La situación en Bell Ville es crítica y se espera otra crecida
03/03/2014 CONTINGENCIASEn la madrugada de hoy la ciudad aguardaba el pico máximo de aumento y se preparaba para más evacuaciones. En Ballesteros hay pérdidas de ganado y cultivos. Villa María se normaliza.
Desde anoche, Bell Ville se mantiene en alerta por la inminente llegada, en la madrugada de hoy, del último pico de crecida del río Ctalamochita.
Ayer, alrededor de las 5 de la mañana el río evidenció un considerable aumento que obligó a que se tuvieran que evacuar 30 personas. Ahora, el escenario es mucho más crítico, a punto tal que se prohibió durante todo el día la circulación de vehículos dentro de la ciudad, salvo aquellos oficiales.
Debido al riesgo de desborde de agua, se determinaron una serie de alertas para los distintos barrios de la ciudad para que los vecinos estén alertas y preparados ante una posible o inminente evacuación, dependiendo del lugar en donde residan.
Por ello, la Municipalidad local, junto con el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, dispusieron tres centros en la ciudad para albergar a los posibles damnificados.
Además, para evitar la electrificación de las zonas inundadas, se cortó el servicio en algunas zonas y en otras recomiendan a los propios vecinos que corten la luz si su inmueble está inundado.
Uno de los sectores de la ciudad que más fue afectado es la zona este donde se encuentra la perrera municipal. Allí se rompió un canal de desagüe, lo que complicó aún más la situación.
Otra localidad que pasa por un momento delicado es Ballesteros, donde se evacuaron ayer un total 20 familias en la escuela primaria y también un geriátrico municipal. El agua que proviene de campos desbordados ingresó en algunas viviendas de los sectores sur y oeste. En general, las obras realizadas por prevención disminuyeron el impacto.
Muchos productores no tuvieron la posibilidad de retirar el ganado y por ello esperan grandes pérdidas de animales y cultivos.
Las “villas” mejoran
Lentamente, la porción más triste y tensa de la histórica inundación que afecta desde la semana pasada a las ciudades de Villa María y Villa Nueva está cediendo.
Ayer, estas ciudades a la vera del Ctalamuchita se encontraron con la grata noticia de que el cause del río descendió aproximadamente un metro y medio, lo que permitió que se inicien las tareas de reacondicionamiento y recuperación de aquellos barrios en donde el agua violó la intimidad de las viviendas.
Concretamente en Villa María, en los dos barrios más complicados y que se tuvieron que evacuar –Vista Verde y Mariano Moreno–, la disminución en el nivel del agua permitió que los habitantes pudieron ingresar a sus viviendas para observar el estado de la situación y hasta poder “salvar” algunas cosas. De hecho, en algunos hogares, el agua escurrió completamente y el municipio trabaja conjuntamente con los vecinos para la limpieza y reacondicionamiento de los mismos. Además, en las primeras horas de hoy estimaban poder restituir los servicios de luz y gas.
“Si todo sigue así, entendemos que el 100 por ciento de los damnificados podría estar volviendo a sus hogares el miércoles”, adelantó Gabriel Díaz, integrante del comité de crisis de la Municipalidad de Villa María. “Acá las lluvias fueron de menos de cinco milímetros y manejamos la información de que no habría posibilidad de nuevas crecidas porque el pulmón del Piedras Moras podría soportar las lluvias que hubo en aquellos lugares”, detalló.
En cuanto a la posibilidad de que el río vuelva a recuperar su cauce normal, Díaz señaló que “se está cerca de lograr, porque actualmente el Piedras Moras lanza 290 metros cúbicos por segundo, y con 200 tendríamos el río encausado”.
El funcionario explicó que desde ayer, y hasta que se normalice la situación, se llevan adelante distintas medidas como la vacunación contra el tétano para aquellos afectados que tuvieron contacto con el agua.
En Villa Nueva, la situación también se va normalizando. “Estamos un 60 por ciento mejor con respecto cómo estaban el sábado los sectores inundados”, indicó Héctor Tulián, director de Defensa Civil de esa ciudad.
De todas formas, todavía hay barrios en donde los vecinos no pueden regresar a sus hogares, como Villa Oeste y Pinar de las Tejas, y allí el municipio trabaja con bombas y camiones para sacar el agua.
La mencionada bajante dejó al descubierto los primeros daños, como calles de tierra erosionadas al punto de quedar intransitables y mobiliario urbano arrasado por la correntada.
Se mantiene el nivel
Lluvias insuficientes. Las lluvias caídas sobre las cuencas de los ríos Santa Rosa y Quillinzo, afluentes del Embalse de Río Tercero, donde se origina el curso del Ctalamochita, no generarán otra crecida en el río. Así lo indicó Edgar Castelló, director de Estudios y Proyectos de la Secretaría de Recursos Hídricos. El funcionario hizo hincapié en llevar tranquilidad de que “esas lluvias no impactarán en el nivel del río ni son motivo para que se produzca otra crecida”. Al respecto, detalló que fueron de entre 10, 20 y 60 milímetros dependiente del lugar y sólo generaron un ascenso en 15 centímetros en el embalse de Río Tercero y 36 en el dique Piedras Moras.