Un estudio económico revela una fuerte caída del poder adquisitivo
El trabajo se realizó comparando el número de alimentos que se podían comprar con un salario mínimo en junio de 2015 con respecto al mismo mes de este año. Carne y verduras los más afectados.
26/07/2016 El PaísEl trabajo se realizó comparando el número de alimentos que se podían comprar con un salario mínimo en junio de 2015 con respecto al mismo mes de este año. Carne y verduras los más afectados.
Según un informe elaborado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Benjamín Hopenhayn (CedeBH), la caída del poder de compra de los trabajadores en los últimos 12 meses ronda entre el 22 y el 67% dependiendo el producto. Con la intención de dimensionar los efectos de las últimas subas de precios, el estudio compara la capacidad de compra de algunos alimentos y bebidas en base al salario mínimo vital y móvil de junio de 2015, y de junio de 2016 ($6.810).
En diálogo con Diario UNO, Diego Rubinzal, investigador de CedeBH sostuvo que el objetivo del trabajo fue buscar algún parámetro para saber cuánto había caído el poder de compra medido en productos concretos, y que si bien con esos datos no es posible calcular un índice de precios, sí se puede conocer cómo varía en el tiempo el valor de bienes considerados elementales.
«El salario mínimo es un parámetro bastante relevante porque nos da una idea de la variación del poder adquisitivo. Es algo bastante sencillo, es ver por ejemplo cuántos litros de leche, o cuantos kilos de carne, se podían comprar hace un año, y cuántos ahora.
En ese sentido, el estudio refleja que con un salario mínimo se podían adquirir 506 sachés de leche, contra 394 actuales (-22%), 309 litros de yogur, contra 239 (-22%), o 73 kilos de asado, contra 43 kilos en 2016 (-43%).
El informe se hizo con los productos que se consideran más importantes en cuanto al consumo, como lácteos, carnes, y verduras.
«Es cuánto cayó el poder de compra. Lo que sacamos es el porcentaje de menos que se puede comprar de cada producto. No todos aumentaron de la misma manera, y por lo tanto, la caída del poder de compra no es la misma para todos los productos», explicó.
El profesional señaló además que en los últimos diez años, de 2006 a 2015, el aumento promedio de inflación por año fue del 21%, de acuerdo a la medición del estudio Bein y Asociados.
«En esos años, el acumulado es 727%, y si se toma la serie de aumentos salariales promedio en ese mismo tiempo da 1.200%. Eso quiere decir que a pesar de una inflación alta, el nivel salarial se recuperó por encima de la misma», expresó.
«La dinámica que se viene dando desde noviembre del año pasado es la inversa. Hay un proceso donde los aumentos salariales están bastante por debajo de la línea inflacionaria, y eso produce una caída de consumo bastante clara», agregó.
Para Rubinzal la escalada inflacionaria se empezó a acelerar después de la primera vuelta electoral.
«Nosotros teníamos la proyección, en base a como venían aumentando los precios, de que en 2015 la inflación iba a terminar de acuerdo a lo que medimos nosotros en 22%, y terminó el año en un 30%, porque se dio una disparada en el último mes y medio. Este año, hasta el momento la inflación nos está dando una proyección del 40% en alimentos, mientras que años anteriores el promedio era del 25%», finalizó.
Por su parte, Néstor Perticarari, docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL, relativizó el estudio de CedeBH, dijo que el tema requiere un análisis más complejo, y consideró que comparar el salario mínimo con precios de productos es algo poco útil. «Lo que se debe comparar es el salario promedio de los trabajadores, con una canasta de bienes de la que recién ahora se conocen oficialmente datos. El problema es que no se mide la inflación sino la variación del precio de un artículo», indicó.
En esa línea, Perticarari resaltó que es evidente que los salarios perdieron capacidad de compra, pero reflejó que es algo difícil de medir, sobre todo porque durante los últimos años el Indec estuvo intervenido, y las mediciones oficiales eran poco fiables.
«Lo que se debería hacer es tener bien medidos los precios con una canasta de consumo, pero recién ahora se publicó la variación del mes de junio, porque antes el Indec estaba intervenido. No había forma de comparar o de tener un registro medianamente claro de lo que es poder de compra que en algunos años ganó y en otros perdió. Este año también perdió y de eso no hay ninguna clase de dudas», estimó.
«Está claro que aumentó el costo de vida más de lo que aumentaron los salarios. Es muy visible la situación, pero la metodología correcta para saberlo es contrastar salarios promedio, contra canasta de bienes», añadió.
Los que menos ganan, los más perjudicados
En contacto con Diario UNO, Claudio Girardi, titular de la CGT local indicó que desde la devaluación el poder de compra de los salarios cayó notablemente, y los sectores más perjudicados fueron los que menos ganan.
«Es decir, los que más destinan el total de su salario a comer. Menos ganan, y más contraproducente es esta devaluación para los que cobran pensiones no contributivas, planes sociales, o asignaciones. Para ellos el impacto fue arriba del 50%», planteó y expresó que si bien en la clase media la pérdida fue menor en porcentaje, en todos los casos el costo fue para los trabajadores.
En esa línea instó a lograr la unidad del movimiento obrero el próximo 22 de agosto, para poder marcar al gobierno nacional los puntos importantes a discutir como el poder adquisitivo, los aumentos de salario, las obras sociales, o la situación de las pyme.
«Son una serie de puntos que el movimiento obrero tendrá que poner en un documento, y por lo tanto, lograr la unificación para que de esa forma podamos salir a discutirle al Presidente de la Nación dentro del marco democrático, cuál es la postura que está tomando», señaló.
«Macri prometió pobreza cero, pero lo que hay que decirle al Presidente es que equivocó el camino en 180 grados. Tiene que girar porque así vamos a llegar a una pobreza de mucha mayor cantidad de gente como relevan los informes de la UCA. La verdad es que uno puede sostener coincidiendo o no de que hay responsabilidades del gobierno anterior respecto a algunos temas, pero ya van prácticamente ocho meses de gobierno y no hay respuestas concretas de un plan económico, y eso sumado al desastre que hicieron con las tarifas», enfatizó.