El consumo de energía eléctrica en Argentina cayó al nivel de la pandemia en 2021

En todo el país bajaron fuerte los consumos residenciales, y en menor medida también los de las industrias y comercios chicos y medianos.

En todo el país bajaron fuerte los consumos residenciales, y en menor medida también los de las industrias y comercios chicos y medianos. Se trata de valores similares a la llamada segunda ola del Covid, cuando se ordenó el aislamiento preventivo y hubo restricciones severas a la circulación.

En abril de 2025 se necesitaron 9.540.887 megavatios por hora para cubrir la demanda de energía eléctrica de todo el país, un número que es apenas superior al del mismo mes de 2021 (9.450.955 MWh), cuando se vivía la segunda ola de la pandemia de Covid19 que se había iniciado en marzo de 2020. Precisamente, en abril de ese año, cuando se iniciaron las duras restricciones a la circulación y el aislamiento preventivo obligatorio, se midió el guarismo más bajo para el mes de abril, con 8.158.399 MWh.

Los datos corresponden a la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina, que días atrás publicó en su sección de informes el que corresponde a abril pasado. Y un número similar brindó la Fundación para el Desarrollo Eléctrico, Fundelec, también con equivalencias con aquel mes de abril de 2021.

Empujado por la retracción de la demanda en los hogares, el consumo de electricidad en nuestro país se redujo en abril un 1,8% y tocó un piso que no se registraba desde la cuarentena por la pandemia de Covid, en 2021.

Comparación interanual
Según Adeera, respecto de abril de 2024, en ese mes de 2025 la reducción total fue de -2,52%. Además, hay bajas en todos los segmentos de la demanda, pero pesa especialmente el de los hogares o usuarios residenciales que muestran un descenso de -4,30%. En las industrias y comercios medianos y pequeños (clientes no residenciales de más y de menos de 300 kW de potencia) aunque también hubo menos consumo que un año atrás, fueron menores a un punto, con -0,60% y -0,40% respectivamente.

En ese registro de cifras en rojo, solo aumentaron su demanda respecto del año pasado las industrias electro intensivas, con una suba del 2,65%. Se trata de los llamados Grandes Usuarios por la denominación utilizada en el sistema eléctrico argentino. El tamaño de su demanda es tal que llevan adelante sus compras directamente con los generadores (centrales hidráulicas, térmicas, nucleares, solares y eólicas) en el mercado mayorista.

La misma fuente precisa que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires la demanda de energía se redujo -0,33%. En tanto que las jurisdicciones con mayor crecimiento fueron Neuquén 6,86% y Río Negro 2,79%.

En el primer caso, exclusivamente por el incremento de la demanda de los grandes usuarios (allí se ubica el yacimiento gasífero de Vaca Muerta).

Restan nuevas mediciones para determinar si la baja del consumo tiene o no directa relación con el aumento del costo del servicio eléctrico a los usuarios residenciales, tanto en los niveles 1 (altos ingresos), 2 (bajos) y 3 (medios), o si la temperatura ha sido determinante.

Sí está claro que al registrarse bajas en el zona central del país, donde se encuentra la mayor porción de la demanda, baja el promedio. Y que tanto en el Amba como en Córdoba y Santa Fe los valores máximos en la temperatura ambiente fueron un par de grados mayores en 2024 que en 2025.

¿Una tendencia?
En lo que va de 2025 se utilizaron menos kilovatios que en el mismo período de 2024. De enero a abril del corriente fueron 46.719 gigavatios, mientras que esos primeros cuatro meses del año pasado se necesitaron 46.811 gigavatios.

Durante los años 2020 y 2021, para el mismo cuatrimestre, las cifras fueron sensiblemente menores: 40.976 GWh en el primer caso y 41.550 GWh en el segundo. Por eso, llama la atención la abrupta caída de abril de 2025 que se parece al fatídico segundo año de encierro y aislamiento. Los meses siguientes dirán cómo se comportan el consumo, más allá de las temperaturas, por la mayor o menor actividad económica.

Fuente: El Litoral