Día Mundial contra el Trabajo Infantil: el flagelo que afecta a más de 1 millón de chicos argentinos
Cada 12 de junio la Organización Internacional del Trabajo conmemora este día con el fin de alertar acerca de esta problemática. Los números son alarmantes.
Cada 12 de junio la Organización Internacional del Trabajo conmemora este día con el fin de alertar acerca de esta problemática. Los números son alarmantes.
Según datos de la ONU, más de 150 millones de niños trabajan en todo el mundo. Por eso, en 2002, la Organización Internacional del Trabajo instauró el 12 de junio como el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
El principal objetivo de este día es alertar sobre esta problemática y visibilizar la urgencia de que el Estado desarrolle políticas que alejen a los niños y las niñas de la explotación laboral y garanticen su derecho a jugar, aprender y crecer con plenos derechos.
Según la Encuesta de Actividades de Niñas, Niños y Adolescentes (EANNA) realizada a fines de 2017, en Argentina hay más de 1.100.000 menores de 18 años que participan en actividades económicas, productivas o domésticas intensivas, interrumpiendo su formación y desarrollo.
Un flagelo que afecta a millones:
En todo el mundo, 218 millones de niños de entre 5 y 17 años están ocupados en la producción económica. Entre ellos, 152 millones son víctimas del trabajo infantil; casi la mitad, 73 millones, están en situación de trabajo infantil peligroso.
Casi la mitad de los 152 millones de niños víctimas del trabajo infantil tienen entre 5 y 11 años; 42 millones (28%) tienen entre 12 y 14 años; y 37 millones (24%), entre 15 y 17 años.
¿Qué tipos de trabajo infantil son más habituales en Argentina?
En las zonas rurales, donde se concentra el 60% del trabajo infantil de Argentina, algunos niños, niñas y adolescentes trabajan en la preparación de la tierra, la siembra y la cosecha. En otros casos son responsables del cuidado de animales y cultivos, participan en las fumigaciones, acarrean agua y acopian leña.
En el ámbito doméstico, los menores de 16 años realizan tareas intensivas en el cuidado de la casa, los hermanos o la atención de otros familiares ancianos o enfermos, cuando los mayores no están.
Los niños, niñas y adolescentes que trabajan en la vía pública lo hacen en la venta ambulante, pidiendo propinas, abriendo puertas de taxis y limpiando parabrisas; también, realizan tareas como la recuperación de materiales reciclables (cartón, papel, latas, vidrio, metales, etc).
