Llaryora será el próximo intendente de la ciudad de Córdoba

Si el radicalismo se reunifica, será el mayor bloque opositor en el futuro Concejo, al que llegan Quinteros, Vilches y Riutort. No hubo arrastre: en la Capital, el 49% votó a Juan Schiaretti para la gobernación.

Si el radicalismo se reunifica, será el mayor bloque opositor en el futuro Concejo, al que llegan Quinteros, Vilches y Riutort. No hubo arrastre: en la Capital, el 49% votó a Juan Schiaretti para la gobernación.

Un hecho inédito: el próximo intendente de Córdoba fue dos veces intendente de otra ciudad: San Francisco. Un hecho objetivo: el efecto arrastre que se vaticinaba no fue tal. Martín Llaryora, el intendente electo, obtuvo casi el 37 por ciento de los votos, 12 puntos menos que Juan Schiaretti.

Ese 37 por ciento parece ser el voto que ayer cosechó el peronismo capitalino. Ese porcentaje se repite en todos los tramos de la boleta única, exceptuando el de gobernador, con el imbatible Schiaretti.

A Hacemos por Córdoba, le sobró ese 37 por ciento para celebrar: después de 20 años, volverá a gobernar la ciudad más importante de la provincia. Lo hará con una dupla que disputará la renovación peronista: Martín Llaryora y Daniel Passerini. A ellos se suman el vicegobernador electo Manuel Calvo y Natalia de la Sota, quien desde el 10 de diciembre ocupará una banca en la Legislatura provincial.

Parte de la ola que llevó a Schiaretti a rozar la mitad de los votos de la ciudad le llegó del corte de votantes de De Loredo: la diferencia entre él y Ramón Mestre fue de 61 mil votos (con el 94% escrutado), que mayoritariamente terminaron en el casillero de Schiaretti.

A 17 puntos de Llaryora, aparece Luis Juez, quien por segunda vez consecutiva quedó lejos del Palacio 6 de Julio: en 2015, sacó 114.500 votos y anoche contó 141 mil. La ciudad que alguna vez fue el bastión del Frente Cívico se volvió esquiva para su líder. En 2015, Juez pidió que no lo jubilaran anticipadamente. Anoche, ese trámite parecía inevitable para el intendente que más votos obtuvo en la historia de Córdoba, en aquel lejano 2003. Para zafar de la jubilación política, Juez deberá asumir su banca en el Concejo Deliberante e intentar reconstruir su dilapidado capital político. Él, Armando Fernández y Ricardo Aizpeolea serán los tres concejales juecistas puros.

El resto de los concejales de Córdoba Cambia es de origen radical, y se presume que hacia allí podrían peregrinar en el largo camino que le queda por transitar al radicalismo derrotado.

Aunque quedó tercero, el fuerte corte de votos a su favor coloca a Rodrigo de Loredo en una banca en el Concejo Deliberante desde donde podrá proyectarse. Conducirá un bloque de seis concejales. Si Alicia Migliore y Juan Negri arriban a esa orilla desde Córdoba Cambia, el bloque rojo y blanco tomará fuerza para constituirse en el principal bloque opositor. Quedan siete meses de transición y varios litros de café para achicar esas diferencias que hoy, con el calor de la derrota, parecen innegociables. El futuro oficialismo le reconoce a De Loredo capacidad de trabajo y templanza para liderar la oposición.

Fuente: La Voz