ejecutivo no sabe cuándo abonará lo adeudado”, indicó.
El intendente Musso reconoció que al personal se le adeudan 10 millones de pesos. “Hemos recibido el municipio sin un centavo y en un estado catastrófico, estamos haciendo gestiones ante Provincia y Nación en busca de ayuda financiera. Es prioritario pagar los haberes”, indicó. Musso puntualizó que también gestiona ante la Universidad Nacional de Córdoba una auditoría municipal.
Esta semana, además, enfrentará su primera batalla política: podría tratarse en el Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza de emergencia presentado por el Ejecutivo. La oposición, el sindicato de municipales y otros sectores ya anticiparon su rechazo.
El proyecto de emergencia, más allá de la oposición que enfrenta, permitiría agilizar las vías administrativas para enfrentar la asfixiante situación económica del municipio, que registra una deuda que ronda los 100 millones de pesos. También toca el lado más sensible coscoíno: el 56º Festival Nacional de Folklore de enero, que se encuentra desfinanciado y sin haber saldado las cuentas de la edición anterior.
Las medidas propuestas en el proyecto de emergencia implican un fuerte ajuste de gastos para priorizar los servicios básicos. Según la oposición, suponen también “un cheque en blanco” para Musso.
