Forestar, impulsar y educar

La reforestación en Córdoba avanza, pero su éxito depende también del rol educativo en la formación de conciencia ambiental.

La reforestación en Córdoba avanza, pero su éxito depende también del rol educativo en la formación de conciencia ambiental.

En abril próximo se cumplirá un año del lanzamiento del Plan Provincial de Forestación impulsado por el Ministerio de Ambiente y Economía Circular de la provincia. Desde antes se viene desarrollando un proyecto con características similares denominado Pulmones Verdes. En ambos casos, la implantación de árboles y otras especies vegetales sobresale como la acción central.

En los próximos meses, es posible que los organismos responsables de estas iniciativas informen sobre los avances alcanzados. Se espera que los objetivos planificados se hayan concretado, dado el alto impacto ambiental que ambas estrategias buscan generar.

En efecto, el Plan Provincial de Forestación pretende conservar la biodiversidad, y la restauración de los ecosistemas nativos de la provincia de Córdoba mediante la plantación de flora nativa de importancia eco-sociocultural. El programa prevé la implantación de 200 mil ejemplares de flora nativa hasta marzo de 2025. A su vez, la cifra se irá incrementando en un 25% anual hasta el año 2027, llevando a cabo la mayor forestación de árboles autóctonos en la historia de la provincia. Para ello, prevé el trabajo articulado y a través de la construcción de alianzas con ONGs, municipios y comunas, industrias y parques industriales, cooperativas y mutuales entre otros.

Por su parte, el Programa Pulmones Verdes tiene como finalidad la conservación, restauración, creación y fortalecimiento de espacios naturales o seminaturales urbanos, que conserven y protejan la diversidad biológica y su ecosistema autóctono. De esta manera, el proyecto contribuye a la resiliencia local frente a las consecuencias del cambio climático global. Se afirma que “la conservación de estos ambientes naturales es estratégica para la protección de la biodiversidad, el desarrollo sostenible e integral de las localidades y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes”.

Si estas metas se alcanzan, no hay duda de la relevancia de ambas iniciativas. No obstante, sería importante contemplar también la posibilidad de que el sistema educativo se involucre de lleno en esta problemática y no se quede solo en clases alusivas. Involucrar a estudiantes de todos los niveles en estos programas no solo fortalecería su impacto, sino que también fomentaría una conciencia ambiental desde edades tempranas.

La participación y la generación de conciencia social son esenciales para impulsar la reforestación de varias áreas del territorio cordobés, proteger los espacios verdes de cada comunidad y preservar el arbolado urbano. En esta tarea, la escuela se erige como un aliado fundamental, ya que serán las nuevas generaciones quienes enfrentarán la crisis ambiental del planeta y deberán contar con las herramientas necesarias para actuar en consecuencia.

Fuente: La Voz de San Justo