La trampa de la Unión Europea para impedir el ingreso de productos desde el Mercosur
El Gobierno de Mauricio Macri celebró, como sus pares de Paraguay y Brasil, la voluntad de los dos bloques económicos para acordar un esquema de reducción de aranceles de exportaciones.
02/07/2019 El PaísEl Gobierno de Mauricio Macri celebró, como sus pares de Paraguay y Brasil, la voluntad de los dos bloques económicos para acordar un esquema de reducción de aranceles de exportaciones. Pero un diputado de la oposición advirtió que los europeos tienen un as bajo la manga.
Si bien se conoce muy poco de su contenido, el acuerdo celebrado entre la Unión Europea y el Mercosur, muy festejado por los presidentes de Argentina, Paraguay y Brasil, ya está envuelto en fuertes polémicas. Primero, por la falta de información. Segundo, por los desequilibrios entre ambas regiones que, se presume, no contempla la letra chica.
El diputado Juan José Mendiguren, del Frente Renovador, se tomó el trabajo de explicarlo con ejemplos muy concretos. Fue esta mañana, en diálogo con “Todo no se puede”, en el aire de FM CIELO 103.5.
En primer lugar, De Mendiguren, ex titular de la Unión Industrial Argentina, advirtió que un acuerdo de libre comercio puede implicar un nivel de primarización de la economía capaz de llevar al país al siglo XIX, despojándolo de cualquier matriz industrial.
Ese proceso, advirtió, ya está en marcha desde que Mauricio Macri está en el Gobierno. “Hasta ahora, con la política económica que aplicó Macri, vamos derecho al siglo XIX: hoy, Argentina exporta, teniendo 33 por ciento de pobreza, indigencia y destrucción de la industria, a razón de 400 dólares la tonelada, e importa a 1.600 dólares la tonelada”, razonó.
Esa política tiene efectos concretos. De Mendiguren localizó uno en Junín, ciudad productora de trigo por excelencia y que tiene uno de los molinos más importantes del país. “Tienen el trigo y tienen el molino, pero fui a La Anónima y los fideos eran uruguayos”, se lamentó. “Argentina exporta el 85 por ciento del trigo a granel, a 185 dólares la tonelada y sin empleo. Si se trasladara a harinas, serían 420 dólares, multiplica por 4 el ingreso y por 10 el empleo”, razonó.
“El mundo quiere a la Argentina como proveedora de materias primas y recursos naturales. Nada más. Quiere el poroto de soja y producir el biocombustible, quiere poroto de soja y producir su leche, quiere el gas de Vaca Muerta, pero no quiere tu polo petroquímico”, agregó.
Pero, además de la mirada global, De Mendiguren advirtió respecto de la respuesta que el presidente de Francia, Emanuel Macron, le dio a sus propios agricultores, que se mostraron preocupados por el ingreso de mercadería desde América del Sur. “Les dijo que no se preocupen, porque lo que menos importan son los aranceles, sino las medidas paraarancelarias”, narró el diputado.
La razón es simple: “Para entrar los productos van a tener que cumplir medidas sanitarias, de medio ambiente, de trabajo. Cualquier causa va a ser motivo para restringir el ingreso”, anticipó el legislador.