Intentando desarticular la bomba
El torniquete cambiario dispuesto por el Banco Central tras la derrota en las elecciones comienza a ser complementado con medidas que le permiten comenzar a desarticular la bomba Leliq y reducir la tasa de interés.
30/10/2019 El PaísEl torniquete cambiario dispuesto por el Banco Central tras la derrota en las elecciones comienza a ser complementado con medidas que le permiten comenzar a desarticular la bomba Leliq y reducir la tasa de interés. A través de la Comunicación “A” 6817, el BCRA realizó nuevas adecuaciones a la normativa de “efectivo mínimo” donde impide que los bancos recurran a las letras y notas de cortísimo plazo para conformar esa exigencia en pesos. La medida entrará en vigencia a partir del viernes.
Las Leliq son las «Letras de Liquidez», que el Banco Central comenzó a colocar en octubre de 2018 para, a través de una elevada tasa de interés real, sacar pesos del mercado e impedir que presionen sobre el tipo de cambio. A diferencia de las Lebac, que podían ser adquiridas por los particulares, las Leliq y también las Nobac sólo pueden ser adquiridas por los bancos.
Funcionan como el instrumento que define la tasa de referencia del mercado. Llegaron a tocar el 80 por ciento después de las PASO y en la actualidad se ubican en 68 por ciento. Con gran parte del dinero que reciben por las colocaciones a plazo, las entidades compran Leliq. En esa diferencia de tasas, los bancos obtienen una utilidad importante facilitada por el Banco Central.
Los bancos podían utilizar las Leliq para integrar parte de los encajes (la porción de los depósitos que deben inmovilizar, es decir, que no pueden prestar) en el Banco Central. De esa forma, esos encajes que antes no rendían nada a fines de 2018 pasaron a ser remunerados por la autoridad monetaria. Ese mecanismo se cortó con la nueva normativa de la entidad que preside Guido Sandleris.
Desde la consultora Elypsis indicaron que “la medida mejorará la hoja de balance del BCRA, debido a que dejará de remunerar una parte de su pasivo”. El equipo de economistas que encabezan Martín Kalos y Victoria Giarrizo sostiene que “esto avalará una baja en las tasas de depósitos bancarios, que debido al endurecimiento de los controles cambiarios no impactará significativamente en demanda de dólar oficial”. Advierten, sin embargo, que los pesos que ya no se destinen a depósitos bancarios podrían contribuir a ensanchar las brechas cambiarias.