La recesión ya tiene quien la pague
Julio de este año fue, en despidos, el más alto en los últimos ocho años. La cantidad registrada por la consultora Tendencias Económicas es de 9377 afectados, 54,4 por ciento más que la del mismo mes del año pasado.
13/08/2018 El PaísJulio de este año fue, en despidos, el más alto en los últimos ocho años. La cantidad registrada por la consultora Tendencias Económicas es de 9377 afectados, 54,4 por ciento más que la del mismo mes del año pasado.
Los despidos alcanzaron en julio su nivel más elevado ese mes en los últimos ocho años. Fueron 9377 desvinculaciones en empresas privadas, organismos públicos y compañías estatales. Las cifras elaboradas por Tendencias Económicas son 56,8 por ciento superiores al máximo observado en el séptimo mes de 2012 cuando la economía también atravesaba una recesión. El relevamiento realizado por la consultora muestra que los despidos más significativos se registraron en actividades que habían motorizado la creación de empleo hasta el año pasado, como la construcción. La contracción en esos sectores se suma así a los sectores afectados por la apertura comercial y la reducción del mercado interno como las industrias textiles, calzado, alimenticia, transporte, comercio minorista y supermercados.
“En julio los despidos aumentaron 54,4 por ciento frente al mismo período del año pasado, hasta los 9377 trabajadores, que abarcaron una amplia gama de actividades”, sostiene el informe difundido ayer. Entre las empresas que despidieron trabajadores el mes pasado figuran: Brightstar, Carrefour, Editorial Atlántida, Dow Dupont, Filtros Monza, Envases del Plata, La Perlita, Trafigura, Verlop, Radio del Plata, Loa Paraguaya, Loba Pesquera, Nevares, La Boston, Pampa Energía, Serviaves y Supercemento, entre otras.
“La conflictividad laboral se incrementó en julio, localizándose en mayores huelgas y despidos”, indica Tendencias Económicas al destacar que “durante los primeros siete meses del año los despidos se incrementaron 298 por ciento frente al mismo período del año pasado, como mecanismo de ajuste de gastos de las empresas, ante la robusta suba de los costos y las perspectivas recesivas para los próximos meses”.
Los datos del relevamiento realizado por la consultora agudizan el escenario laboral recesivo que comenzó a observarse en las estadísticas oficiales para mayo y junio. Los primeros coletazos de la corrida cambiaria y el ajuste fiscal se observaron en mayo cuando los registros mostraron la destrucción de 16.900 puestos de trabajo. La contracción mensual en la serie elaborada por el Ministerio de Trabajo es la más profunda desde enero de 2016. En el sector público se perdieron 4900 puestos mientras que entre las actividades privadas se contabilizaron 5900 trabajadores menos que el mes anterior. A la sostenida caída de empleo en las fábricas, al ritmo de la apertura comercial y la merma en la demanda interna, se sumaron en mayo la parálisis en la construcción y una leve caída en comercio.
La última Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo reflejó que las empresas paralizaron la contratación de personal. Durante junio la tasa de incorporaciones alcanzó el valor más de bajo de los últimos 16 años. El primer impacto que acusa el empleo durante un episodio recesivo como el actual no está dado por una disparada en los despidos sin causa sino que proviene del desplome en las incorporaciones de personal.
El mes pasado también contabilizó despidos en dependencias estatales como Atucha y la Procuración del Tesoro. “Se destacaron en el sector público las huelgas gremiales de docentes, Ctera, PAMI, personal civil de las Fuerzas Armadas, médicos del servicio de Salud Pública de la Provincia de Buenos Aires, administración pública de Buenos Aires y trabajadores judiciales”, indica el relevamiento realizado por la consultora especializada.