El presupuesto participativo municipal en pandemia
En el contexto de la pandemia resulta interesante indagar los problemas que enfrentaron los municipios argentinos para desarrollar el Presupuesto Participativo (PP) en el año 2020 y sus perspectivas en la materia para 2021.
17/08/2021 OPINIÓNEn el contexto de la pandemia resulta interesante indagar los problemas que enfrentaron los municipios argentinos para desarrollar el Presupuesto Participativo (PP) en el año 2020 y sus perspectivas en la materia para 2021. Conviene recordar que el presupuesto participativo es una política territorial y de democracia directa que involucra a los ciudadanos y al estado local en el diseño y ejecución de obras y decisiones de gestión local. En Argentina se aplica en una decena de gobiernos locales desde hace casi veinte años.
El relevamiento realizado involucró a quince municipios de siete provincias (Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, Mendoza y Misiones), de los cuales, apenas un tercio pudo mantener activo su presupuesto participativo en 2020.
Las situaciones por las que se vieron obligados a suspender, no retomar o no iniciar el PP en el año 2020, fueron originadas por la pandemia: tanto por el aislamiento que llevó a la suspensión de las actividades presenciales, como por las urgencias sanitarias que impidieron adecuar la herramienta participativa a modalidades virtuales. Los cinco municipios que llevaron adelante igual el PP en 2020, en su mayoría, optaron por esquemas virtuales o que combinaban instancias presenciales y a distancia (bimodal).
Un fenómeno observado es que en términos generales, la mayor o menor participación estuvo fuertemente condicionada por el contexto, más allá de la modalidad elegida. De hecho, hubo casos que aplicaron votaciones únicamente virtuales, y en comparación con 2019, se redujo la cantidad de participantes en las instancias de diagnóstico y elaboración de proyectos, pero experimentaron un aumento en la votación. En cambio otros, tuvieron una disminución en la participación tanto en el momento de la votación como en las etapas previas.
La perspectiva en 2021 es diferente: trece de los quince municipios analizados están avanzando con una nueva edición de PP este año. Pese a las dificultades que presenta todavía la peste en la diversa geografía argentina, de esos trece municipios, diez privilegian un formato total o parcialmente presencial.
En el caso del Conurbano Bonaerense, para 2021, San Miguel sería el único distrito de la Región Metropolitana de Buenos Aires con algún componente presencial en su presupuesto participativo, ya que Escobar, Morón y Vicente López han optado por realizarlos en un formato 100 por ciento virtual.
En un escenario excepcional, de tanta incertidumbre, los gobiernos locales, debieron redefinir sus agendas para afrontar la emergencia de la Covid-19. En estas circunstancias era esperable que el presupuesto participativo, como otras políticas similares, sufriera una pausa. Eso fue lo que sucedió en 2020, donde la mayoría de los distritos que venían aplicándolo lo discontinuaron.
Sin embargo, los gobiernos municipales, una vez más, muestran una gran capacidad de adaptación y dinamismo y la tendencia negativa de 2020 se está revirtiendo durante el presente año, donde la mayoría de los municipios comenzaron (o tienen planificado iniciar) el proceso de presupuesto participativo.
Para terminar, con respecto a las innovaciones, se observa una aceleración en el uso de medios tecnológicos para diferentes instancias del proceso (difusión y/o votación), algunos de las cuales ya estaban en marcha previo a la pandemia, pero sin dudas, el impedimento de los encuentros presenciales dio a esto un mayor impulso.
Por Carlos R. Martínez, Martín Mangas y Ricardo Paparas (*)
(*) Equipo de Presupuesto Participativo de la Universidad Nacional de General Sarmiento. La investigación también fue realizada por Magalí Gayarre, Cristian Adaro, Ángel Juárez y Pablo Toledo.