La motosierra de Milei recortó más de $22 billones y casi el 30% lo pagaron los jubilados

Aunque el Gobierno asegure que los haberes previsionales dejaron de perder poder de compra frente a la inflación, la realidad es que la mayoría de los los jubilados y pensionados sigue soportando el mayor peso del ajuste.

Aunque el Gobierno asegure que los haberes previsionales dejaron de perder poder de compra frente a la inflación, la realidad es que la mayoría de los los jubilados y pensionados sigue soportando el mayor peso del ajuste.

Desde principios del año, el Gobierno ha implementado un recorte del gasto público por un total de $22,5 billones, con los jubilados soportando una parte significativa de la carga. A pesar de las afirmaciones oficiales de que las pensiones han mantenido su poder adquisitivo frente a la inflación, los datos revelan una realidad diferente.

En los primeros siete meses del año, el Gobierno ha utilizado una política de austeridad que ha llevado a un recorte de $22,5 billones en comparación con el año 2023. Este ajuste, que ha sido descrito como sin precedentes por los propios funcionarios gubernamentales, ha afectado gravemente a los jubilados, quienes han absorbido el 27% del recorte total, según informa el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).

La situación se agrava debido a la fórmula de ajuste de las pensiones por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), agravada por un bono adicional de $70.000 que se ha mantenido fijo en los últimos meses. Este bono, aunque fue diseñado para compensar la pérdida del poder adquisitivo, no ha sido suficiente para contrarrestar la inflación descontrolada que ha erosionado los ingresos de los jubilados.

Mirando hacia 2024, el IARAF destaca que entre enero y julio el gasto público nacional se redujo en $22,5 billones en términos constantes. Los datos revelan que casi todas las categorías de gasto tuvieron recortes significativos, destacando que las jubilaciones y pensiones soportaron la mayor parte de la reducción con un 27%, seguidas por la inversión real directa (15%) y las transferencias a provincias (14%).

Según un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA), el valor de la pensión mínima alcanzó su punto más bajo en febrero de 2024, cayendo a $144.993 sin el bono y $220.430 con el bono incluido, representando una disminución drástica en comparación con los niveles de 2013. Aunque ha habido una cierta recuperación desde entonces, la inflación acumulada y las nuevas fórmulas de ajuste no han sido suficientes para restaurar el poder adquisitivo perdido.

En septiembre, se espera que las pensiones aumenten un 4%, alineándose con la inflación reportada. Sin embargo, debido a que el bono adicional se mantiene fijo, la mejora real neta para los jubilados será apenas perceptible, lo que subraya la fragilidad de su situación económica actual.

Fuente: Cordillerano