La CGT elige movilizar antes que ir a un paro general

Será en el acto convocado por organizaciones sociales por la “emergencia social y laboral”. Hay diferencias internas y algunos reclamos por la relación de Hugo Moyano y el Gobierno.

Será en el acto convocado por organizaciones sociales por la “emergencia social y laboral”. Hay diferencias internas y algunos reclamos por la relación de Hugo Moyano y el Gobierno.

Aunque atravesada por sus contradicciones internas, tanto políticas como económicas, la CGT se encamina a hacer una demostración de fuerza que se pretende masiva contra las decisiones del gobierno de Mauricio Macri. Será después de haber desactivado la posible convocatoria a una huelga nacional ante el diálogo y algunas concesiones como el bono de fin de año, parcialmente compensatorio de la inflación.

La magnitud de esa demostración –prevista para el viernes 18– tendrá su hora de la verdad cuando se vean cuáles de sus sindicatos y en qué número movilizarán a sus afiliados al acto convocado por las organizaciones sociales en reclamo de la declaración de la “emergencia social y laboral”.

La CGT no sólo adhirió, sino que también decidió participar, tal como ayer lo ratificó en su reunión del consejo directivo.

La puesta en escena será en la Plaza de los Dos Congresos, en reclamo de la sanción de una ley de emergencia “social”, antes de 
que finalice el actual período legislativo.

Convocaron las organizaciones de trabajadores informales Ctep (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular), Barrios de Pie y Corriente Clasista y Combativa.

Como demostración de la confluencia inédita entre la principal central de trabajadores formales y las organizaciones de trabajadores informales, el cierre del acto estará a cargo de la CGT, según se informó ayer en la reunión del consejo; y, aunque aún no está decidido, seguramente será Juan Carlos Schmid el encargado del discurso.

Con todos

La concentración se presume que en sí misma será masiva, a juzgar por la marcha que por el Día de San Cayetano realizaron las organizaciones sociales, el 7 de agosto, en la Plaza de Mayo, aunque la participación activa de sindicatos cegetistas puede llegar a darle aun mayores dimensiones. De esa masividad también sacará tajada la CGT de cara a la reunión, segunda del diálogo social, con el Gobierno y los empresarios, que tendrá 72 horas después.

“El compromiso fue el de movilizar lo máximo posible”, dijo a este diario ayer una vez finalizada la reunión el secretario general del sindicato de textiles AOT, Hugo Benítez, sugestivamente el único en informar sobre el encuentro, cuando las anteriores citas de la conducción unificada terminaron en conferencia de prensa.

El líder de los trabajadores textiles dijo que la CGT se sumará a la asamblea del 18 con los reclamos de “basta a los despidos, las suspensiones y las importaciones”, en particular de los productos de consumo masivo.

Citó, a propósito, que en el sector textil, durante los últimos 10 meses, hubo 1.900 despidos y tres mil suspensiones y vacaciones anticipadas.

Sin embargo, habrá que ver hasta dónde sindicatos con una relación especial con el Gobierno nacional vayan a movilizar. Por caso, el de camioneros, cuyo secretario general adjunto, Pablo Moyano, que agitó la necesidad de un paro nacional, ahora que ello parecería haber pasado a segundo plano, volvió a estar ausente en la reunión del consejo del que es parte, igual que su hermano el diputado Facundo, del sindicato de peajes.

La pregunta es: ¿camioneros movilizará según su capacidad después del acuerdo al que Hugo Moyano llegó con Mauricio Macri para refinanciar la enorme deuda previsional de OCA de la que el camionero sería dueño vía testaferro?

Contradicción, esa, más económica que política. A diferencia, por ejemplo, de la que surgió en la reunión de ayer, cuando uno de los sindicalistas del sector industrial propuso que al acto del 18 también sean invitadas las CTA, del mismo modo que a partir de reuniones tenidas esta semana se sumarán organizaciones empresariales, Pyme industriales y comerciales, entre otras.

Ya anteanoche, había habido un fuerte cruce entre “los Francisco”. Gutiérrez, el dirigente metalúrgico, le salió al cruce a Cabrera, el ministro de Producción. El primero sostuvo que serían más de 15 mil los empleos que se perderán en Tierra del Fuego por la apertura de importaciones de aparatos electrónicos, contra los “muchos menos” que sostuvo el ministro y que, de todos modos, tendrían su “Repro VIP”. “Antes a los 15 mil los tendrá que aguantar en su despacho”, le descerrajó Gutiérrez

Fuente: La Voz del Interior