El recurso del autopréstamo
Sin posibilidades de acceder a los mercados de capitales, el Gobierno echa mano a los que hasta ayer (es decir, durante el kirchnerismo) eran métodos muy mal vistos: swaps con China y préstamos intra-sector público.
27/12/2018 El PaísSin posibilidades de acceder a los mercados de capitales, el Gobierno echa mano a los que hasta ayer (es decir, durante el kirchnerismo) eran métodos muy mal vistos: swaps con China y préstamos intra-sector público.
El Gobierno vuelve a hacer uso del dinero de los jubilados. En una resolución oficial conjunta entre las secretarías de Hacienda y de Finanzas, se dispuso la emisión del Letras del Tesoro en pesos a ser suscriptas por la Anses “por hasta un monto de valor nominal original de 86.000 millones de pesos”, según quedó oficializada la operación ayer en el Boletín Oficial. Se trata del mismo instrumento de financiamiento utilizado por el gobierno anterior y denostado por el macrismo en su rol opositor: letras intransferibles, sin cotización en los mercados local e internacional. Fuentes oficiales dijeron a PáginaI12 que “no se trata de financiamiento para gasto público”. “Es dinero que invierte la Anses para ganar intereses”, agregaron desde el equipo de Cambiemos. Las Letras pagarán una tasa similar a las de las actuales Lecap (Capitalizables).
Otra fuente aclaró en que el dinero proviene de las multas que pagaron los que se adecuaron al blanqueo de capitales y tiene como destino el pago de la ley de reparación histórica. En el tratamiento de la Ley de Presupuesto de este año se había anticipado que cuando se acabara el dinero del blanqueo se pagaría con recursos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS).
Luego de agotada la primera alternativa de Cambiemos, la vía del endeudamiento externo, el Gobierno optó por el financiamiento interno y desempolvó las fuentes del kirchnerismo, como el swap con China y la deuda intra-sector público. Si bien el mecanismo utilizado es el mismo, en esta oportunidad no se está utilizando el dinero para financiar obras de infraestructura ni inversión que permita aumentar la producción y así elevar la base de aportantes al sistema solidario de jubilación. “Es dinero que invierte Anses para ganar intereses. No es un préstamo. La Letra original era 91.250 millones de pesos. De ese total se había precancelado una parte, por eso se renovó por 86.000 millones”, detalló la fuente.
Según argumentan, ese stock de dinero no se puede utilizar para otro destino que no sea la compra de bonos, con el objetivo de que no pierda su valor para el pago de la reparación histórica. Es por ello que en el Gobierno resaltan que se trata de un ‘roll over’ (refinanciación de un vencimiento). La misma fuente aclaró que el dinero sale directamente de la Anses y no es una vía de financiamiento mediante el FFS. En varias oportunidades funcionarios de Cambiemos habían expresado su intención de liquidar los activos del FGS para obtener fondos frescos para pagar jubilaciones, una iniciativa sobre la que presiona el Fondo Monetario Internacional. El FGS detenta el equivalente a 7500 millones de dólares en acciones.
Las Letras que adquirió Anses pueden ser canceladas en forma anticipada y gozarán de todas las exenciones impositivas dispuestas por las leyes y reglamentaciones vigentes, señala la resolución del Boletín Oficial. Tienen como fecha de emisión el 26 de diciembre (ayer) y de vencimiento a un año de plazo (26 de diciembre de 2019). Si bien los servicios se pagan en pesos, la suscripción puede ser tanto en moneda local como en dólares. En este último caso se utilizará para su conversión el tipo de cambio de referencia del Banco Central al día hábil anterior a la fecha de liquidación.
La forma de colocación es por suscripción directa, la amortización íntegra al vencimiento y devengará intereses a tasa variable, pagaderos trimestralmente el 27 de marzo, 26 de junio, 25 de septiembre y 26 de diciembre de 2019. La Tasa Variable será el equivalente al promedio aritmético simple de las tasas nominales anuales (TNA) de Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos o las que las reemplacen en el futuro, en base a los precios de cierre publicados por el Mercado Abierto Electrónico (MAE) en el resumen de operaciones del Boletín Diario, para el plazo más próximo a 90 días, que no podrá ser inferior a sesenta días ni superior a 120 días.