En Río Cuarto 393 familias viven a diario de la actividad del cirujeo, según la UNRC

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El informe técnico fue solicitado por el municipio para profundizar el plan de apoyo a quienes trabajan como recuperadores urbanos.

Según un informe elaborado por técnicos de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) en esta ciudad del sur cordobés un total de 393 familias viven diariamente de actividades de «cirujeo» recolectando de la vía pública, de terrenos baldíos o de otros sitios, distintos tipos de residuos que luego reciclan para la venta.

Según el relevamiento de la UNRC la mitad de los que se dedican a esta actividad no concluyó aún sus estudios primarios.

La cifra es muy similar a la que se detectó en 2004, cuando el municipio local puso en marcha un plan especial de apoyo a estos recuperadores urbanos.

«Hace 10 años se detectarohn 369 familias dedicadas a esta actividad pero como el relevamiento de aquella vez fue parcial pensamos que la cifra real era un poco mayor, muy similar a la que se registra actualmente. En esta década 127 grupos familiares relevados en 2004 consiguieron una actividad laboral mucho mejor pero se sumaron otros 100 nuevos que no tienen otras opciones de trabajo», explicó a LA MAÑANA el subsecretario de Desarrollo Social del municipio Gonzalo Parodi.

El funcionario aclaró que el informe de la UNRC fue solicitado y financiado por la intendencia de Río Cuarto con el fin de actualizar las cifras de quienes se dedican a esta actividad informal y poder mejorar el plan de apoyo hacia ellos en materia educativa y de prevención sanitaria .

«De las 393 familias que se dedican al cirujeo, 200 emplean carros con caballos y el resto usa bicicletas, los zootropos que entregó el municipio o recolectan los residuos a pie. El apoyo que damos desde la intendencia fue valorado positivamente por el 80% de las familias relevadas por la UNRC», continuó Parodi.

El relevamiento permitió conocer que el 90% de los grupos de recuperadores urbanos vive en viviendas precarias ubicadas en la costanera del río Cuarto.

«El 95% de las casas tiene energía eléctrica y el 100% de las unidades son de material. La mitad tine techo de chapa y el resto de cemento. Ademàs el 98% de las viviendas tienen piso de cemento y sólo 8% carece de baño. Vamos a ayudar a mejorar la infraestructura edilicia, sobre todo para eliminar las letrinas», agregó el funcionario del intendente Juan Jure.

En materia de salud, el trabajo universitario permitió conocer que todos los recuperadores tienen la cobertura médica del hospital provincial y de los centros de salud municipales.

«Hemos detectado un 30% de familias que no ha solicitado una pensión para hijos discapacitados. Los vamos a apoyar en este sentido lo más rápidamente posible», apuntó Parodi.

Un dato más que preocupante es que un tercero de las familias relevadas (casi 100 en total) admitió que se dedica a esta actividad desde hace 30 años, lo que implica dos generaciones como mínimo.

«Profundizaremos el plan de apoyo en materia educativa puesto que la mitad de los integrantes de esta familia no terminó la escuela primaria. Hacia allí haremos foco con nuestras acciones futuras. En promedio cada familia relevada tiene 5 integrantes pero sólo 2 de ellos se dedica a la recolección de basura para su reciclaje o venta», aclaró el subsecretario de Desarrollo Social de Río Cuarto.

Aunque en promedio las familias encuestadas admitieron generar recursos mensuales promedios de sólo 1500 pesos, en el municipio estiman que la cifra es muy superior y fue mal informada.

«Igual vamos a organizar mejor la venta para que esta gente pueda maximizar sus ingresos. El municipio no puede conseguirle un empleo al 50% de las familias que admitió la necesidad de cambiar su actividad pero al menos colaboraremos en mejorar la calidad de vida de todos ellos, en materia de viviendas, salud y educación», concluyó el funcionario que coordina desde hace varios años los planes de apoyo social que ejecuta la intendencia de Río Cuarto entre los sectores más carencientes de la ciudad.

Fuente: La Mañana de Córdoba