«¿Cuántos de ustedes le daría trabajo a un piquetero?»
El economista Eduardo Levy Yeyati desafió a los participantes de uno de los paneles del 55º Coloquio de IDEA y les advirtió que la negativa a contratar en sus empresas a trabajadores poco calificados "genera una pobreza y un desempleo estructural relativamente alto en la Argentina".
21/10/2019 MUNICIPIOSEl economista Eduardo Levy Yeyati desafió a los participantes de uno de los paneles del 55º Coloquio de IDEA, reunido en Mar del Plata, y les advirtió que la negativa a contratar en sus empresas a trabajadores poco calificados «genera una pobreza y un desempleo estructural relativamente alto en la Argentina».
«Hay un gran elefante en el salón que es el trabajador informal», advirtió Eduardo Levy Yeyati, director de Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella y CEO de la consultora Elypsis, ante el auditorio de 1000 empresarios del Coloquio de Idea, que en ese bloque de exposiciones se preguntaban cómo generar empleo de calidad para un proceso de «crecimiento de 20 años que reduzca la pobreza a un dígito», tal como propuso el presidente de Idea Pyme, Sebastián Martínez. «¿Cuántos de ustedes les darían trabajo a un piquetero?», preguntó Yeyati. Tres empresarios levantaron la mano en el auditorio, a pesar de que la oferta hipotética era «al precio que ustedes quieran».
«Hay cuestiones estructurales en nuestro desempleo, detrás de nuestra informalidad, que no lo vamos a resolver bajando cargas patronales», se sinceró Yeyati en lo que describió como un mercado laboral racionalizado e insistió en que se trata ni más ni menos que de la pobreza y el desempleo estructural. «No es exclusivamente una cuestión de precio. Yo bajo el costo laboral y a esa persona le cuesta conseguir trabajo», aseguró.
El economista y CEO de Elypsis expuso en el panel «La Argentina en el espejo del mundo», donde describió con tres rasgos el mercado laboral argentino. En primer lugar señaló el nivel de calificación de acuerdo con los parámetros de los países desarrollados, donde el 50 por ciento de los trabajadores están expuestos a perder su puesto por el avance tecnológico o cambios en los modos de producción, y señaló que en la Argentina el 90 por ciento de los asalariados están en esa situación.
«No somos nosotros ni la gente que nosotros conocemos, pero los trabajadores argentinos están todos casi en la línea de fuego», aclaró Yeyati y señaló: «Hay que crear trabajo de calidad, pero también tenemos que crear trabajo para nuestros trabajadores».
El segundo punto que subrayó el director de la de Escuela de Gobierno del Di Tella fue el «alto grado de desalarización» que tiene la Argentina, debido a que solo un tercio de los asalariados están alcanzados por los convenios colectivos de trabajo, dentro de los que incorporó a los empleados públicos, mientras que más de la mitad son trabajadores independientes o informales.
«Cuando hablamos de reforma laboral, en esquemas alemanes o nórdicos, generalmente pensamos en el asalariado de convenio», advirtió, antes de señalar que el gran elefante del salón son los trabajadores independientes e informales, «que ninguna de estas políticas parecería a priori enfrentar y tiene que estar dentro de la discusión laboral».
Según Yeyati la tercera característica del mercado laboral argentino es el racionamiento laboral y planteó la pregunta que no encontró respuesta entre el empresariado convocado a escuchar el bloque de exposiciones denominado: «El trabajo como hecho transformador de todo».
«El ejemplo es muy claro: traigo un piquetero acá, a Idea, y el piquetero les dice: ‘Sí, más que salir a protestar, quiero tener trabajo. Es más, me ofrezco a trabajar, ustedes son todos empresarios, son dueños de empresas, quiero trabajar por el precio que ustedes quieran —emuló Yeyati la propuesta de un supuesto piquetero— ¿Cuántos de ustedes les darían trabajo?». El expositor contó tres manos levantadas en el auditorio.
«¿Qué es lo que está detrás de esta imposibilidad? Es un problema que genera una pobreza y un desempleo estructural relativamente alto en la Argentina. Una vez que tengamos esto claro podemos pensar en políticas de empleo», propuso, e invitó a los empresarios a involucrarse en la políticas públicas de formación laboral para «cerrar la grieta de las habilidades profesionales».