La hora de los intendentes: sus roles en las próximas elecciones en Córdoba
Sin precedentes en los últimos comicios de Córdoba, los jefes comunales copan las listas del peronismo que los hace jugar en el territorio, mientras Juntos por el Cambio elige no exponerlos.
02/08/2021 POLÍTICASin precedentes en los últimos comicios de Córdoba, los jefes comunales copan las listas del peronismo que los hace jugar en el territorio, mientras Juntos por el Cambio elige no exponerlos.
La conformación de listas oficializadas el pasado fin de semana empezó a sentar las bases de los lineamientos generales que el proceso electoral tendrá para cada fuerza política. Todos los sectores en pugna, principalmente las diferentes ramificaciones del peronismo, coinciden en que el territorio tendrá una importancia crucial, casi como nunca en los últimos años. Con esa lógica parecen haberse repartido los soldados en el campo de batalla. Como en todo juego de estrategia, están los que tendrán un protagonismo mayor y aquellos encargados de cuidar las segundas líneas y la retaguardia. Pero todos juegan, incluso aquellos que aparentan no hacerlo.
Casi como mojón de lo que quedó de la campaña del 2019, entre los peronistas del interior cordobés empieza a cobrar fuerza la idea de “no asomar demasiado la cabeza”. Sobre todo entre aquellos que no guardan ligazones tan claras con los protagonistas de las listas.
Posicionarse en medio de una disputa entre el oficialismo nacional y el Gobierno provincial puede resultar un movimiento de riesgo, sobre todo cuando las presiones, casi naturalmente, arriban desde varias esquinas. “Es difícil pedirle a los intendentes que se posicionen abiertamente a favor de Alberto Fernández cuando el gobernador, que es quien maneja el partido, declaró al peronismo de Córdoba prescindente”, decía un influyente dirigente del interior en la previa a la elección presidencial a este medio. Si bien el panorama puede presentarse un poco más despejado, para muchos la realidad parece calcada.
Las listas
Salvando la batalla territorial que se concentrará en la Capital a partir de figuras como las de Alejandra Vigo (HxC) y Olga Riutort (FdT), las listas en las que se divide el peronismo tienen un fuerte “componente interior” que propone enfrentamientos territoriales muy claros. Las candidaturas de Martín Gill (FdT) y Eduardo Accastello (HxC) tienen al Departamento General San Martín como el escenario más extremo de una realidad que se extenderá por toda la provincia.
En las listas del oficialismo provincial hay ocho intendentes; en la del Frente de Todos, son cinco. El número posiblemente anecdótico se impone por sobre los demás perfiles elegidos para conformar las boletas, pero si se la compara con la legislativa inmediatamente anterior, el número sorprende: el oficialismo solo tenía un intendente en su lista de candidatos titulares (Gustavo Brandán, de Colonia Caroya, que repite en esta oportunidad), mientras que la expresión kirchnerista de aquel momento, Frente Córdoba Ciudadana, no tenía ninguno.
El aluvión de votos macristas en aquella elección legislativa expresó el mejor momento político-electoral para el entonces Cambiemos. De las diez ciudades más grandes de la provincia, los amarillos se quedaron con nueve. Solo San Francisco, tierra del entonces vicegobernador y candidato Martín Llaryora, pudo esquivar el sopapo. Cuatro años atrás, la cabecera del departamento San Justo era gobernada por Ignacio García Aresca, que reeligió en el 2019 y hoy ocupa el segundo lugar en la lista de Hacemos por Córdoba. Desde el Frente de Todos buscan hacer fuerza con la candidatura de Graciela Brarda, la presidenta del PJ departamental.
Dos de los puntos llamativos en la disputa entre las expresiones del peronismo aparecen en Río Cuarto y en Punilla, con alternada ausencia de referencias. Desde la Capital alterna, Juan Manuel Llamosas (reelegido el año pasado en una contienda electoral que festejaron schiarettistas y albertistas) ubicó a Claudia Márquez en un lugar expectante que le permitiría a la riocuartense continuar en la Cámara baja. Desde el Frente de Todos no pudieron sopesar esa situación, aunque el departamento quedó representado en la lista con Gastón Tomatis, el intendente de Las Acequias, una pequeña localidad ubicada a unos 40 km del “Imperio del Sur”.
La otra situación se da en Punilla, tierra de Carlos Caserio. Si bien hasta último momento se barajó la posibilidad de que Esteban Avilés, ex intendente de Villa Carlos Paz y actual titular de la Agencia Córdoba Turismo, formase parte de la lista; la representación parece haber quedado referenciada en Gabriel Musso, el intendente de Cosquín más referenciado con el socialismo aliado al Gobierno provincial que con el PJ cordobés, que lo enfrentó en las dos elecciones en las que resultó ganador.
Un dato no menor es que el lugar que parecía resguardado para Avilés, el cuarto, quedó para Sergio Busso. La presencia del ministro de Agricultura es también un claro gesto al sector agropecuario, socio fundamental del PJ mediterráneo desde el nacimiento de Unión por Córdoba, cuando allá por 1999 comenzó a copar políticamente todo el territorio provincial.
Juntos por el Cambio
El único intendente que había ingresado a la Cámara de Diputados en el 2017, había llegado desde el espacio político del entonces presidente Mauricio Macri. Gabriel Frizza, tuvo que dejar la Municipalidad de Jesús María para asumir un cargo que vencerá en diciembre de este 2019.
Cuatro años después, entre los nombres que dan forma a las dos principales listas de Juntos por el Cambio, hay solo dos intendentes. José Bría (Morteros) y César Abdala (Laboulaye) aparecen en séptimo y en noveno lugar de la boleta que encabezada por Rodrigo De Loredo. Más allá del resultado de la interna, ninguno de los dos ocupará un casillero en la nómina que competirá en noviembre.
Si bien llamativo, el dato también da cuenta de una pérdida de peso territorial, sobre todo en el radicalismo que supo pintar de rojo y blanco gran parte del territorio comunal cordobés.
De todos modos, eso no debe llevar a pensar que la disputa territorial estará ausente de la batalla al interior de Juntos por el Cambio, cuyos intendentes se reparten en tres bloques con representación en la Mesa Provincia – Municipios.
El más grande es el Foro de Intendentes Radicales, integrado por 123 mandatarios locales que, en su gran mayoría, jugarán sus fichas a la lista de la que participan Mario Negri y Ramón Mestre. Más allá de eso, la interna radical logró parir un nuevo grupo que se referenció detrás de la propuesta de renovación partidaria que intenta encarnar Rodrigo De Loredo. El peso electoral específico de ese grupo, que al comienzo llegaba a reunir a una docena de jefes locales, está en los casos específicos: los intendentes de Jesús María (Luis Picat) y Río Tercero (Marcos Ferrer) se alistan en ese el espacio que lleva a Luis Juez como precandidato a senador.
De no mediar cambios de último momento, el intendente de Bell Ville, Carlos Briner, sumaba su apoyo a la lista propuesta por Dante Rossi, que lleva a Griselda Baldata como precandidata al Senado. Aunque, por su naturaleza, las adhesiones podrían dividirse, los intendentes nucleados en Comupro y Mucora, expresan una mayor cercanía con las listas lideradas por Negri y Santos.
Sin embargo, todos se unirán en la carrera final que comienza en septiembre con línea de llegada el 14 de noviembre en lo que parece ser la hora de los intendentes.
Una especie de mantra sobrevuela la campaña electoral que dará forma al Congreso Nacional de los próximos dos años. “No hay 2023 sin 2021”. Todos los espacios lo repiten, oficialistas y opositores; fuerzas mayoritarias y espacios alternativos.