Es trabajo no pago pero ayuda para jubilarse

El Programa de Reconocimiento de Aportes por Tareas de Cuidado permitirá que 155 mil madres que se encuentren en edad de retiro puedan jubilarse con una moratoria

El Programa de Reconocimiento de Aportes por Tareas de Cuidado permitirá que 155 mil madres que se encuentren en edad de retiro puedan jubilarse con una moratoria.
Carolina Camps

Este lunes se puso en marcha el Programa de Reconocimiento de Aportes por Tareas de Cuidado. Esta iniciativa previsional con perspectiva de género permitirá que 155 mil mujeres que hayan sido madres y actualmente se encuentren en edad jubilatoria puedan jubilarse ingresando a una moratoria, a pesar de no contar con los 30 años de aportes registrados. A fines de 2020, la cantidad de mujeres beneficiarias del sistema previsional argentino era de 3,6 millones y ahora podría aumentar en un 4,6 por ciento.

La agencia previsional informó que luego del primer trámite de la nueva moratoria, iniciado en La Matanza, ya se reconocieron los aportes de mujeres que se presentaron en Cañuelas, La Plata, Mendoza y San Juan.

La medida es un antes y después en las políticas de Estado tanto en materia previsional como de género, ya que por un lado permite la inserción de las mujeres que no cumplen con los 30 años de aportes al sistema previsional y por el otro, se reconocen las tareas del cuidado como un trabajo.

En la actualidad, más del 90 por ciento de los argentinos en edad de jubilarse tiene cobertura previsional, lo cual equivale a unos 6,8 millones de personas. Un porcentaje significativo de quienes no están cubiertos por el sistema está compuesto por mujeres que trabajaron en relación de dependencia en distintos momentos de su vida pero que no llegaron a completar los 30 años requeridos y que además han sido madres.

Trabajo no pago
“Eso que llaman amor es trabajo no pago”, dice una de las consignas centrales del feminismo. Según una encuesta sobre el trabajo no remunerado y uso del tiempo realizada por el Indec, la mayor carga de trabajo doméstico no pago recae sobre las mujeres: un 76 por ciento frente al 24 por ciento en el caso de los varones. Esta desigualdad hace que las mujeres tengan dificultades para ingresar al mercado laboral y sufran mayores niveles de informalidad, inestabilidad y salarios más bajos. Por ello, encuentran mayores dificultades para generar los años de aporte necesarios. La desproporcionada distribución de las tareas de cuidado es causa y consecuencia de la brecha salarial y de la feminización de la pobreza.

El programa reconoce a las mujeres un año de aporte por cada hijo criado. A las mujeres que hayan sido titulares de una AUH y el niño o niña haya percibido este derecho por lo menos durante doce meses, se les computarán dos años adicionales de aportes. A las trabajadoras registradas que hayan hecho uso del período de licencia por maternidad y por excedencia, también se les reconocerá dicho plazo a los fines de acceder al derecho a una jubilación.

Para la titular de la Anses, Fernanda Raverta, «la forma en la que se presenta el mercado formal de trabajo en la Argentina no garantiza los 30 años de aportes y esto es aun peor para las mujeres». El flamante programa, según la funcionaria, «es una política pública novedosa pero con historia, porque toma el recorrido de las moratorias jubilatorias de 2005 y 2014».

El Plan de Inclusión Previsional que se puso en marcha en 2005, durante el gobierno de Néstor Kirchner, permitió incorporar 2,8 millones de adultos mayores al sistema previsional. Ese número se fue ampliando a partir de diversas reaperturas de las moratorias. En 2020 el universo de jubilados con moratoria, de 3,6 millones de personas, superó al de jubilados y pensionados sin moratoria, que sumaban 3,2 millones de personas.

Fuente: Página 12