La crisis política agudiza la incertidumbre económica: recesión y dólares que no aparecen

El Gobierno atraviesa una fuerte interna puertas abiertas frente una oposición fortalecida. El ministro de Economía, Luis Caputo, viajará a Arabia Saudita para acceder a fondos de inversión, algo que ya se intentó sin éxito durante el gobierno de Mauricio Macri.

El Gobierno atraviesa una fuerte interna puertas abiertas frente una oposición fortalecida. El ministro de Economía, Luis Caputo, viajará a Arabia Saudita para acceder a fondos de inversión, algo que ya se intentó sin éxito durante el gobierno de Mauricio Macri.

En la semana se evidenciaron dos aspectos negativos para el gobierno que podrían tener impacto en la dinámica de la economía. Por un lado, la aprobación en el Senado de la recomposición para los jubilados que no solo evidencia la fragilidad parlamentaria del oficialismo, sino que también es contraria al sendero de franciscanismo fiscal que profesa la Libertad Avanza. Esto pone en dudas la sostenibilidad de la política fiscal implementada desde el 10 de diciembre y el prematuro superávit.

Además de un Parlamento que se mostró hostil al ajuste sobre los jubilados, las rencillas internas expusieron la tensión que habita al elenco gobernante. Como nunca había ocurrido hasta el momento, el Gobierno evidenció su fragilidad: minoría parlamentaria e inestabilidad interna. Lo cual siembra interrogantes respecto a si podrá continuar implementando las políticas que desea y lograr los objetivos que trazó.

¿Podrá el Gobierno seguir determinando el tipo de cambio?
Hasta el momento, luego de la devaluación de diciembre cuando el dólar duplicó su valor, el tipo de cambio oficial se mueve al 2% mensual. Al interior del gobierno sostienen que al haber menos pesos en circulación e interviniendo en los mercados paralelos, por un lado, se desinfla la demanda de dólares mientras que por el otro se disipa la expectativa devaluatoria. Sin embargo, las dudas respecto al valor actual del dólar van in crescendo.

Uno de los tantos desafíos que deberá sortear el gobierno para no perder control sobre el tipo de cambio son los vencimientos de deuda en dólares que pesan hasta fin de año. Este cronograma de pagos acumula u$s8 mil millones entre agosto y diciembre contemplando lo que debe pagarse al Fondo Monetario junto a otros organismos multilaterales de crédito y diferentes instrumentos emitidos por el Banco Central, de acuerdo a la Oficina de Deuda del Congreso.

Las vías para recomponer reservas: financiamiento o aumento de exportaciones
Es sabido que el gobierno busca financiamiento externo para recomponer las languidecientes reservas y generar un shock de confianza que les permita ganar tiempo. Sin embargo, hasta el momento los dólares no aparecen por esa vía. En busca de acabar con esta suerte esquiva en materia de financiamiento, en las próximas semanas el ministro de Economía viajará a Arabia Saudita para acceder a fondos de inversión saudíes, algo que ya se intentó sin éxito durante el gobierno de Mauricio Macri.

La otra vía de financiamiento, según plantea el gobierno anarco libertario, es mediante giros del Fondo Monetario. Sobre esto, un ex banquero central comentó en off a LNM que “ellos están haciendo una apuesta que no sé si va a salir así”, primero porque su alineamiento no parece ser con Estados Unidos, sino con una persona, Donald Trump, lo cual podría ser contraproducente por varios motivos.

Primero porque “en mi opinión, hoy gana Harris”, lo cual de ocurrir se cae la apuesta de que Trump interceda en el Fondo para habilitar desembolsos frescos. Pero, en segundo lugar, la manifestación del gobierno argentino contraria al Partido Demócrata podría inclusive obturar otros arribos de inversiones, “no te olvides que el Partido Demócrata siempre tiene muy buena llegada al mercado, a diferencia del Republicano que está en una posición más industrialista”.

De darse el escenario al que apuesta Milei y Trump se impone el 5 de noviembre, aun así “no sé si Argentina tendrá desembolsos adicionales, por la razón de que el Fondo está harto de la Argentina por no tener seriedad en su política exterior. Lo que quizás puede tener es una renegociación de la deuda y puede reabrir una negociación con una tasa sin sobrecostos”, enfatizó nuestra fuente.

La recesión es el principal aliado del Gobierno para controlar precios y dólar

Por el lado de las exportaciones, la otra vía por la que ingresan verdes, la realidad tampoco es muy halagüeña. A favor del gobierno, se está exportando más de lo que se importa y en lo que va del año se acumula un saldo positivo de más de u$s10 mil millones. Sin embargo, esto no responde a un boom exportador, de hecho, las mismas aumentaron sólo un 14% respecto al año pasado cuando las ventas al mundo fueron magras por la sequía. Contrariamente si la comparación de lo exportado hasta el momento es con el 2022, en donde no hubo factor climático, las mismas están hoy abajo en casi 7 mil millones de dólares.

Lo que sí ha disminuido notablemente son las importaciones. Las mismas se contrajeron un 26% en relación al año pasado y se está destinando para comprar al mundo u$s16,4 mil millones menos que en el 2022. De lo anterior se desprende que el superávit comercial no responde a un incremento real de las exportaciones sino a una caída de las importaciones de insumos y maquinarias, entre otros bienes, producto de la recesión que atraviesa a la economía.

Novedades que podrían impactar en exportaciones e importaciones
Ahora bien, si ponemos la lupa sobre las divisas generadas por el complejo agroexportador vemos que no están muy por arriba de las generadas durante el año pasado azolado por la sequía histórica. Esto significa que aún hay granos retenidos a la espera de mejores condiciones para ser liquidados. Esas mejores condiciones pueden ser una devaluación o reducción impositiva (retenciones). Pero lo cierto es que de no haber modificaciones en ninguna de estas variables las liquidaciones del agro seguirán en cuentagotas.

Sobre esto, el presidente del Centro de Exportadores de Cereales, Gustavo Idigoras, aseguró que necesitan “señales” para liquidar. En un medio especializado reconoció que le propusieron al gobierno bajar las retenciones a la soja de 33% actual a 25%, para netear la caída del precio internacional y los aumentos de los costos internos. Bajando el gravamen, aclaró, se podrían liquidar u$s5 mil millones más.

Mientras que por el lado de las importaciones desde el Palacio de Hacienda el ministro Caputo aseguró que en septiembre habrá baja del impuesto PAIS, lo cual significa que se podrá acceder a un dólar más barato para importar. El impuesto bajará 10 puntos porcentuales y buscan que abaratando los dólares usados para importar haya una baja en los precios de los productos que requieren de insumos importados.

La escasez de reservas apremia al gobierno a tomar decisiones de corto plazo
Al ser consultado por este tema, el profesor y consultor José María Rinaldi enfatizó que todas las políticas económicas del gobierno son de corto plazo. En el caso del impuesto PAIS, “tuvo doble finalidad, que era solucionar el problema fiscal y actuar como tipo de cambio diferenciado más caro para restringir la demanda de dólares para importar”. Es decir: alivio cambiario y fortaleza fiscal. Tanto es así que este impuesto pasó a representar el 6% de la recaudación en los primeros siete meses.

De lo anterior se desprende que el Gobierno deberá resignar alivio cambiario o recursos tributarios. ¿Puede mitigar las consecuencias? Con lo cual a la pregunta inicial hay que sumarle ¿qué pasará con el superávit fiscal? Y también ¿qué pasará con la inflación?

Fuente: La Nueva Mañana