Las Perdices: enérgico pedido para que se prohíban las fumigaciones aéreas
26/03/2014 MUNICIPIOS
Se realizó una charla convocada por los vecinos. El doctor Medardo Avila Vázquez, médico de Pueblos Fumigados, señaló en su disertación que hay una directa relación entre agroquímicos y casos de cáncer
Los más de 200 vecinos reunidos en la charla debate organizada en esta localidad sobre los efectos de los agroquímicos sobre la salud humana fueron contundentes al momento de concluir: reclamaron el cese de las fumigaciones en cercanías de la población y el cumplimiento de las leyes y ordenanzas vigentes.
El enérgico reclamo reflejado en los rostros de vecinos se dio dentro de la charla – debate sobre la problemática, organizada por “Vecinos autoconvocados de Las Perdices” en instalaciones de la escuela “Domingo F. Sarmiento”, donde calificados disertantes expusieron sobre este aspecto y al final, los vecinos expusieron distintas situaciones que padecen y reclamaron el cese de las fumigaciones tan próximas a distintos barrios.
A pesar de regir en el territorio cordobés una ley de Agroquímicos siguen existiendo espacios grises donde los controles se diluyen y que generan los reclamos de vecinos.
Sobre la temática expusieron el doctor Medardo Avila Vázquez, coordinador de la Red Universitaria de Ambiente y Salud – Médico de Pueblos Fumigados; la doctora Delia Aiassa, docente e investigadora de la UNRC; la doctora Andrea Galeano, directora del Hospital de Hernando; el doctor Darío Avila, abogado querellante en el juicio de Bº Ituzaingó de la ciudad de Córdoba y el ingeniero químico Marcos Tomasoni, del grupo Paren de Fumigar, de Oncativo.
Agroquímicos y cáncer
“Queda demostrado que el negocio de la aplicación de agroquímicos anda bien y crece, pero crece de manera paralela a la cantidad de casos de cáncer que observamos”, sentenció el médico Medardo Ávila Vázquez.
El profesional insistió que el impacto de estos productos sobre la salud es muy grave: “Ya los insecticidas se utilizaban en distintas guerras para inutilizar a los enemigos y hasta para destruir plantaciones enormes de arroz, son los mismos, que utilizamos en nuestros campos y a pocos metros de nuestras viviendas”.
“Los nuevos agrotóxicos son más fuertes y efectivos que los anteriores, no más sanos, surgen así para controlar malezas, ya que de otra forma las producciones caen y se busca todo lo contrario, por ello es mentira que los actuales son más benévolos para la salud. Por el contrario, cada vez son más tóxicos y en medidas más concentradas”, indicó.
Más adelante se refirió a estudios realizados en 2012 en Malvinas Argentinas, donde se detectaron nubes de lluvia con micropartículas de glifosato.
Y admitió que este es un negocio próspero en la Argentina pero que va en contra de la salud de la gente.
Indicó además que el caso del juicio realizado por vecinos de Barrio Ituzaingó en Córdoba debe servir de disparador de nuevos reclamos. “No podemos bajar los brazos, se han diagnosticado entre 2004 – 2011, 68 mil casos de cáncer en Córdoba, un 27% corresponde a la ciudad de Córdoba y el 73% restante al interior, en particular, ubicados en pueblos y zonas rodeadas por campos”.
Por su parte, la doctora Delia Aiassa explicó a este medio, resultados observados en la genotoxicidad detectados en distintos estudios realizados en pueblos de la zona, poniendo especial énfasis en uno realizado en Las Vertientes, que arrojó resultados preocupantes. “Esta constante exposición puede producir, y de hecho se han relevado enfermedades hereditarias, malformaciones y distintos tipos de cáncer, para quienes están en contacto directo”. Y sostuvo que pudieron observar el daño que produce esta situación en la conformación de aberraciones cromosómicas, aumento de daño genético en la médula ósea y otras particularidades.
Finalmente, el ingeniero químico Marcos Tomasoni, de Paren de Fumigar, no ahorró calificativos al momento de describir la actividad que realizan algunos productores.
“Sólo con el objetivo de producir como sea y con el resultado que tenga, eso no importa. Nuestro reclamo es que se deje esta actividad, que se prohíban las fumigaciones aéreas y que de una vez por todas se cumplan las ordenanzas vigentes. Tenemos poblaciones como San Francisco, donde se puede fumigar desde los 500 metros en adelante y otras como Alta Gracia donde se legisló desde los 1.500 metros del pueblo. Hace falta voluntad política para cuidar la vida de la gente, bajar la tensión social entre vecino – productor y cuidar la vida de todos”.
El químico graficó que a las moléculas que quedan en el campo luego de una aplicación de agroquímicos, “no puede controlarla nadie, porque queda expuesta a las condiciones climáticas, puede volar y trasladarse a cualquier parte y fumigar donde sea, por ello deben prohibirse las pulverizaciones aéreas y construir nuevas cortinas forestales haciendo cumplir una sana ecuación entre rinde, productividad y calidad de vida de los vecinos”, agregó.
Al término de las exposiciones y con el intendente local Víctor Falvo presente, los vecinos aprovecharon la oportunidad de denunciar la realización de fumigaciones muy próximas a sus viviendas y, además, la existencia de galpones de agroquímicos en zonas urbanas y hasta de productores que trasladan sus mosquitos por zonas no permitidas.