El negocio inmobiliario también sufre en los “shoppings” cordobeses

Casi 600 millones de pesos sumaron las ventas en conjunto de los shoppings y centros comerciales del Gran Córdoba en enero pasado, último mes relevado por la Dirección de Estadísticas provincial.

Casi 600 millones de pesos sumaron las ventas en conjunto de los shoppings y centros comerciales del Gran Córdoba en enero pasado, último mes relevado por la Dirección de Estadísticas provincial.

Ese volumen facturado refleja la importancia que este canal tiene para el comercio minorista pero, a la vez, muestra el modo en que la baja del consumo lo viene castigando: la facturación del primer mes de 2019 fue, en valores constantes (sin el efecto de la inflación), 13,65 por ciento inferior a la de un año atrás.

En sintonía con la retracción general del comercio, las ventas en shoppingsacusan caídas reales desde la segunda mitad de 2018, cuando la recesión comenzó a sentirse en el consumo.

En ese panorama, y en danza con el deterioro de la rentabilidad de las marcas y locales, también ha perdido márgenes el propio negocio de los centros comerciales, es decir, el alquiler de cada una de las superficies en las que está “loteado” cada centro comercial.

Vale mencionar que las siete principales plazas de esta Capital (Patio Olmos, Nuevocentro, Córdoba Shopping, Dinosaurio Rodríguez del Busto, Paseo del Jockey y los paseos Lugones y Rivera) superan, según un relevamiento realizado por este diario, los 980 espacios comerciales.

Esa cifra aglutina a los locales –que son la mayoría, más de 730– y a las denominadas islas (ubicadas en los pasillos).

La rentabilidad inmobiliaria en los shoppings está impactada en forma negativa por dos factores principales: alquileres que se actualizan por debajo de la inflación y una tasa de vacancia que, aunque no se disparó a niveles elevados, sí tuvo cierto aumento.

Con mayor o menor énfasis, los siete centros comerciales consultados coinciden en destacar las dos variables. Ante eso, responden con distintas estrategias, según su posicionamiento, perfil y destreza.

Por caso, flexibilizan condiciones de ingreso, otorgan alguna facilidad a locatarios, salen a buscar de manera proactiva nuevos inquilinos en lugar de esperarlos y testean nuevos formatos, como outlets, ferias temporales, negocios efímeros (semanas o meses) y espacios colectivos para emprendedores.

De todos esos casos se vieron ejemplos en los últimos meses en los complejos de esta ciudad.

“El sector en Argentina tiene una larga experiencia en crisis y, ante una generalizada como la actual, toma medidas preventivas. En general, se ven beneficios transitorios destinados a retener a los locatarios, porque un espacio que queda vacante en una recesión es mucho más difícil de ocupar luego con igual rentabilidad”, sintetiza Oscar Piccardo, titular 1POR1 Marketing Integrado.

El especialista en centros comerciales apunta que el valor histórico del alquiler del metro cuadrado en los complejos posicionados equivalía a una media de 35 dólares,  cifra que entre devaluación y crisis, hoy se ubica en 25 dólares (-28,7 por ciento).

Fuente: La Voz